Swoon el arte como elemento transformador del espíritu humano


Puede una obra de arte adquirir una narrativa interpretativa similar a la que se puede ver en una obra cinematográfica, aplicando la estructura de comienzo, nudo y desenlace. Se trata sin duda de un planteamiento sugerente y sugestivo pero que lamentablemente sí exceptuamos la vídeo instalaciones de artistas visuales como Bill Viola


La percepción que tiene el público en general sobre el discurso tanto  estetico como conceptual que debe concurrir para que una pieza de arte se pueda valorar en esos términos, suelen estar sujetos tanto normativamente como tradicionalmente a formas y modos que rara vez escapan a la ortodoxia. Quizas este recelo tenga con ver más con el espacio expositivo que con los valores y propiedades de la obra en sí. 


Pues aunque a estas alturas nadie le puede causar sorpresa, que ya no en una sala de un museo, sino en la de una galería de arte se programen periódicamente eventos donde se pasen algún reportaje o documental dedicados al arte. Cuyo planteamiento por lo tanto es meramente artístico, el público todavía habitual que asisten a espacios de exposición de obras plasticas, tienen interiorizado la idea de que se tratan de espacios destinados únicamente y exclusivamente a colgar lienzos u piezas escultóricas, mostrándose reicitente a que cometan casi un sacrilegio con un lugar que el como espectador no puede dejar de contemplar como continente cuyo diseño y uso está enfocado para alberga un determinado tipo de obras. 


Y es que aunque en los últimos cincuenta años han aflorado una casi infinita cantidad de propuestas que desde una diversidad artística han tratado, de hacer comprensible para un público que está acostumbrado al arte figurativo. Propuestas digamos más arriesgadas que tendieran puente entre las más actuales tendencias y vanguardias artisticas, fusionandolas con dinámicas creativas propias de una narrativa donde tanto la acción, como el movimiento y el sonido. 


Permitieran crear contenidos que analizados bajo la lupa de la crítica alcanzarán el mismo estatus de valoración entre los coleccionistas de arte, cuyo gusto y preferencias han preferido decantarse por propuestas más cosmopolitas y accesibles como el arte urbano o street art. Corrientes que sí parecen que tras mucho tiempo y empeño si han logrado seducir a los amantes de arte, incluso aquellos que por naturaleza solían rachazar de forma contundente una obra arte cuya gestación y realización tuviera como ámbito expositivo el espacio público. 

Gran parte de su arte está inspirado en personas que conoce y encuentros casuales que tiene


Finalmente se han sentido persuadidos sino fascinados por la práctica urbana, por lo que cada vez es más habitual tener noticias de obras que tras ser subastadas han alcanzado precios casi astronómicos. Quizás el que lenguaje cinematográfico compuesto por planos, contraplanos, secuencias... No posee las propiedades precisas para poder integrar la práctica artística tal como la conocemos, resultandonos cuando menos exótico que un artista visual que incorpora imágenes en movimiento pueda cautivarnos en los mismos terminos que un artista clásico. 


Aún así si explora el calendario de citas artisticas existen artistas que si tratan de ofrecerte una experiencia dramática similar a la que puedan dispensar un relizador de cine. No tanto en cuanto al formato sino más bien en cuanto a la génesis y  la representación final sobre el plano que se expone. Y también porque no en el proceso de creación, una fase que se suele obviar pero que implica un intervalo de tiempo, en el que tanto emocionalmente como intelectualmente se suceden una serie de contecimientos. 


Los que finalmente suelen desembocar constituyendo todos y cada uno de los matices que conformarán el resultado de cualquier obra. Una de las artistas que ha profundizado en este sentido ha sido la artista con base en el barrio New Yorkino de Brooklin, Caledonia Curry aunque firma bajo el seudónimo de Swoon, y de cuyo trabajo os hemos dado a  conocer algún proyecto como el conjunto escultórico que firmó en 2011. Titulado Submerged Motherlands, como en buena parte de las obras que firma la artista traza un vínculo emocional entre la consecución, en ésté caso de un arbol que representa la enésima denuncia que pone en evidencia la nefasta influencia del ser humano sobre la tierra. 


Mezcla de performance, animación,  pailoflexia, e instalación la instalación The House Our Family Built, nos describe un relato a partir del que recuperar nuestro legado familiar.


Si en esta recurre a una estética que parece extraída casi de un cuento tradicional, con la que sin duda la artista trata de crear una vía de comunicación que incida directamente sobre el lado más emotivo de aquel que repara en cada detalle de la obra. Elevando inmediatamente la empatia hacia el mensaje en este caso ecológico sobre el que Swoon trata de generar conciencia y solidaridad. 


Capacidad, la de la complicidad  sobre la que la artista a la perfección conoce todos y cada uno de sus códigos. Empleandolos con acierto bajo una diversidad de prismas, unas veces con más pedagogía y sutileza en el mensaje sobre el que desea dejar constancia en la retina de aquel que atraído por la acumulación de elementos metaboliza la obra en su conjunto tras dedicarle un momento más o menos largo de contemplación. Como si se encontrará inmerso en una ambientación decorada con motivos de origen Zen. 


