Islas Príncipe en Estambul, el sabor mas tradiciónal de Turquía

 


En los días claros se puede casi abarcar con la mirada en su totalidad los poco mas de doscientos kilómetros de largo por setenta y cinco de ancho que mide el Mar de Mármara. Eso sí para experimentar esa sensación de inconmensurable dominio uno se tendrá que subir las escaleras de caracol de la Torre Galata


Y tras forcejear por tratar de acomodarse en uno de los ventanales, que están orientados en su dirección apuntar con unos potentes prismáticos que te permita otear más allá del horizonte. De un mar interior que une las aguas del mar Negro y del mar Egeo, y separa, por lo tanto, la parte asiática de Turquía de la parte europea a través del Bósforo y los Dardanelos.


Pudiendo divisar las decenas de ferrys que salen a diario desde los amarres del puerto de Buyukada, y que en poco más de una hora arriva a una de los cuatro enclaves habitados que en mayor o menor medida se pueden encontrar en la Princess Islands. Un archipiélago compuesto por un total de nueve islas que representan el mayor y más interesante patrimonio histórico y medio-ambiental,  de un mar cuyo valor reside en la posición geoestrategica y diplomatica que desempeña en el áreaa.


Pero también habria que puntualizar que ademas existen servicios que te acercarán desde Adiköy, Bostaci o Sirkeci. Aunque en este caso tienes que tener en cuenta, que la oferta de servicios y trayectos es bastante menor que desde el puerto principal. Por lo que es recomendable contrastar tarifas y horarios antes de planificar tu excursión alguna de los destinos en ultramar. 


Lo primero que aprecias nada más desembarcar en alguna de las cuatro islas habitadas ya sea la isla principal Büyükada, o las tres restantes Heybeliada, Burgazada y Kinaliada. Es que comparten algunas particularidades como que por ninguna de sus calles puede circular vehículos de combustible particulares, pues esta totalmente prohibida su presencia en todo su territorio. 


Fachada característica de una de las villas con encanto que salen a tu encuentro en la isla Büyükada

Cómo alternativa el viajero que precise trasladarse a algunos de sus puntos de interés, como por ejemplo el monasterio ortodoxo de Aya Yorgi, que se encuentra en el punto más alto de la isla, o el edificio que alberga Orfanato Griego Prinpiko diseñado en un primer momento  para que funcionará como un hotel de lujo y casino. Algo que debido a los trámites administrativos fracaso, por lo que finalmente el que es considerado la estructura de madera más grande del mundo, abrió sus puertas como hospicio, actividad que se ejerció a lo largo de sesenta años.  


Todos ellos en la isla de Büyükada, pordra optar por la bicicleta cada vez mas usada en la isla o por una especie de taxis compactos que te subirán desde el puerto por la calle A Klar Yolu hasta su destino. Otro lugar de interes que no se puede dejar de ver, máxime si te consideras un amantes de la historia. Es la casa construida en madera todavía en pie, donde vivio exiliado que ni más ni menos que el dirigente soviético León Troski.


Y si te gusta la exploración de lugares abandonados o urbex no puede dejar de echarle un vistazo a los restos de un antiguo parque de atracciones llamado Luna Park. Camino que descendiendo en  ladera abajo te conducirá a la zona de calas. Muchas de ellas prácticamente desiertas, pues en su mayoría están frecuentadas tan sólo por los turistas extranjeros. 


Cada isla que forma parte de Princess Islands tiene su propio encanto especial, aunque no todas se pueden visitar, pues cinco son de acceso restringido. Se trata de islas donde debido a su aislamiento todavía se puede percibir el Estambul más tradicional.


Dejada atrás el perfil de Büyükada, nos encaminamos a la isla que coloquialmente se conoce entre los lugareños como la isla verde y que no es otra que Heybeliada. Llamada así en honor de una princesa deportada durante la ocupacion bizantina del archipelago. Siendo otra de las particularidades que comparten las nueve islas. 


