Los collages realizados por The Lost Object nos describe una arquitectura donde la geometría componen formas cubistas, siguiendo un patrón de secciones que configuran un sucesión ordenada de colores y texturas que se corresponde con diferentes tipologías urbanísticas.
Para su realización se emplea materiales de reciclaje seleccionados por formas, origen y colores, con los que a modo de de piezas que formaran parte de un puzzle, TLO va situando sobre un bastidor de madera que hace de guia o mapa hasta completar cada obra.
Aunque en sus obras emplea predominantemente restos de madera que tras darles la forma y dimensiones deseadas sirve como material de construcción. Objetos domésticos como vajillas de loza, piezas de engranaje, cuerdas o tornilleria sirven para ofrecer paisajes que transmiten a través de una gama de vivos colores sensaciones optimistas.
Muchos de los proyectos de Hyland Mather fundador de este singular proyecto y natural del estado norteamericano de Oregon, en el que ha pasado buena parte de vida desde que naciera en 1971, parecen composiciones pictóricas que a mi me recuerdan a las pinturas cubistas de artistas como Joan Miro.
Las propuestas del estudio The Last Object se nutre de materiales reciclados, con las que su autor realiza paisajes completando que tiene su origen en los pliegues de la memoria del territorio en el que ha cedido.
Quizas sea por su forma de representar el paisaje reconstruyendolo a partir de objetos que ya en principio carecían de utilidad lo realmente conmovedor de las obras de Mather. Y que su autor contempla como un proceso a traves del que puede meditar mientras incorpora todos y cada uno de los motivos. Que finalmente daran contexto a cada de sus proyectos, que a su vez se nutren de otros muchos materiales mucho mas livianos como el papel, con los perfila las partes mas delicadas de cada obra.