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Consecuencias neuronales del estrés en soldados

En un estudio realiazado por los doctore G A van Wingen E Geuze, E Vermetten and G Fernández y publicado por la version digital de Molecular Psychiatry, se evaluaron las consecuencias neuronales de la exposicion al estres severo en soldados desplegados en zona de combate, observandose un aumento de la amígdala y la ínsula reactividad a los estímulos biológicamente relevantes.Estos cambios neuronales no se observaron en el grupo control, lo que sugiere que la reactividad sostenida es mayor a los estímulos biológicamente relevantes es una respuesta común de adaptación a la amenaza ambiental prolongada.  

La amígdala y ínsula son regiónes del cerebro cruciales en la detección de la amenaza externa y de la vigilancia. Por lo tanto, estas adaptaciones pueden ser beneficiosas para mantener una vigilancia sostenida en situaciones de peligro continuo, tales como las que se da en una accion de combate. Sin embargo, como una mayor reactividad de la amígdala y la ínsula se cree que aumenta el riesgo de trastornos del estado de ánimo y de ansiedad. Estas alteraciones pueden no tener capacidad de adaptación para un ambiente seguro. A pesar de nuestra segunda evaluación de seguimiento indica que el grupo de combate no desarrollaron síntomas de Trastorno de Estrés Postraumático TEPT al medio año después de entrar en accion, sigue siendo posible que los síntomas del estrés aparezcan en el futuro. Además, la sensibilización amígdala y la ínsula también puede aumentar la vulnerabilidad a los factores estresantes en el futuro.

Para investigar si la influencia del estrés severo en la reactividad de la amígdala también  se estudio la red neuronal que se centra alrededor de la amígdala, se realizó un análisis adicional de la conectividad funcional. Lo resultados muestran que la influencia del estrés severo en el  aumento de la amígdala y la ínsula corteza cingulada anterior dorsal humana (dACC), depende de las diferencias individuales en la percepción de amenaza. Las personas que percibieron una amenaza menor durante el despliegue mostraron un aumento negativo amígdala dACC, mientras que las personas que perciben una amenaza mayor mostraron acoplamiento reducido. Dado que la dACC se cree que regulan la actividad de la amígdala. Este hallazgo sugiere que la percepción de amenaza durante la exposición al estrés severo altera la amígdala después. Además, la amenaza también se ha mejorado la amígdala, la ínsula de acoplamiento. La ínsula está implicada en la conciencia interoceptiva y se cree que la señal de los estados internos del cuerpo, lo que sugiere que esto puede reflejar el incremento de conciencia corporal en aquellas personas que perciben la mayor amenaza.

La influencia de la percepción de amenaza en lugar de la exposición al combate real en la red de la amígdala está en línea con la teoría de la evaluación, que postula que la evaluación cognitiva de la amenaza que el factor de estrés ambiental real determina el impacto del estrés. Por lo tanto, los resultados sugieren que la valoración cognitiva también tiene un papel crítico en la determinación del impacto del estrés severo en la red de la amígdala. Curiosamente, la amenaza percibida también parece ser un mejor predictor para los síntomas de Trastorno de Estrés Postraumático PTSD. A pesar de que estudios previos han demostrado una estrecha relación entre las experiencias de combate y la prevalencia de trastorno de estrés postraumático.

Las influencias divergentes de estrés severo en la red de la amígdala podría ayudar a explicar por qué algunas personas son vulnerables al estrés, mientras que otras son resistentes al estrés. Estos resultados muestran efectos opuestos en la amígdala y el acoplamiento dACC amígdala-aislamiento en función de cómo se percibe la experiencia de estrés. A su vez, esto puede conducir a efectos opuestos en la amígdala, la regulación y la conciencia interoceptiva, con una mejor regulación de las emociones en las personas que perciben una amenaza menor, pero peor la regulación emocional en los que la experiencia de amenaza es mayor. Estas diferencias individuales pueden explicar en parte por qué no se observan cambios consistentes en la sintomatología en el grupo de combate de los individuos expuestos, a pesar de que la amígdala y la ínsula reactividad ha aumentado, y sugieren un mecanismo neural que las experiencias traumáticas podría llevar a resultados muy variables.

