El uso del medio oceánico y sus recursos para producir energía de origen ha pasado de ser una hipótesis, a convertirse en un escenario donde las posibilidades de explotacion se multiplican. Mucho tiempo se viene especulando con la hipótesis de que las algas contribuyan al mercado energético, extrayendo las grasas con las que se producen en biocombustibles. El cultivo de algas no precisa terrenos feriales destinadas a campos de cultivo, Has los terrenos mas áridos e improductivos desde es punto de vista agrícola, como son los suelos desérticos reunen las condiciones mínimas para su cultivo. Además pueden regarse con aguas saladas e incluso de origen residual, presentado un ciclo crecimiento rápido.
En el medio urbano existen diferentes proyectos para su cultivo, como el que esta desarrollando la compañía Sapphire que dispone de capacidad para producir hasta cuatro millones de litros combustible. Pero quizás el proyecto mas osado y avanzado tecnologicamente sea el presentado por los estudios Howeler Yoon Architecture y Squared Design Lab, que nos plantea la formula de crear viveros modulares de algas urbanos, de cuya gestión se harían cargo personal formado por robots.
En la siguiente animación, se puede en ver plena actividad la instalación que es muy dinámica en su ejecución, se estructura en hileras verticales compuestas por tanques donde se cultivan las algas. El funcionamiento es análogo al de un panal de abejas. Los enormes brazos robóticas trasladan las vainas hasta una plataformas donde se procesan las algas. Una vez finalizado se cultivan y se vuelven a situar el modulo en su ubicación original, iniciando de nuevo el ciclo.
Aprovechando el hecho de que las algas pueden ser cultivadas en vertical en tierras no cultivables, el Eco-Pod se expande en la idea de las granjas verticales urbanas y se lo lleva un paso más allá con una visión para hacer combustible a nivel local en un entorno urbano. Al colocar la estructura en el centro de la ciudad, los desarrolladores esperan estimular el interés público en materia de biocombustibles de algas, así como crear una interacción entre el público y los investigadores.