Con la silla de ruedas de Josh Spencer, surfista de vocación y lector emperdenido que tras mas de diez años vendiendo una amplia variedad de productos en plataformas como de distribuccion como Ebay.
Decide convertir a finales de la primera década del Siglo XXI, los 10.000 pies de superficie de una entidad financiera en un damero donde se alternan las largas columnas de mármol.
Con tabiques construidos con decenas de miles de volúmenes de libros, cuyo resultado estético te introduce en una atmósfera onírica, que te invita a curiosear entre las estanterías curvas que te rodean como si fueran olas.
Pudiendo hayar autenticas joyas de la literatura universal o contemporánea como la ya mencionada de forma metafórica en el segundo párrafo La Sombra del Viento de Carlos Ruiz Zafon, o acariciar con cautela el lomo de Los Confidentes de Bret Easton Ellis.
Mientras recuerdas como llegaste por casualidad a las puertas de The Last Bookstore y sus grandes lunas heredadas de su etapa financiera situada en pleno corazón de Downtown, tras contemplar la elegante fachada del edificio Continental (el mas alto de la L.A. cuando en 1903 fueron completadas sus 13 plantas).
O encontrarte a un indigente que disfrazado de Joker te peturba con su sonrisa rota en una de las calles del cercano barrio de Skid Row, contraste de opulencia y decadencia del ecosistema de una gran ciudad, la de los sueños, que se disipa nada mas entrar por la puerta de la tienda.
EL SUEÑO DE ABRIR LA LIBRERIA MAS GRANDE EN LA ERA DE iNTERNET
En la cual aparte de poder sentirte el hombre mas afortunado porque por fin pudiste hacerte con aquel titulo que se te resistía, y que llevas años buscando en plataformas de comercio electrónico como Amazon (donde supuestamente lo tienen todo).
Podrás asistir a una de las muchas exposiciones que organiza colectivos como el de artistas Spring Arts Collective con el que comparte espacio, una seccion compuesta por una cuidada selección de vinillos antiguos y de segunda mano.
Podrás asistir a una de las muchas exposiciones que organiza colectivos como el de artistas Spring Arts Collective con el que comparte espacio, una seccion compuesta por una cuidada selección de vinillos antiguos y de segunda mano.
The Last Bookstore prescinde de las técnicas de marketing mas sofisticadas para inducir a sus miles de compradores fieles, los que seducidos por su magia recorren sus estantes buscando tesoros cargados de historias y sueños.
O una sala de proyecciones donde entre muchos títulos clásicos del cine, se pasa el corto documental titulado Welcome to The Last Bookstore, obra iniciatica y valiente del director de publicidad Chad Howit, que prescinde de cualquier tentacion condescendiente hacia su protagonista.
Para mostrarnos la rutina diaria de Josh desde que desayuna con su hija hasta que se dirige a su oficina. Un intenso relato en primera persona que a pesar de su corto recorrido ya ha sido premiado en diferentes festivales especializados.
RELACIONADO: La Generación Beat y su herencia literaria a través de un viaje espiritual