Los cambios inducidos por el estrés en la red de la amígdala no condujo a cambios constantes en el estado de ánimo y la ansiedad, se midieros los cambios en la reactividad neural durante la estimulación afectiva. Pero además de una mayor reactividad a los estímulos biológicamente relevantes, la exposición al combate también altero la forma en que el cerebro recupera después de la exposición al estrés. Por ejemplo, la liberación de cortisol después de la exposición al estrés normaliza la reactividad amígdala. Curiosamente, los pacientes con PTSD tienen anormalidades en el eje hipotálamo-hipófisis-suprarrenal, soldados que desarrollaron los síntomas de TEPT tras la exposición al combate presentaron número elevado preexistente de receptores de glucocorticoides (GCR). Esto sugiere que los síntomas de PTSD podrían aparecer después de la exposición continua y una normalizacion mal adaptada. Por lo tanto, proponemos que mientras que los cambios inducidos por el estrés en la reactividad neural parece una respuesta común de adaptación a la amenaza ambiental prolongada, la normalización de mala adaptación de la hiperactividad neuronal puede conducir al desarrollo de síntomas de estrés, lo que podría ser objeto de estudios futuros.

Las secuelas neuronales de la exposición al estrés grave fueron muy similares a las alteraciones neuronales en el trastorno de estrés postraumático, que incluyen la amígdala y la ínsula hiperactividad y DACC. Nuestros resultados sugieren ahora que un aumento sostenido de la amígdala y la ínsula de reactividad biológica estímulos relevantes reflejan una consecuencia de la exposición al estrés, que pueden sumarse a los factores de vulnerabilidad preexistente. Por el contrario, las diferencias individuales en la amígdala alterado acoplamiento sugieren que el impacto del estrés en la red de la amígdala es una consecuencia de la interacción entre la vulnerabilidad al estrés y la exposición al estrés.

En conclusión, nuestros resultados demuestran que la exposición al estrés grave sensibiliza a la amígdala y la ínsula reactividad. Además, las diferencias individuales en la percepción de amenaza predice influencias divergentes sobre la red de la amígdala, lo que podría explicar por qué algunas personas son vulnerables al estrés, mientras que otros son resistentes estrés. A largo plazo los estudios de seguimiento son necesarios para determinar si estos cambios neuronales inducidos por el estrés de hecho, representan la resistencia o los factores de vulnerabilidad.

Consiguen estimular la respuesta inmune en VIH, administrando hormona de crecimiento

Mediante la administración de un tratamiento con hormona de crecimiento ha permitido en pacientes que presentaban una respuesta inmune débil recuperar parcialmente su capacidad inmunodepresora. La investigación realizada por científicos del Icrea de Barcelona (España), dirigido por la profesora Margarida Bofill. El ensayo que realizo con pacientes con VIH, consitio en regenerar el timo, órgano clave en la producción de células T.

El timo ejerce una clara influencia sobre el desarrollo y maduración del sistema linfático y en la respuesta inmunitaria defensiva de nuestro organismo. responsable de la maduración de los linfocitos T, y endocrino, ya que secreta algunas hormonas. La excesiva concentración de células T puede ser la causa de enfermedades como Leucemia linfocítica aguda y Mieloma múltiple, así como niveles inferiores pueden deberse a procesos oncologicos, Enfermedad de Hodgkin o SIDA entre otras.

Lo que se ha conseguido es marcar un precedente, nunca anteriormente se había conseguido, estimular la respuesta del sistema inmunologico administrando una solución con hormona de crecimiento, antes de vacunar a los pacientes seropositivos, elevando los niveles de respuesta frente a la actividad del VIH.

La hormona del crecimiento (Growth Hormone, GH) es una cadena peptídica con dos puentes disulfuro internos formada por 191 aminoácidos con un peso molecular de 22.000 Da en humanos. Es la hormona que estimula el crecimiento de tejidos y órganos durante la niñez y adolescencia y continúa siendo importante durante toda la vida aunque haya cesado el crecimiento. No afecta al crecimiento fetal ni a los primeros meses de vida en gran cantidad.

En el estudio en el que una primera se seleccionaron pacientes con VIH que presentaban déficit de diferente consideracion inmune a tres vacunas en concreto hepatitis A, hepatitis B o tétano, que seguían presentando respuestas inmune deficitarias, tras dos sesiones de vacunación. De los 20 que finalmente pasaron el corte, se dividieron en tres grupos, los que formaban parte del primer grupo se les administro hormona de crecimiento seguida de la vacuna con la que  no habían obtenido respuesta positiva, un segundo grupo solo se les administro la solución con hormona de crecimiento, finalmente un tercer grupo a los que se les administro únicamente la vacuna  a la cual no respondían.

