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Heather Benning - Dollhouse, el paisaje y su memoria después del incendio



La memoria cuando es nutrida por los caminos de la nostalgia, en buena parte de las ocasiones está detonada por recuerdos vividos. Los cuales recrean momentos felices, o en sentido contrario esta alimentada por recuerdos que se convierten en válvulas de escape "emocionales", y que sirven para enmascarar situaciones cuando menos incómodas o desagradables.


Ese tipo de memoria suele provocar que nos instalemos en una especie de limbo que se retroalimenta una y otra vez de los mismos pasajes que creemos ciegamente que nos han colmado de múltiples satisfacciones. Generendo cantidades ingentes de dopamina, inundando de esta molécula nuestras la principales areas de nuestro cerebro. Algo que provoca un efecto instantáneo en nuestra conducta hacia los demas.

Con los que nos mostrámos mucho más afables y cercanos, así como proclives hacer actividades juntos. Conductas empatica que en otros tipos de contextos ni nos planteariamos. Este específico tipo de recuerdo puede aflorar en las situaciones más inesperadas, pasando en la mayoría de las ocasiones desapercibidos, por lo que en rara vez deja en nuestro interior un sustrato.


Lo suficientemente apreciable como para poder conciencia del mismo, estado que impide que el sujeto establezca una causa del porqué esa sensación de felicidad y bienestar. Esos recuerdos por lo general nos suelen remitir a momentos únicos e irrepetibles que pueden evocar eventos puntuales como pueden ser por ejemplo un viaje, un encuentro especial, un concierto muy esperado episodios que en todo se desarrollaron según lo deseado.

O cosas que aparentemente son mucho más triviales como un desayuno por la mañana, o compartir tus pequeños momentos de tiempo y ocio con tu mascota. Sirviéndose de los mismos parámetros la arquitectura puede contribuir a que en un momento determinado de tu vida, en el que por la razón que sea te encuentras animicamente en horas bajas.

Provoque una reacción dentro de ti que suponga todo un revulsivo desde un punto de vista emocional y personal. Y si ese encuentro con la práctica arquitectonica, te permite retrotaerte y reconocer de alguna forma aquel espacio que compartistes con alguno de tus allegados más cercanos o amigos más intimos.

La fachada de flexiglas ofrecía protección a la vez que establecía un diálogo visual con su interior

Producirá emociones que suelen estar fuertemente vinculadas a tus primeros años y aquellos lugares que te vieron crecer y madurar como persona. Como demuestra la artista Heather Benning y quizás la que se pueda considerar su intervención más notable, a la par de que la de mayor embergadura. Pero comencemos con el detonante que se tiene que producir para que la artista comience a pergueñar un primer esbozo de Dollhouse (o casa de muñecas).

Hecho que habría que situar coincidiendo cuando se encuentra de visita en la localidad de Sinclair, perteneciente a Manitoba. Un enclave eminentemente rural situado en las llanuras del centro de Canada, Ella se encontraba residiendo en esos momentos en el estado contiguo de Alberta, más concretamente en Saskatchewan, donde estaba realizando una residencia gracias a una beca.

Cuando se topo por casualidad con la historia de una saga familiar, de la cual contaban los lugareños que había sido abandonada a principios de la década de los años 60´s del siglo pasado. Pese a que había permanecido casi cincuenta años sin habitar, aún conservaba en lo esencial las remiscencias que permitían al visitante hacerse una idea pormenorizada de los usos y costumbres con las que convivían sus antiguos residentes.


En esencia el proyecto cuya duración abarcó poco más de seis años se propuso explorar los fuertes efectos emocionales de los vínculos que desarrollamos con el entorno.


Lo que propicio que Heather tras restaurar algunas piezas del mobiliario original y recuperar algunas otras en alguno de los muchos colmados que hay en los alrededores, restaurar las diferentes estancias del edificio principal. Curiosamente el preambulo consistió en dejar al descubierto tanto los dormitorios como los lugares comunes situados en la plaza inferior de la vivienda.


Para eso tuvo que derribar la fachada principal de la vivienda, con eso la artista pretendía establecer una comunicación con todo lo había dentro y el público que se acercara a mirar en su interior. Información con la que podrían crearse una imagen más o menos detallada de las condiciones en las que sus legitimos moradores vivian. Y lo que era lo más importante para la artista.

El documental registra en siete minutos la pérdida de una vivienda que se mantuvo en pie durante casi cinco decadas

Cuyo deseo era que el espectador tuviera la capacidad para crear su propia narrativa, y su particular versión de los hechos sobre la pautas cotidianas de convivencia que podían suceder en aquel entorno y sus alrededores antaño. Pero sobre todo en el interior de la vivienda. Por eso la arista por una parte sustituye la pared y su puerta principal, por un gran ventanal que abarca todo el perímetro de la viviendad.