En el caso de Hebelyada cuenta con un censo de apenas tres mil personas alcanzando los diez mil en época estival. Aparte del monasterio ortodoxo del siglo Xl que alberga un seminario. Su máximo atractivo son la decena de senderos que te permiten recorrer los bosques compuestos por miles de pinos que pueblan un denso.


Poblacion que ocupa casi en su totalidad la superficie de la isla, y que nada penetrar en su interior y alzar la vista hacia el cielo tratando de alcanzar los rayos del Sol. Visión que consigue transmitirte la sensación de que te encuentras en una zona de alta montaña o escalando una cordillera de dificultad media, en vez de encontrarte a escasos de metros de unas aguas que en contadas ocasiones se ven peturbadas. 

Una de las principales vías de Heybeliada,  donde la presencia de animales de carga es muy comun


En el caso de la cuarta isla escala de nuestro recorrido por las islas habitadas cogeremos otra vez el ferry en  Büyükada, para tras un breve intervalo de travesía, en cuyo transcurso nos deleiteramos con el entorno paisajístico y las vistas que nos  ofrece el mar de Marmara. Descender en el pequeño muelle de atraque de Burgazada. En total el trayecto dura entre media hora y poco de sesenta minutos dependiendo desde donde a adquieras el pasaje. 


Ya en tierra caminando por entre sus pintorescas casas de madera, tipologia arquitectonica típica en Turquía. Pero que tanto en Burgazada como en las tres restantes adquiere una pátina de pueblo tradicional marinero. Llama la atención la cantidad de tascas y salones de té que hay en unas calles donde predomina unas arboledas centenarias que al viajero le proporciona agradecida sombra.


Vista panorámica de la isla de Burgazada y su estampa compuesta por casas escalonadas


Cómo efemérides cultural apuntar que en el perimetro  a pesar de ser reducido se convirtió en el escenario principal de muchos de los cuentos del escritor Salt Falk Abasiyni, una de las principales referencias de la literatura otomana. El cual vivió durante un tiempo en la isla. Actualmente, su residencia se ha convertido en museo. 


Cómo en esta en el resto de las islas se respira a mediterráneo, o más bien a todos los pueblos antes que los otomanos la poblaron. Una historia de su paso que se refleja en pequeños detalles que todavía perduran como muchos grabados de origen bizantino que se pueden apreciar tallados en muchas de las piedras y verjas forjadas de acceso de algunas propiedades, sobre todo de algunas de las familias mas adineradas. 


Aunque se puede programar una visita en cualquier época del año. Si es cierto que la afluencia de público en verano hace aconsejable visitarlas en primavera o en los primeros días del otoño. 


Pero esta herencia de todos los pueblos que desde milenios compartimos la cuenca del Mediterráneo, esa luz tan característica, casi pálida a veces, que bañan las paredes de muchas de sus calles. Pero que sobre todo se aprecia en las características de sus puertos, donde yacen las cada vez menos barcas de pescadores, debido a que el grueso de las capturas van directamente  la capital. 


Pero que en todo caso puedes degustar en una de las muchas terrazas que hay al aire libre en la isla. Pudiendo degustar platos tan característicos de la zona como platos caseros como los mücver, köfte o karnıyarık. O sus ya conocidos mundialmente kebak de los que tendras  tu disposición un variado muestrario, para finalizar esta opipara comilona, realizada acompañados en todo momento por decenas de gaviotas y algún que otro gato despistado, de los muchos que hay tanto en las Islas como en Estambul. Puedes degustar en uno de los muchos puestos situados  pie de calle, sus deliciosos helados muchos de ellos elaborados de forma artesanal, incluso podrás degustar alguna especialidad vegana. 


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Del resto de las islas que conforman este singular archipiélago Yassiada, Tavsanadasi, Kasikadasi, Sedef Adasi y Sivriadaque dista a dieciocho millas de la costa y administrativamente están bajo la tutela del distrito de Adalar. Comentar que no siempre estuvieron despobladas. Siendo en la actualidad propiedades de titularidad privada. Historia que si deseas conocer puedes documentarte en El Museo de Adalar es el museo de historia y geología de las Islas príncipes en Estambul ubicado en Buyukada. El museo fue fundado en 2010 en un edificio que ocupaba una antigua escuela y un hangar de helicópteros cercano sin usar. 




