Seth Wulsin - 16 Tons, caras desaparecidas


En la arquitectura aparte de su diseño, de la estética que presenta y de la función para la que es destinada,  es concebida para ser habitadas por personas, representado esa humanidad una parte importante de la identidad del edificio y en muchos casos su historia. La cárcel de Caseros en Buenos Aires, fue un edificio que como su propio nombre, durante la dictadura Argentina, sus instalaciones albergaron a los presos políticos encarcelados por el régimen del general Videla. Sus siniestros muros son testigos de algunas de las paginas mas sórdida de aquella época.
Para evitar que fuera demolida por las autoridades en 2.010, el artista Seth Wulsin utilizo los orificios circulares que componen las vidrieras en los extremos de las fachadas, para "dibujar" cuarenta ocho retratos pixelados que simbolizan la barbarie y la sin razón de la dictadura. Los rostros que aparecían y desaparecían en función de la posición del sol y su incidencia sobre las vridriera, fueron realizados primer sobre una plantilla, que después fue ejecutada eliminando parcialmente de las teselas circulares, logrando un efecto sobrecogedor con el que se homenajeaba a los miles de personas presas que pasaron con diferente suerte por sus instalaciones.