Este avance mejorar enormemente la calidad de la tecnología que se emplea para la fabricación de los helióstatos instalados, en las plantas de concentración solar. Un modelo de explotación solar que viene experimentado un auge muy importante en los últimos, por el gran potencial de evolución que presenta.
En principio Marin y su equipo no tenían como objetivo encontrar mejoras en las propiedades en la absorción de luz por parte de los cristales. El equipo estaba estudiando el comportamiento de un cristal fotónico - en este caso, una oblea de silicio con una capa nanoestructurada de nitruro de silicio, perforada en la parte superior formando una celosía.
Estos orificios son tan pequeños que sólo pueden dar cabida a una sola onda de luz. En la mayoría de los ángulos, la luz fue parcialmente absorbida por el cristal fotónico, como se esperaba, pero con una longitud de onda específica de luz roja, con un ángulo de treinta y cinco grados, provocando que la luz se reflejara a la perfección. Cada fotón que fue emitido por la fuente de luz roja se recuperó perfectamente evitando su absorción o dispersión.
Estos esperanzadores resultados son muy significativos, porque representan un nuevo modelo de espejo que en principio presenta una reflectividad perfecta. El hallazgo cuestiona lo que hasta ahora se creía de que las superficies fabricadas por cristal fotónico, obedecían a las leyes usuales de la refracción y la reflexión, pero en este caso no lo hacen.