Para que puedas imaginar todas y cada una de las escenas domésticas a través de los que su moradores se relacionan de forma cotidiana. En el fondo daba una segunda oportunidad a la casa a través de las miradas y congeturas de sus visitantes casuales. Convirtiendo los restos de aquel hogar habitado antaño en un set cinematográfico improvisado. En el que tras desvelarse lo que sucede en el interior, gracias a que la barrera opaca de la pared se vuelve traslúcida permitiendo acceder de forma deliberada a lo que podía estar sucediendo dentro.


Dollhouse reune en sus diferentes fases creativas, un proceso que representa una experiencia en la que un prematuro abandono, y una efímera rehabilitación, se consuman en un final  epico y dramtico, por el que finalmente se rompe el vínculo entre el objeto y el paisaje y su memoria. 
  


Permitiendo al intruso penetrar en la intimidad de la casa y elaborar su propia versión de los hechos, en lo que podría ser el arranque, a partir del que elaborar su propio guión, cuya "redacción" reflejara lo que allí, entre esas cuatro paredes podría estar sucediendo. Creando un relato más o menos fiel y cómplice en todo caso, el cual independientemente de su motivación y desenlace pudiera ser finalmente compartido con el resto de los visitantes a través de capítulos encadenados.

Los cuales en un momento determinado arderian entre el pasto de las llamas, en en ritual donde el fuego haría de todas esas historias imaginadas un acto de purificación comunitario. Suceso que de alguna forma se produjo cuando en 2013  Heather se puso en contacto con el documentalista Chad Galloway para sacar adelante un proyecto que en imágenes consistiría en filmar como se consumiría la casa pasto de las llamas, 

Una propiedad que había soportado todos los avatares y rigores climatologicos, y que por razones que hasta hoy presente se desconocen fue precipitadamente dejada atrás por sus legítimos inquilinos. Y por lo tanto despojada de su propia historia y memoria, dejando un espacio familiar acogedor hasta ese preciso instante, en uno huérfano y que tras esperar largo tiempo no tuvo más remedio que sucumbir ante el fuego.



Grabado con un formato accesible, el realizador mantiene el pulso y la habilidad en todo el rodaje. Pues debido a que contaba con un plazo de tiempo muy limitado, condicionado por lo que durará en consumirse la casa pasto de las llamas. A lo que haya que que se rueda en su mayor parte a lo largo de una sola noche. Por lo que el enfoque principal era, darle más énfasis al hecho dramatico que estaba sucediendo frente a la camara.

Cuyo emplazamiento se fija con el único propósito de documentar lo más fiel un episodio que por mucho que haya sido planificado con anterioridad, no deja de ser por eso dramático e imprevisible. El incendio a medida que envuelve la casa por completo, refleja una pérdida irreparable, lo que lleva al espectador a considerar el dolor único de perder algo con tanto arraigo como puede ser tu hogar. Esto es quizás particularmente conmovedor en un momento en que estamos perdiendo cada vez más nuestros lugares de origen debido a fenómeno políticos-sociales consecuencia de la globalizacion y los efectos del cambio climático. Que está propiciando el desplazamiento de decenas de millones de personas en todo el mundo.


Una falla de Escif se cubre de esperanza frente al Covid-19


Las Fallas para quien no las conozca son una cita ineludible dentro del calendario de fiestas en España, este evento de luz y fuego que se celebra a lo largo de la primera semana de Marzo (como muchos) ha tenido que cancelarse por la irrupción del Coronavirus.


Por lo que la tradicional "planta" de las cientos de Fallas y Ninots acompañados de los miles de petardos de la Mascleta se paralizo, lo que supuso que el trabajo realizado en la construcción de cada Falla a lo largo de muchos meses por cientos de artesanos y artistas invitados se viera truncado.


Impidiendo que se consumara el ritual por el cual en comunión asisten cientos de miles de ciudadanos para ver como arden pasto de las llamas estas manifestaciones populares fabricadas con materiales como madera, corcho, cera, cartón.

Momento en el que el rito del fuego finalmente consumio la unica Falla que este año ardio en Valencia

Figuras cuya temática diversa hacen alusión a los mas variopintos temas (muchos de ellos de actualidad), y que tras arder repartidos en las plazas y calles de toda la ciudad quedan de alguna forma exorcizados.

Para este edición uno de los artistas invitados fue el artista urbano local Escif, del que ya he tenido oportunidad de hablaros en diferentes ocasiones aquí y aquí, y cuya propuesta consistio en crear una figura que simbolizara una mezcla de contemplación y confianza en un futuro cada vez mas incierto.

