Protegida por la dureza de las piedras con las que están construidas buena parte de la plaza porticada. Crea la sensación de estar sumergiendose en la versión onírica que anida en nuestra mente. Creada por el artista argentino Daniel Gonzalez.
En su ciudad troquelada ha empleado una variación del origami japones conocida como kirigami. Con la que su autor logra combinar texturas a partir del tratamiento de las geometrías en un efecto visual impactante.
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Como su propio nombre indica Pop-up Building Milan es una propuesta efímera, que reflexiona sobre la disolución de la expresión arquitectónica local, en un proceso de globalización
Daniel González nació en Argentina en 1963, vive y trabaja en Nueva York y Verona (Italia). Su trabajo resulta de la investigación sobre ritos de celebración y fronteras cruzadas y toma la forma de proyectos público. González desarrolla proyectos de arte público desde 2007. Piezas efímeras de arquitectura, instalaciones que transitan entre la fantasía y la ficción. Realizados con materiales poco habituales y ligeros, son efímeros porque pretenden durar poco tiempo y cambiar el valor semántico del espacio o arquitectura para la que han sido concebidos.
Al igual que los marcos barrocos de Bernini, estas arquitecturas efímeras son las herramientas de celebración que, al igual que los cuentos de hadas, influyen en el contexto urbano e involucran a la comunidad. Estructuras contemporáneas porque catalizan espacios de reflexión y sobre el concepto de comunidad, de la pertenencia al lugar y compartir socialmente para generar emociones y activar nuevas relaciones interpersonales.