Tras un periodo de seis meses en el que administro regularmente  el tratamiento en periodos semanales, se observo que los pacientes que formaban parte del primer grupo presentaban un grado de producción de células T mas elevado, propiciando un aumento en la respuesta del sistema inmunologico, lo que redundo en una mejoría de los pacientes.  El siguiente paso es elaborar nuevos protocolos de administración, ensayando con otros factores diferentes a la hormona de crecimiento.

Identifican una proteína implicada en la inflamacion neuronal

Desde que los científicos hallaron evidencias entre la respuesta del sistema inmunologico, y algunas enfermedades neurodegenerativas como la esclerosis multiple o neuromielitis óptica (Esta ultima conocida como también EM óptico-espinal, es una enfermedad autoinmune en la que el propio sistema inmunitario de una persona ataca las neuronas del nervio óptico y de la médula espinal. Esto produce la inflamación simultanea de ambos. Provocando en el que la padece ceguera, aunque tambien se pueden dar casos de parálisis). Ha sido habitual la publicacion de resultados que avalan esta vía de investigación como diana terapéutica.

Una de las ultimas investigaciones cuyo resultados han sido publicados en la pubilcacion especializada FASEB Journal, realizada por investigadores pertenecientes al Departamento de Medicina y el Departamento de Fisiología de la Universidad de California en San Francisco en Estados Unidos, dirigidos por el doctor Alan S. Verkman. Que han indentificado una nueva proteína denominada  acuaporina-4, encargada de transportar el agua a través de los compartimentos celulares, como responsable del aumento de la inflamacion cerebral mediante un fenómeno por el que se liberan citoquinas  lo que produce la inflamacion de los astrocitos.

Las acuaporinas se extienden por toda la membrana celular, podemos encontrar un mayor número de ellas en las células de riñón y en los eritrocitos. La acuaporinas forman tetrámeros, es decir, se agrupan de 4 en 4. Las acuaporinas transportan el agua formando una línea de 10 moléculas de agua como fila india que cruza en su interior.

Utilizando un modelo animal modificado genéticamente en el que se le había extraído la acuaporina-4, observandose una reducción significativa de la inflamacion en los cerebros de los ratones que no segregaban acuaporina-4, en comparacion con los ratones que si poseían esta proteína, siendo menos susceptible a la reacción inflamatoria, además de mostrar diferentes grados de reacción por parte de los astrocitos.

De confirmarse en futuros ensayos los resultados obtenidos, esta vez con voluntarios humanos, podríamos estar ante una vía terapéutica para tratar la esclerosis múltiple.

Identifican un grupo de Células T reguladoras clave en la respuesta inmune

Científicos del instituto Walter y Eliza Hall en Melbourne (Australia) han realizado un hallazgo cuyas repercusiones en el tratamiento de enfermedades autoinmunes, así como en el trasplante de órganos y distintas procesos oncologicos. En concreto se trata de un grupo denominado celulas T reguladoras, identificando aquellas células que se encargan de deshabilitar la respuesta inmune.

Las células T juegan un papel central en la gestión del sistema inmunológico. Hay muchas células T diferentes: algunas promueven una respuesta inmune contra el patógeno que infecta el organismo, mientras que otras provocan una reacción autoinmune contra sus propios tejidos, originando la enfermedad.

Las células T reguladoras, que suprimen la actividad del sistema inmune. Estas células juegan un papel importante en el mantenimiento de auto-tolerancia, asegurándose de que nuestro sistema inmunológico no genera una respuesta en contra de nuestros propios tejidos.

El equipo de científicos formados por Stephen Nutt en The Walter y Eliza Hall, ya habían identificado un subgrupo de células T reguladoras que hacen que una proteína en particular, conocida como dirigible-1. Dirigible-1 que se encuentra normalmente en las células B productoras de anticuerpos, donde actúa sobre el ADN que a su vez produce genes específicos. Es fundamental para la producción de anticuerpos, pero su papel en las células T reguladoras era un misterio.

Lo que han hecho es realizar un ensayo con un modelo animal modificado genéticamente, al que previamente le extrajeron las células T reguladoras activas, observando como los ratones desarrollaban  enfermedad inflamatoria intestinal grave autoinmune. Estos resultados demuestran que  no todas las células T reguladoras cumplen una función inmune en el organismo.