Janaina Mello Landini, las posibilidades de conexión y su función en el espacio




Cuantas representaciones se puede realizar de la realidad a partir de aplicar un mismo modelo, que tipos de datos estadísticos, ya sean extraídos de baremos socioeconomicos, de parámetros de consumo, de movilidad, laborales, de acceso  a la cultura.... Etc?.  Pudiendose extraplolar sus resultados a un entorno visual como por ejemplo unas graficas o las cada vez más utilizadas infografías. 

Concepto que se ha hecho muy popular en la Red, extendiéndose de forma vertiginosa por Internet, hasta haberse convertido en un estándar que se emplea para describir casi cualquier cosa que te puedas imaginar. Desde las cosas más domésticas y triviales, hasta las más relevantes y precisas. Habiéndose creado toda una cultura que reduce a una sucesión de pictogramas cualquier tipo de dato en cualquier forma o contexto. 


El objetivo es sintetizar el máximo de información en el mínimo espacio, y que toda esa información sea lo más comprensible para el lector o el consumidor de este tipo de contenidos, proporcionándole un soporte riguroso del que poder extraer el sustrato informativo a partir de la cual el lector se pueda crear una imagen de la realidad que le circunda lo más objetiva posible. La cual facilitarle las cosas a la hora de obtener pautas de comportamiento y de toma de decisiones con las que poder orientarse en un entorno cada vez volatil. 

Pudiéndolo hacer como sujeto a través de un lenguaje más visual y muchas veces más inmediato e intuitivo. Resultado óptimo que no siempre se puede obtener accediendo a los formatos narrativos tradicionales. Debido a que como individuos nos informamos a través fundamentalmente de plataformas multimedia, donde utilizan la imagen como elemento principal a través del que transmitir la información, en decrimento de los medios escritos. 


Llegados a este punto sería preceptivo si a través de la práctica artística se puede describir la realidad. La respuesta por evidente y por antecedentes históricos tiene que ser necesariamente afirmativa. De hecho hasta entrados el siglo pasado el arte más allá de lo figurativo y estetico era una fuente de información a través de la que los más diversos artistas se convertían en reporteros de tanto los grandes acontecimientos como de la escena más mundana que sucedía a su alrededor. 


En el Ciclotrama (expansão) de 2019, la artista establece un vínculo entre el cielo y la tierra y sus ritmos 

Por eso en la actualidad la práctica artística es mucho más abstracta y simbolica, prescindiendo de todo oropel innecesario, desnudando la obra en ocasiones hasta dejarla desprovista de cualquier mensaje que se pueda catalogar como explícito, y abierto en todo caso a un amplio variado abanico de interpretaciones. Aún así hay artistas como la brasileña Janaina Mello Landini, que lleva más de diez años embarcada en un proyecto itinerante, por el que trata de describir a través de una serie de intervenciones los mas variopintos elementos de esta sociedad globalizada y cada vez más porosa. 


Donde las cifras resultado de millones de operaciones aritméticas realizadas por ordenadores que utilizan como lenguaje un código de ceros y unos lo representan casi todo. Cifras que la artista con sede en Sao Paulo trata de representar a través de instalaciones, que en un principio por la sencillez de sus materiales. 


En la mayoría de las ocasiones cuerdas más o menos anudadas, que le permiten modelar una realidad en la que las propiedades cuantitativas se imponen a las cualitativas. Por eso Janaina intenta comprender las características sistemáticas de los espacios de acción cosmopolitizados. 

Si lo haces entonces surgirá ante ti una serie de aspectos constitutivos de esa realidad que en una mayoría de ocasiones se camufla tras múltiples capas. Al explorar esas características hay que tener muy en cuenta que el concepto de espacios de acción cosmopolitizados está relacionado con la noción de metamorfosis del mundo.


