ROSH/AFRODITA, la mirada ensoñada de una sirena urbana y su corazón estrangulado


Según la mitología griega Afrodita era la diosa del amor y la belleza, representada en la historia del arte por multitud de artistas de todas las épocas y corrientes artisticas. Siendo un argumento que ha servido de fundamento creativo a través del que se ha construido una diversidad de narrativas expresivas. 

Convirtiéndose en la musa que ha inspirado obras como el Nacimiento de Venus, del que quizás sea el mas ilustre representante del renacimiento italiano Sandro Boticelli. Un artista tan polémico como genial que empleo el mito de Afrodita a un contexto y época en que el lenguaje corporal y el desnudo era poco más o menos que un sacrilegio.  


Siendo una obra que fue censurada por la ortodoxia dominante en la Florencia de aquella época, que por otra parte presentaba un contexto y dinámica social que se caracteriza por su sentido lúdico y hedonista.

El grafitero y diseñador Rosh nos ofrece su propia versión de los hechos, una interpretación estética que quizás no tenga nada que ver con la figura mitológica. Pero que a base de clonarla en paredes de medio mundo, se ha convertido en el icono por el que es reconocido.


JUMP INTO THE FUTURE:

En Febrero de 2023 año se publicó la denuncia en el siguiente medio digital que podéis consultar AQUI, del deterioro que sufre la versión realizada por Rosh en la ciudad española de Leon. Más concretamente la que se encuentra en el Palacio de Congresos. Un proyecto inconcluso en cuyo diseño original se contemplaba la conservación de la Afrodita.


Su semblante realizado en multitud de versiones impresas, obra gráfica y textil fundamentalmente. Siempre presenta un aire distante a la vez que taciturno y enigmatico. 


Ademas ha sido objeto de exposiciones. La versión mas conocida de la efigie, que el percibe en blanco negro. Incorporandoles en la mayoría de las intervenciones un motivo genérico y afin.


Este elemento característico es un corazón estrangulado que situado en la base del cuello. Actúa casi como un amuleto que forma parte de un liturgia o rito, a través del que su autor aparte de crear un halo de misterio deja constancia de sus diferentes estados de animo.  

Este corazón casi siempre pintado en color purpura, presenta un contorno cuyo trazo está marcadamente influenciado por los retratos cubistas de Picasso. El rictus nos muestra el rostro de una mujer tan segura como desconcertante y onirica, donde la lírica de su mirada acapara toda la atención del que la contempla.