Hector Zamora - White Noise, las tensiones climáticas y medio-ambientales en una intervención de bandera blanca


Miles de banderas en color neutro, ondean crepitando sus mástiles oradando la arena de la playa. El resplandor de la tela se convierte en rumor siendo el sentido del oido es tan importante como el de la vista para valorar White Noise.  

La ultima instalación del artista mexicano Hector Zamora, con sede en Sao Paulo aunque nacido en México D.F. Se despliega sobre la arena de la playa Bethells, situada en la costa oeste a poco kilómetros de la Auckland, Nueva Zelanda, con motivo de la celebración de la ultima edición de Auckland Arts Festival.

Representa un trozo de poesía visual y un gesto hacia la compleja historia de la presencia humana en la región y el compromiso con la tierra. White Noise responde a la ubicación específica, simbolizando en términos estéticos un gesto cordial ante lo desconocido que está por venir de mar adentro. Una propuesta de carácter activista por el clima y medio ambiente de Bethells Beach


La intervención consiste en conjunto uniformado de banderas que permanecerán como gesto desafiante durante el transcurso de una jornada. Por lo tanto se  trata de una propuesta efímera con una lectura activista en defensa del medio-ambiente. Se trata de una replica que ya se expuso en un hangar en  la ciudad y que se complementa con la documentación filmada de la instalación.


Como en otras ocasiones Zamora capta hábilmente la multiplicidad e intensidad de los relatos que en algún momento han sucedido en el lugar que emplea como relato creativo para su proyecto. reflejandolos en proyectos que se caracterizan por su fecundidad visual. Lo que provoca que no puedas permanecer indiferente ante el mensaje implícito que hay en sus trabjos.


Estás constantes y elementos se  observan en actuaciones como Untitled de 2006, una instalación compuesta por una simple cuerda por la que se puede ascender a un punto que apenas se puedevislumbras. Realizada para una de las últimas ediciones de  la Bienal de La Habana

Se trata de una propuesta que nos transmite incertidumbre, un estructura que se integra con la arquitectónica de su entorno. Del mismo modo en Atopic  Delirium obra de 2009, que tuvo como escenario el hueco de las ventanas abiertas del edificio CDB Bogotá. Cada una de las ventanas se relleno hasta el tope con manojos de bananas. Siendo una sugerente mezcla de los absurdo, y de los débiles que resultan las divisiones entre lo que considerada rural y urbano en un contexto global.