El pico Everest en la cordillera del Himalaya en las ultimas décadas ha pasado de ser un reto simbolizado por ser la montaña mas alta del planeta tierra, a convertirse en un destino turístico para espíritus libres.
Como consecuencia se ha pasado de la organización de unas cuantas expediciones por temporada, en las que el reto deportivo se mezclaba en ocasiones con la investigación científica, a una situación insostenible desde el punto de vista ecológico, debido a la acumulación de residuos abandonados por las decenas de expediciones que se organizan anualmente.
Para reducir la mancha ecológica y el impacto medioambiental sobre un área de especial protección, se puso en marcha la iniciativa Saving Mount Everest Clean-Up Expedition llevadas a cabo durante las primaveras de 2011 y 2012 por la Everest Summiteers Association, una expedición formada por 65 porteadores recogieron y trasladaron en yaks hasta ocho toneladas de basura.
Una de las piezas de la colección Da Mind Tree, hecha con la basura recogida en el Everest
Según la responsable del evento Kripa Rana Shahi, el propósito es crear concienciar respecto a un área de especial protección como es el monte Everest y su entorno, y que mejor que hacerlo que a través de una actividad artística, donde se combina el reciclaje y la creatividad.
Entre los muchos restos que se rescataron, un helicóptero que se estrelló en mil novecientos setenta y cuatro, mientras llevaba comida para los escaladores italianos. En total más de cuatro mil personas han escalado los 8.848 metros de altura que alcanza el coloso blanco, que se extiende entre Nepal y China, y cuya cima fue conquistada por primera vez por Edmund Hillary y Tenzing Norgay en 1953. Una pieza monumental se instalará en el Museo de las Montañas Pokhara. El título de este trabajo ya ha sido anunciado como La Puerta del Himalaya.