Conceptualmente, un Ciclotrama es el resultado de un ciclo continuo y binario, una estructura esquemática con una característica jerárquica, compuesta de partes interdependientes. Término compuesto que proviene de la raíz “ciclo” y de la palabra latina “trama”, que significa tejido.


Para ello aplica una combinación de los conocimientos que adquirió en el transcurso de su formación superior, donde obtuvo su título como arquitecta en 1999 por la Universidad de Sao Paulo, al que añadió una diplomatura en arte en 2007. Un cocktail que fusiona con matrices matemáticas y ecuaciones físicas, convirtiendo su propuesta en una amalgama más propia del Renacimiento. 

Al menos en lo conceptual, porque en lo estetico es puro minimalismo. Y es que lo importante para Janaina es crear una familiaridad que permita la comprensión por parte del espectador de la obra, que más que contemplar tiene que diseccionar en función del espacio donde se exhibe. 

Pues las instalaciones en su mayoría apuntaladas a la pared o al techo de la institución donde se expone, de aspecto menudo y frágil, aunque en su elaboración pueda invertir la artista meses de preparación y documentacion. Supone en el fondo un análisis sociologico de una actividad más o menos próxima en el tiempo. 

Las cuerdas azules del Ciclotorama 122, trazan el universo de Facebook a través de sus millones de hipervinbculos

Cómo por ejemplo en la versión titulada Ciclotrama 112 (link), que data de 2019. Encargada por la popular red social. La instalación que ocupaba uno de los edificios del arquitecto Frank Gehry, y que en la actualidad es la sede de Facebook en Menlo Park, California. Esta instalación pretendia reflejar la estrecha relación que Facebook tiene con el termino LINK. 

Construyendo un sistema es un espacio virtual donde las personas reflejan los diferentes tipos de relaciones de "estar en el mundo", tanto a nivel individual como colectivo y sus infinitas interdependencia. El ciclotrama adquiere su poder más significativo al hablar directamente con el espacio arquitectónico siviendose de el. 

Tanto el Ciclotorama 80 en la parte de arriba, como el 78 y el 77 en el medio y abajo exploran las estructuras organicas

En otras ocasiones sin embargo se vuelve más introspectiva y endogena, describiendo lo orgánico que forman las vísceras y órganos de un ser vivo. O al menos una parte de él como puede ser el sistema circulatorio. Como queriendo trasladarse a lo esencial que nos constituye. De esta etapa se pueden mencionar obras como Ciclotorama 77 sobre lino azul de 2017. Su continuación Ciclotorama 78 que presenta el mismo patron salvo que el color de la obra que alcanza los dos metros es de cuerda color rojo. O el Ciclotorama numero 80 donde la cuerda en crudo carece de color

Descontruyen diferentes estructuras organicas que mas o menos se pueden identificar a simple vista, como los vasos, venas y arterias que vasculan el sistema circulatorio que se muestran en color rojo. Los alvéolos de la cavidad pulmonar por donde circula el oxígeno optando por el azul. O o el más neutro que bien podría reproducir las mil terminaciones de una raíz o quizás las cavidades de laberíntica madriguera. 


La artista aplica en cada instalación sus conocimientos en matemáticas y arquitectura para levantar con la sencillez de una cuerda un espacio complejo de estructuras moldeables a través de las que construye su propio relato de la realidad. 


Más reciente en el tiempo Janaina ha empezado añadir versiones a su proyecto Ciclotoramna, donde el rendimiento del espacio se evalúa desde un enfoque externo. Completando proyectos a mayor escala pero que sin embargo mantienen las mismas coordenadas que el resto de sus obras. Estructuras laberínticas interconectadas que por momentos guardan una relación próxima a la práctica de Land art. 

Un matiz rústico que se puede observar en intervenciones como Ciclotrama (flutuantes),  de 2018 que con unas dimensiones de 7m x 10m x 10m. Instalación eterea compuesta por un conjunto de seis modulos fabricados con tamaños variados, de postes metálicos e hilos. La idea principal de la artista es desarrollar el razonamiento de un dibujo espacial a través de la experiencia de la fuerza física y la tensión entre los cables. 


