Cruzado por miles de personas cada día, uno de los muchos puentes, que conectan la isla de Notre dame en París con el resto de la ciudad. Ha sido el elegido por el estudio de Malka Arquitectura.
En el caso del puente su diseño recuerda estéticamente a la urbanizacion del puente Vecchio en Florencia. En una muestra de arquitectura parasitaria con la que transforman en arquitecturas funcionales, a través del diseño e implementación de soluciones residenciales.
Formado por secciones longitudinales, las unidades residenciales se suceden ocupando la totalidad del puente. Constituyéndose como un ente autónomo vinculado con el resto de la ciudad, que presenta un flujo continuo de personas y productos.
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El concepto detrás dePont9 es cooptar a la infraestructura existente y utilizar mejor el espacio para los residentes. En este escenario, un puente sobre el Sena es asumida como arquitectura parasitaria.
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