  
Con la quema parcial de la Falla titulada This Too Shall Pass realizada por el artista urbano Escif para las fiestas de este año en Valencia suspendidas debido al coronavirus, se pretendia transmitir un mensaje de esperanza y fraternidad haciendo un homenaje a todos los profesionales de la sanidad publica implicados en la lucha contra la pandemia.


Mensaje que adopto la imagen de una mujer que practicaba Yoga mientras miraba al horizonte sentada en posición de flor loto. Una imagen evocadora y coherente con la visión armónica que en muchas de las intervenciones de Escif se percibe.

Y que debido a los turbadores y precipitados acontecimientos protagonizados por el Covid-19 tuvo que modificar a ultima hora cercenando parcialmente a la figura de cintura para abajo, conservando solo la mitad que compone el torso y la cabeza.


Puesta a punto y traslado de la figura original realizada por Escif

Destinando el resto de cuerpo para una quema simbolica, pues la totalidad de las fallas presentadas este año han sido eventualmente indultadas hasta que la proxima edición, si se dan las condiciones se pueden celebrar las fiestas en esta ciudad mediterranea donde la luz y el color se mezclan con el fuego.

Tras este acto simbolico el rostro de la mujer fue instalada en la Plaza del Ayuntamiento añadiendole una mascarilla de enfermeria, una mas de las decenas de millones que utilizamos a lo largo de cada jornada, un accesorio que se ha convertido en un complemento indispensable en nuestro atuendo. 
 
 
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Una mascarilla cuyo proposito era mostrar con un gesto de solidaridad, todo el apoyo de una sociedad a las decenas de miles de enfermeras en particular, y al conjunto del personal sanitario en general, que todos y cada uno de los dias que asisten a su puesto de trabajo en un hospital estan arriesgando sus vidas con el unico proposito de cumplir su deber como personal sanitario al servicio del ciudadano por lo que se les debe un respeto y un reconocimiento.

Por salvar la vida de sus semejantes en un acto de generosidad y de vocación infinita, aun en situaciones en las que debido a la falta de equipamientos y material con el que garantizar una atención optima a los miles de pacientes que demandan atención desbordando el sistema de salud, ponen en peligro su integridad fisica y tambien emocional.

Los artistas Douglas Gordon y Morgane Tschiember trazan un anillo de fuego en los Alpes frente a lo desconocido


Los paisajes de alta montaña aunque se visiten de forma asidua siempre infunden cierto temor hacia lo desconocido, este recelo se acrecienta si la temporada que se elige para realizar la excursión son los meses que comprende  el Invierno y la zona elegida es el Gstaad situado en pleno corazón de los Alpes Suizos.

Emociones que supo describir como pocos Jack London escritor conocido por sus novelas de aventura ambientadas en paisajes inhóspitos y adversos, relatos con los que lograba transmitir una atmósfera solitaria e inquietante de la montaña.

Sentimientos que lejos de disuadir seducían hasta llegar a obsesionar a muchos de sus devotos lectores, siendo suficiente la narración escrita para estimular sus sentidos trasladandolos al escenario donde tenían la oportunidad de por unos instantes meterse en la piel de sus protagonistas.

Relatos que pese a ser redactados un siglo aun hoy en día se convierten en el precursor para que desde otros ámbitos creativos, se utilizados como materia prima al través de los que denunciar o realizar alegatos ecológicos.

EL PAISAJE COMO SÍMBOLO DE LO DESCONOCIDO

Como es el caso han servido de los artistas Douglas Gordon y Morgane Tschiember, que se inspiraron en los pasajes de algunas de sus mas celebres. Para trazar sobre el terreno de forma efímera un enorme anillo de fuego que conjure todos los males que se pronostican pueden causar la desaparición de la mayor parte de la bio-diversidad.

Además de las mociones negativas que aun careciendo de fundamento nos suelen asaltar a la ahora de emprender nuestros proyectos personales, al igual que anataño otros viajeros realizaron por caminos y senderos practicamente inaccesibles, guiando sus pasos hacia el interior de la montaña.

Titulada  As close as you can for as long as it lasts, se trata de una intervención de Land Art que utiliza el fuego y efectos de sonidos pregrabados, evocando aquellas situaciones en las que nuestros deseos por descubrir lo desconocido aun pudiendo ser considerados temerarios, son mas intensos que la parálisis que nos produce el miedo mas lacerante al que nos hayamos podido enfrentar.

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Realizada hace justo año año dentro del programa Elevation 1049: Avalanche, cuyo tema giraba en torno a los fenómenos naturales y paisajisticos y su translación a un lenguaje artístico. As close as you can for as long as it lasts simboliza el efecto de atracción que ejerce sobre nosotros aquello que por naturaleza no es extraño.