Siendo otras de las cualidades de las obras de Swoon la de la inmersión, virtud difícil de integrar en una obra de arte pero que ella ha logrado a lo largo de su ya dilatada trayectoria, incorporandola como un desafío complementario a sus obras. Tobre todo en aquellas donde lo dramatico, lo íntimo y lo personal se encuentran en un cruce de caminos, obligandote  a despojarte de tus perjuicios y tus inhibiciones frente al contexto de la situación, ya sea de índole moral o social, sobre la que obra en cuestión. 


La instalación nómada The House Our Family Built, entreceje un relato social cuyo drama se exorcisa a través del arte


Se torna más visceral y contundente, retandote constantemente a sostener la mirada mientras te cuestionas como ser humano, como pueden existir otros congéneres de tu misma especie, que acaben optando por replicar conductas que en principio le son ajenas y sólo pueden acabar perjudicandole. Instalaciones que destacan por su dramatismo a la par que por pertenecer a la esfera de lo que se podría considerar íntimo. Temas excabrosos a los que Swoon añade altas dosis  de psicología, lo que atenúa el impacto de la obra. 


Introduciéndose poco a poco en una dialectica en la que de forma inconsciente se suscitan reflexiones que más o menos razonadas son provocadas por su vision. Instalaciones de corte íntimo como la titulada The House Our Family Built.  La cual se centra en  explorar el trauma y la adicción dentro del seno fmiliar, en una un collage compuesto por una serie de intrincados recortes de papel, murales pegados y cortos de animacion de stop-motion una historia que pertenece al ámbito personal naciendo del corazón y de la memoria de una niña que creció en la ciudad de Connecticut. 


Konbit Shelter se creo en 2010, en respuesta al terremoto de Haití destruyó decenas de miles de hogares


Dónde creció bajo la tutela de unos padres que presentaban antecedentes por consumo de estupefacientes. Degradante situación qué logro evitar gracias su abuela, una figura familiar determinante que la facilito que geminara en ella inquietudes creativas, gracias a las que a edad difícil como es la adolescencia fuera invitada a un centro de día donde asistían personas de la tercera edad, donde entre otras actividades había talleres de iniciación al arte. 


Una etapa de su vida muy personal con la Swoon trata no obstante lanzar un mensaje optimista de cara a las nuevas generaciones. Con ese objeto la instalación itinerante que se pudo ver en diferentes distritos de la ciudad de New York donde contó con la colaboración del artista Jeff Stark, ha estado de viaje durante buena parte del pasado año por buena parte de los Estados Unidos. 


Se despliega a lo largo de un contenedor de catorce metros de longitud, medida inusual pero con la que la artista consigue un enfoque extendido en una escultura móvil que se asoma con cierta indiscreción explicita al de la intimidad de la vida familiar.

 


Gracias a la práctica artística Swoon ha establecido un estrecho diálogo con el activismo como precursor a través del que solucionar conflictos, que exploran el poder de la creatividad como respuesta a las crisis causadas por desastres naturales, violencia estructural y adicción.



Realizada en colaboración con PBS American Portrait, The House Our Family Built transforma un camión de caja en una escena doméstica nomada compuesta por una cabina envuelta en papel tapiz estampado y un remolque abierto para revelar un ambiente similar al que se genera en una casa. Dentro del vehículo hay objetos sinónimos que te puedes encontrar en cualquier hogar, incluidas fotos enmarcadas,  juguetes para niños y mobiliario. 


Mientras que una cerca la separa el perímetro exterior de la escena que se esta desarrollando a escasos metros. Una familia encarnada por figuras caracterizan a sus diferentes miembros así como definen sus roles dentro del núcleo familiar.  Según la propia artista - el objetivo es que el espectador se identifique con el relato que ante sus ojos se está representando y que tome una postura frente a ello -. 


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En otro orden de cosas en la obra de Swoon existe un paralelismo entre su faceta como artista y su perfil como activista, lo que le ha llamado a poner en marcha proyectos comunitarios fuera de los espacios tradicionales de la galería. En 2015 fundó la Fundación Heliotropo para apoyar múltiples proyectos colaborativos que utilizan el arte como catalizador a través del que hablar sobre diferentes conflictos sociales. 

Se tratan de iniciativas que transforman el paisaje humano y social como el Refugio Konbit, un proyecto de construcción sostenible desarrollado tras el terremoto de 2010 que devastó Haití. Más cercano geograficamente el Music Box Village, se trataba de crear un entorno musical inmersivo construido para abordar el costo cultural del huracán Katrina mediante el fomento de colaboraciones entre la comunidad creativa de Nueva Orleans y artistas de todo el mundo. 

Con el objetivo de capacitar a grupos en riesgo de exclusión social Tiles Braddock, era un programa de capacitación en habilidades laborales dirigido principalmente a jóvenes locales que respondió a la desinversión y la crisis económica en la localidad de Braddock, Pensilvania. En 2020, después de la conclusión de Braddock Tiles, Heliotrope le propuso una colaboración a través del proyecto House Za'kiyah, reutilizando un edificio de tres pisos en Braddock para proporcionar viviendas a personas que salen de prisión o que se enfrentan otra crisis extrema.




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