Mas concretamente a uno de sus nudos metropolitanos mas antiguos pero a la vez mas desconocidos para el poner su objetivo, y descubrir algunos de sus mas recónditos secretos.
ARCOS CON MAS DE CIEN AÑOS, EL SECRETO MEJOR GUARDADO DE LA CIUDAD
De alguna de las estaciones mas emblemáticas de la ciudad y los elementos que lo componen, como los arcos que dejan boquiabierto al observador que alza la mirada hacia el techo abovedado del City Park Hall en Manhattan.
Conjunto diseñado por el arquitecto Español Rafael Guastavino, el que tras emigrar a New York en 1881 fue el encargado de desarrollar mas de 100 proyectos, la mayoría operativos y visitables a día de hoy, siendo una de las mas notables muestras estos arcos y otros similares que se pueden visitar en la estación abandonada de Union Square Station.
Aunque los que se encuentran en la actual estación son los menos valorados, a pesar de que por sus andenes transitan mas de 34 millones de usuarios cada año, merece la pena pararse un momento y reparar en esta estructura que cuenta con mas de 100 años de antiguedad.
CHAMBERS STATION ENTRE LA DECADENCIA Y LA HISTORIA
En la segunda parte de este breve recorrido nos trasladaremos a la estación de Chambers, un decadente conjunto de instalaciones que proporcionan servicio a los miles de usuarios que trabajan en la calle que le da nombre en el distrito financiero de Manhattan.
Y cuyo atractivo reside en el hecho de que el explorador urbano puede descubrir algunos componentes del mobiliario original, así como de sus azulejos, decorativos en la actualidad, y que en su momento sirvieron como indicativos de la estación.
En este mismo sentido todavía se pueden descubrir algunas de las baldosas con ojos impresos realizados por el artista Jones Ginzel en 1999 y que forman de lo que el denomina la constelación Oculus.
Que no es otra cosa que una representación a escala humana-evolutiva, de las diferentes razas y etnias que forman la civilización y habitan el planeta tierra, radiografia que se realiza a través de las diferencias en los rasgos que se pueden apreciar en los ojos de sus habitantes.
Y cuyo atractivo reside en el hecho de que el explorador urbano puede descubrir algunos componentes del mobiliario original, así como de sus azulejos, decorativos en la actualidad, y que en su momento sirvieron como indicativos de la estación.
En este mismo sentido todavía se pueden descubrir algunas de las baldosas con ojos impresos realizados por el artista Jones Ginzel en 1999 y que forman de lo que el denomina la constelación Oculus.
Que no es otra cosa que una representación a escala humana-evolutiva, de las diferentes razas y etnias que forman la civilización y habitan el planeta tierra, radiografia que se realiza a través de las diferencias en los rasgos que se pueden apreciar en los ojos de sus habitantes.
Aunque para el aficionado a la arquitectura que visita New York pasa desapercibido entre tanto rascacielo, el Metropolitano y algunas de sus centenarias estaciones nos ofrecen auténticos tesoros del diseño urbano de otras épocas.