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En esta instalación esta idea se refuerza cuando los ciclotramas colocados al aire libre responden a la acción del viento. En última instancia, como un palíndromo, el trabajo oscila entre dos ideas, una idea entrópica relacionada con la desintegración del sistema y una idea sintrópica, convergiendo diferentes factores para equilibrar, esto refleja la organización universal del mundo.

En su serie conceptual el Ciclotorama 231 se funde con la tierra dibujado un diagrama ancestral 

Presentado en la cuarta edición del Circular Arte na Praça Adolpho Bloch celebrada en 2021. El Ciclotrama 231 se expande en esta ocasión sobre el suelo. La idea sobre la que gira trata sobre la ancestralidad, no la que nos distingue sino la que nos une a través de los "Haplogrupos" maternos reconocidos en nuestro ADN, que son capaces de rastrear los orígenes de los ancestros de la línea materna, hasta llegar al ancestro común hace aproximadamente 200.000 años. 




El Lower East Side de New York, el distrito de los huertos urbanos

 


Cuando los primeros colonos se asentaron en el sur de la actual isla de Manhattan fundando New Ansterdam, entre otras motivaciones estaba la de que en aquellos pantanales regados por los afluentes tanto del East River como fundamentalmente por las caudalosos aguas del Hudson River. Representaban un tesoro desde el punto agrícola. 


Una tierra de cultivo fecunda y fértil que garantizaba la producción de una cuantiosa a la par que nutritiva cesta de productos de lo más variados. Con la que alimentar a las miles de familias que tras escoger unas de las parcelas en la isla, se afanaban en la construcción de sus casas. Primeros habitantes que no se podían imaginar que cientos de años más tarde, aquellos miles de acres cultivados de sol a sol, y con herramientas muy precarias y fabricadas bajo condiciones muy rudimentarias. 


Serían el embrión de lo que a la postre se corvertiria en un primer momento en la ciudad más grande del mundo, y con el tiempo, en todo caso y tras ceder el cetro de ser la urbe más colosal. Seguir definiendose como la ciudad en cuyo espejo se siguen mirando el resto de aquellas grandes concentraciones de población que desean desarrollarse aplicando un plan urbanistico coherente con las expectativas y necesidades de los ciudadanos que la habitan. 


Todo un estándar socioeconomico que se ha proyectado fundamentalmente a lo largo del siglo XX erigiéndose en un paradigma, de cuya narrativa han emanado multitud de versiones o utilizando un neogilismo cinematográfico spin off. Hasta convertirlo en un credo para cualquiera que sea en términos técnico-urbanisticos o a nivel político desee realizar una gestión la mas eficiente posible que permita un crecimiento del paisaje urbano lo más sostenible posible. Contribuyendo a crear un sustrato cuyo paisaje tanto a nivel humano como urbano sea lo más beneficioso posible para sus habitantes. 


De aquellas propiedades y su concepción como es razonable apenas queda rastro en ninguno de los cinco Boroughs, o cinco grandes divisiones administrativas a través de los que se articula la ciudad. Aunque quizas aunque pueda sorprender a una mayoría de viajeros, es que en lo mas profundo de Manhattan donde de alguna manera se pueden percibir las reverberaciónes. 

El All People Garden es un espacio multi-area con jardines y huertos colectivos

De lo que en un pasado relativamente reciente se pudo considerar un vergel natural, compuesto por propiedades dedicadas exclusivamente a la actividad agrícola. Más concretamente en el área que comprende el distrito de Lower East Side, donde han proliferado una mayor cantidad de propuestas orientadas hacia la agricultura urbana o a la creación de zonas verdes de iniciativa civil en el espacio público. 


Iniciativas en su mayoría emprendidas a partir de propiedades surgidas de asocaciones que trabajan en diferentes ámbitos sociales, pero que les une su conciencia medioambiental y el fomento de una vida saludable. Y cuya labor con el paso del tiempo ha servido para provocar una metamorfosis en el paisaje urbano de un barrio que está delimitado al norte por el puente de Williamsburg y al sur por el puente de Manhattan. 


