Desde que como consecuencia de la subida del mar que produjo tsunami que devasto amplias áreas de la costa oriental japonesa, y la catástrofe nuclear de Fukishima. Las autoridades del país nipón en colaboración con la población civil han tomado conciencia.
Políticas activas que están cristalizando en una transformación real del sector proyectos. Los dos ultimo proyectos de embergadura de los muchos que tienen en marcha, tienen como protagonista el mar como plataforma y el sol como vector del que se obtiene energía fotovoltaica y termosolar.
Situadas en dos ensenadas, Nishihira Pond (1,7 MW) y Higashihira Pond (1,2 MW), ambas en la ciudad de Kato, prefectura de Hyogo. Suman entre las dos 3.300 MWh. Energía suficiente con las que cubrir las necesidades de una localidad de alrededor de 1.000 habitantes.
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Desarrollado por un consorcio empresarial liderado por la compañía local Kyocera. Las plantas construidas en terrenos inundado con agua procedente del mar permite la refrigeración natural de las células solares