Resultado de el estudio del trasplante de células madre para el tratamiento de la esclerosis múltiple progresiva

En un reciente estudio realizado por investigadores del Departamento de Hematología, Trasplante de médula ósea y genética y la Unidad de Terapia Celular, y del Departamento de Neurología III, la Universidad Aristóteles de Tesalónica, Facultad de Medicina, George Papanicolaou Hospital, Salónica, Grecia. Han confirmado la eficacia del trasplante de celulas madre en pacientes con esclerosis múltiple progresiva, la variante de esta esta enfermedad que presenta mas complicaciones en su tratamiento.

El estudio se realizo con los datos aportados por 35 pacientes con esclerosis múltiple progresiva, a los que se había realizado un control de la evolución de la intervención que se le había practicado 11 años atrás, en la que se le había procedido a la sustitucion la medula osea por un trasplante autologo de celulas madre. Entre los casos estudiados también hay pacientes que además de someterse al trasplante, recibió otros tratamientos complementarios con escasa o nula eficacia. 

Dirigido por doctor Vasilios K. Kimiskidis, para seguir la evolución de los pacientes trasplantados con células madre hematopoyéticas (TCPH), se empleo el método de resonancia magnetice, la conclusión ha sido que la terapia con células madre se debe administrar en aquellos pacientes que presentan cuadros agresivos, aún en la fase inflamatoria de la enfermedad, y por la forma maligna, en la que corre peligro su integridad física .

Aunque se desconoce la causa de la esclerosis múltiple, en lo que si están de acuerdo es que esta enfermedad neurodegenerativa, es de origen autoinmune, se produce cuando el sistema inmune provoca una reacción defensiva contra sus propios tejidos. En el caso de la esclerosis múltiple progresiva, la reacción inmune se produce contra la mielina aisladora de los nervios en el sistema nervioso central, cuya consecuencia es la aparición de lesiones desmielinizantes, neurodegenerativas y crónicas del sistema nervioso central.  

Patarroyo halla la fórmula sintetica universal para crear vacunas

Tras reproducir en laboratorio los 38 mil fragmentos originales que forman el parásito causante de la malaria conocido como 'plasmodium falciparum' y analizarlo, el equipo de investigadores encabezado por científico Manuel Elkin Patarroyo pertenecientes a la Fundación Instituto de Inmunología de Colombia (Fidic), han conseguido desarrollar una formula universal de orden sintético, que se puede aplicar a todo el catalogo de enfermedades infecciosas que afectan a humanos, propiciando un cambio de paradigma en los protocolos de vacunación evitando la muerte de millones de personas.

Hasta ahora el método ordinario para lograr una vacuna consiste en introducir el agente  patógeno  en el organismo , entero, mutado o muerto, o  un fragmento de él; y a partir de la información obtenida de la reacción que provoca, elaborar lo que finalmente sera la vacuna que inmunizara al portador frente al virus que la provoca.

Este método con el virus de la malaria no sirve, pues al introducir el microbio existe el inconveniente de que el patógeno esta programado, para burlar las defensas del sistema inmunitario y no ser detectado, logrando extender su infección por el organismo, impidiendo que sistema inmune logre desarrollar las defensas necesarias par neutralizarlo.

Frente a esta dificultad la estrategia que planteo el equipo de Patarroyo fue la de  plantear el problema desde el punto de vista de la química,  reproduciendo en laboratorio todos y cada uno de los 38.000 fragmentos que componen el parásito 'plasmodium falciparum', identificando tras mas de dos décadas de intenso trabajo y miles de ensayos, noventa de estos fragmentos originales o modificados, implicados en el mecanismo que despliega el patógeno 'plasmodium falciparum' , para infectar el organismo. 

Creando proteínas sintéticas e idénticas a las de las únicas partes del microbio capaces de adherirse a los glóbulos rojos para después cambiar el orden de los componentes. Esta fórmula deja visibles las moléculas antes irreconocibles por el sistema inmunológico, estimulado sus defensas frente a la infección.

El descubrido de la primera vacuna contra la malaria sintetizada en 1.986 conocida como SPF-66, con la que consiguió una eficacia entre el 30 y el 50 por ciento, ha conseguido demostrar que se puede ir mas allá de la estructura de los parásitos, modificando sus átonos sinteticamente en función de la naturaleza biológica del organismo.

Los resultados de los ensayos realizados con monos Aotus  que presentan un sistema inmunologico equivalente al humano, ha supuesto una eficacia del 90%. Por esa razón, el siguiente paso es determinar, en ensayos en humanos, si es necesario hacer modificaciones de algunos fragmentos del parásito, para que la eficacia que hemos obtenido en los monos, del 90 por ciento, sea análoga en personas.