El término muralla nada mas escucharlo nos suele evocar lugares fortificados planificados y construidos por el ser humano principalmente durante el periodo que comprende la edad media. Y cuya principal función estrategia en la posibilidad de no ser asaltados por el invasor.
Y en defender los feudos o poblaciones que ubicadas en su interior se parapetaban tras sus gruesos muros, de todas aquellas posibles invasiones o actos beligerantes, de los muchos que se producía durante aquella época ocurantista. Uno de los mas claros ejemplos sería el de la archiconocida muralla China.
Que con sus miles de kilómetros perimetro ejercía de frontera del coloso oriental, evitando cualquier acto hostil proveniente de su vecino del Norte. Más cercanas geográficamente tendríamos la oportunidad de visita al las muralla de Ávila en España. Que a escala menor, cumplía con el mismo objetivo defensivo.
Pero la oferta de este tipo de infraestructura no sólo se dan en el ámbito del patrimonio artistico arquitectónico, sino que también las podemos encontrar producto de algún fenómeno natural, resultado del paso del tiempo y de la sedimentation paciente que producen enormes colosos de piedra que se alzan hacia el cielo para asombro de sus visitantes.
O cómo en el caso de las Murallas de. Finestres, unos enormes macizos cuyas crestas despuntan al cielo. Formaciónes que se deben al movimiento de las placas tectónicas que han provocado que la piedra calcárea del terreno se levante en capas en forma de barrera vertical rayando el cielo con sus aristas afiladamente recortadas.
Practicante de kayak en plena travesía hacia la parte central de la muralla
Una maravilla natural, un tesoro que ha permanecido hasta hace relativamente oculto para los circuitos de turismo tradicional. Este desconocimiento parcial de la existencia de las también conocidas como las Murallas de Huesca. Por estar ubicadas geográficamente en el interior de la provincia española que le da nombre, situada al norte de la comunidad autónoma de Aragon.
Mas concretamente en la comarca de Ribagorza, sea debido a que para acceder a su deslumbrante contemplación el excursionista tendrá que completar un trekkin considerado de mediana dificultad. Desde el pueblo abandonado Finestre, hasta el embalse de Canelles.
Un embalse de agua cuya construcción supuso la desaparición de numerosas pedanias entre las que se se encuentra la villa desde la que partiremos bordeando el embalse. Un lugar donde aparte de destacar por su gran riqueza en flora y fauna. Cuenta con una oferta de actividades que tanto en su entorno.
Perteneciente a la Sierra de Montsec, las conocidas como las Murallas de Huesca, ofrece una variedad de paisajes en las que el agua se alternan con los senderos y en el que la práctica de las actividades acuaticas cuentan con un protagonismo central.
Cómo en el interior donde sobre sus cálidas aguas, cada vez es más frecuente observar a usuarios que preparan sus tablas de padding surf, con las que se adentran el interior del embalse, hasta llegar a las inmediaciones de las escarpadas paredes de la muralla que ademas hace de frontera natural entre la comunidad de Aragon y Cataluña.
Pero si lo que quieres de verdad es deleitarse con la magnitud de la verticalidad de las paredes de la muralla, y hacerlo desde diferentes perspectivas, obteniendo una diversidad de vistas. Se recomienda encarecidamente apostarse en uno de los muchos miradores que bordeando el perimetro del embalse.
Te proporcionará una experiencia muy rica y completa de lo que ya se puede considerar uno de los monumentos naturales más asombrosos que se pueden visitar dentro de la península ibérica. Entre estos muchos puntos de contemplación que hay diseminados por el camino.
Uno de los muchos miradores desde los que puede admirar la muralla perfectamente señalizado
Desde los que el viajero podrá obtener las mejores vistas de estas estructuras de piedra queden perfectamente verticales, desafiando casi a la propia ley de la gravedad. Entre estos miradores citar se pueden citar los que forman parte de lo que se conoce como la Ruta de las Ermitas.
Cómo el de la ermita de San Marcos, el primer templo que te encontrarás tras salir del pueblo, y que será la antesala de la ermita de San Vicente, desde cuya barandilla y panel informativo, podrás obtener una de las mejores panorámicas de las murallas.
Si cuentas con tiempo se recomienda acercarse a la bellísima ermita de Santa Maria, una de las de más recientes construcciones de la comarca, ya que data del siglo XVIII. Y en cuyo edificio se convocan a los feligreses sobre todo en los días festivos.
A los pies de los Mallos de Riglos hay un albergue utilizado por montañeros y escaladores
Que todavía conservan recuerdos de los usos y costumbres de la rica vida rural, de lo que antaño se conocía como Roques de la Vila, pero acabaron haciéndose más populares los de la Muralla China de Finestres o la Muralla China de Huesca.
Sin abandonar la provincia de Huesca y como buenos aficionados a la escalada, nos dirigimos entre paisajes donde predominan abundantes bosques a nuestra segunda y última parada. Un conjunto de tres volúmenes de roca cuyas paredes adquieren un color rojizo cuando se esconde el sol.
Conocido como los Mallos de Riglos, las tres estructuras cuyo punto de máximo altitud es de alrededor de quinientos metros de altitud. Se dividen en tres grupos, mallos grandes, pequeños o tambien llamados fils. Siendo un lugar de reunión para los escaladores no sólo de la comarca, sino de las regiones limitrofes,
Situado al norte de la provincia Española de Aragon, en las estribaciones de los Pirineos, los macizos de los Mallos de Riglos, se han convertido en un paraíso para escaladores.
Aunque presenta una dificultad media, se trata de un tipo de escalada que se puede abordar tanto por aquellos escaladores que quieran adquirir experiencia. Al menos a baja altura, y siempre y cuando que su cuente con el equipo óptimo, además de adoptarse las medidas de seguridad que permitan agarrarse a la roca con garantías. Como por los más experimentados.
Entre los numerosos puntos de escalada con los que cuenta los Mallos son el Cuchillo, el Melchor Frechín, la Visera, el Puro, el Firé, el Circo de Verano, el Macizo de Pisón, o los Volaos. Pudiendo contratar un servicio de monitores en el cercano pueblo.
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Otro de los alicientes que ofrece la visita a los Mallos de Rigllos es la posibilidad de avistar una nutrida colonia de buitres leonados, los que en forma de clanes planean en los alrededores de río Gallego. Donde sacian su sed cuando han terminado de devorar a alguna de sus víctimas.
Debido a estar situado en las estribaciones de los Pirineos la cima de los Mallos se han convertido en una plataforma bastante popular para los practicantes del salto Base, siendo los preferidos los del Firé, el Pisón e incluso el Puro, siendo no obstante la Visera por su acceso caminando y su gran desplome el mallo preferido para este fin.