Un barrio tan bohemio como ecléctico donde, el visitante puede observar como las bicicletas inundan sus calles siempre llenas de actividad, gracias a las numerosas terrazas repletas de estudiantes, que viven en bloques de pisos de alquiler que se mezclan con exclusivos apartamentos dando como resultado uno de las comunidades más jóvenes de la ciudad de los rascacielos.


A escasas manzanas de los inmensos rascacielos de Times Square, en el Lowes East Side se ha desarrollado toda una comunidad de huertos urbanos y espacios verdes gestionados bajo un enfoque comunitario.



Rascacielos qué por otra parte están prácticamente ausentes en un barrio, dominado por propiedades residenciales de cuatro o cinco alturas como maximo, como el edificio que alberga el Lower East Side Tenement Museum, clásicas tiendas de telas y tradicionales delicatessen, como Katz's y Russ & Daughters. El lugar idóneo para que se creen auténticos oasis, pulmones comunales que han ravalorizado un barrio hasta no hace mucho anodino y apático. 


Parques como los más veteranos, como el de All People's. Garden, al cual para acceder hay que flanquear un verja de forja. Situado en 293-295 East 3rd Street, este jardín fue creado en 1978 por la asociacion VISTA voluntair Olean For en un esfuerzo por unir al vecindario del bloque contra el narcotráfico.  Espacio que desde que se abrió dio la vuelta a la vida de muchos jóvenes con su club de dedicado a la infancia. En 2003 completó una importante renovación del jardín con una restauración de la zona de asientos en la zona del escenario, barbacoa, cobertizo de herramientas y caminos con adoquines. Además de un nuevo mural y una glorieta. 


De esa misma época es Creative Little Garden, se trata de un elegante jardín sombreado que obtuvo sus plantas y  materiales de donaciones particulares. Situado en 530 E. 6th Street, un camino sinuoso de grava, te conduce a un jardín de rocas, y patio de losa y zonas de esparcimiento. El jardín fue renovado por GrowNYC en 2004 con financiación de la Fundación Greenacre. El  Camino se enloso de nuevo, se colocó un pequeño cenador y se añadió un nuevo banco nivelando además el camino principal y el patio. 

Flanqueado por una barandilla hecha con troncos, El parque de la Tranquilidad es de los más veteranos de la ciudad


Un año posterior se inauguraba El Parque de la Tranquilidad hermoso jardín donde han prosperado árboles plantados en el antiguo sitio de una sinagoga.  El jardín tiene un nuevo cobertizo de herramientas, cercas de madera, pajarera, y entrada de losa. Si lo visitas en 314-318 East 4th Street, tendrás la oportunidad de ver una de los jardines de rosas y lirios más agradables de Manhattan. 


Del Miracle Garden, aparte de la gran intimidad de la que goza, lo primero que te llama la atención son los enormes bancos de madera que convierten la pequeñez placita circular en un sitio acogedor y familiar. Construido en 1983. Cuenta con una variedad de plantaciones que se abre a un área de reunión oculta de la calle, lo que lo convierte en un respiro tranquilo y fresco en un caluroso día de verano. Se encuentra en 194-196 East 3rd Street

En el fondo del Martin Luther King se ve  una pergola rodeada de variedad de flores


El siguiente en nuestro recorrido es el Martin Luther King Jr. Park (adyacente a Henry Street Settlement) fue construido originalmente como un parque provisional en 1993, debido a su forma triangular se pensó que no reunía los requisitos. El parque tiene dos áreas principales. La primera es soleada y abierta. Hay un pequeño césped rodeado de rosas. Entre las dos secciones hay un mirador de cuatro metros de diámetro. A lo largo del camino que conduce a la segunda área hay jardineras accesibles para sillas de ruedas.


De alguna forma los huertos urbanos del Lower Manhattan representan un homenaje a una ciudad solidaria que apuesta por crear espacios de ocio y uso público, en áreas masificadas urbanisticamente.



