Emerge del paisaje un volumen curvilineo de una única planta destinado a organizar exposiciones de diversa índole. Este pintoresco edificio cuya cubierta se podría comparar con el caparazon de un armadillo o de los numerosos tejones que pueblan la zona.
Se extiende sobre el territorio integrándose en el paisaje de forma natural estableciendo un fluido continuo con su entorno. En el cual predomina la vegetación de pequeña y mediana altura, lo cual realza la presencia del pabellon.
Fabricados con madera de haya, las estructura que rompe con las lineas rectas esta cubierta con paneles pentagonales cuyo diseño está inspirado en las elaboradas formas ejecutadas por las abejas a la hora de construir las celdas donde depositan los posos de la miel.
Diseñado por estudiantes pertenecientes a la Universidad de Sttugart. Tanto el andamiaje que sustenta la construcción como la cubierta exterior de la sala de exposiciones de Sala de Exposiciones Landesgartenscha. Han sido construidos empleando brazos roboticos asistidos por ordenador que habían sido configurados previamente introduciéndoles los patrones sobre los que se edificaria el pabellón.
Con el objetivo de desarrollar un proceso lo mas autónomo en la construcción del mismo, completado todo el proceso en un plazo de tan solo cuatro semanas. Intervalo de tiempo récord en este tipo de proyectos en los que la experimentación suelen ser un factor importante y que suele suponer un retraso.
La forma geodesica del edificio está inspirada por las construcciones biológicas naturales que exhiben un grado significativamente mayor de diferenciación morfológica. Esta diferenciación en forma y estructura es un aspecto clave para su rendimiento y la eficiencia de recursos que se emplean reduciendose la cantidad de material de forma notable.