La historia del jardín comunitario se inicia hace 25 años cuando uno grupo de vecinos deciden fundar el Sara D Roosevelt Park, ocupando una parcela en el lado sur de Delancy Street. Forsyth Garden Conservancy aumentó las plantaciones perimetrales y las protegió con cercas. También crearon el Jardín de Aves Hua Mei, donde los residentes locales traen sus pájaros cantores y se congregan para verlos y escucharlos. 

El Slope Children Garden es uno de los mas amplios del distrito

Aunque entro en funcionamiento en 2006 la superficie dedicada a la zona ajardinada del 5th Street Slope Children's Garden, ha duplicado su tamaño gracias a que se fusionó con el patio de recreo de un colegio adyacente convirtiendose en uno de los parques del distrito. El jardín se hizo conocido como el jardín inclinado porque se inclinaba de oeste a este, por lo que fue nivelado a posterior con la adición de material orgánico. Alberga un escenario de actuaciónes, un área de picnic, bancales plantación, senderos y cenador del que cuelgan viñas. 


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Para finalizar este repaso a los espacios verdes gestionados de forma comunitaria damos un salto atrás en el tiempo hasta trasladarnos a 1971, que es cuando en Generation X Cultural Garden. Por lo que estamos ante el decano de todos ellos. Así como el más apreciado del Lower East Side. Recorrido por un trazado cuya senda principal esta pavimentada conduce a un área para actuaciones. La finalización de un muro de contención de mampostería permitió crear áreas de siembra adicionales donde las moras, los arándanos, las frambuesas y las fresas crecen compartiendo espacio con nectarinas, perales, melocotoneros y manzanos.



Pripyat la ciudad después del desastre nuclear de Chernobil

 


Si hay un lugar en el imaginario de cualquier practicante de urbex, ya sea aquel que atesora cierta experiencia o por el contrario sea alguien que está comenzando a aventurarse en la exploración urbana de lugares abandonados. Son los restos de la ciudad perimetrada de Pripyat, una ciudad que languidece dentro de la zona de exclusión de Chernobil.


Devorada por la maleza tras más de treinta y cinco años desde el que un aciago 26 de abril de 1986, se activarán todas las alarmas en la central nuclear que hoy en día protegida por la vasija más grande del mundo, permanece inmóvil, congelada en un inquietante letargo casi eterno. Debido a que en uno de sus reactores de fisión nuclear se colapso, comenzando a emitir cantidades de radiación hasta entonces desconocidas por la humanidad. 


Lo que provocó que las autoridades adoptarán como primera medida evacuar a la totalidad de los 40000 habitantes con los que en aquel entonces contaba en aquel momento. Una medida que buscaba priorizar la protección de una población que desconcertada por la escasa información que había recibido en relación a unos acontecimientos sobre los que se les ocultaron de forma deliberada todo detalle. Obedecía de forma dócil y apresurada dejando atrás prácticamente todas sus pertenencias y enseres. 


Restos de un proyecto de urbanización colosal, por lo que la antigua Unión Sovietica había desarrollado y acelerado las obras de construcción desde cero. De lo que hasta ese momento se podía considerar la urbanicion ex-frofeso del núcleo poblado más grande del mundo, si exceptuamos la ciudad de Brasilia, que desde su finalization se convirtió en la capital de Brasil, siendo concebida por el arquitecto Oscar Niemayer


Un proyecto que desde que de forma apresurada pero metódica fuera abandonado ha cedido prácticamente a los rigores del paso del tiempo prácticamente convirtiendose en una ciudad fantasmal y por momentos tetrica. Cuyas cicatrices se observan nada más acercarse a sus inmediaciones. Ya sea andando por cuenta propia y riesgo tras recorrer los 18 kilómetros que la separa de la ciudad de Chernobil. 

Interior decrépito de uno los hospitales que atendía a la poblacion


Trayecto paralelo a las riberas del rio Pripyat, qué implica invertir  alrededor de hora en una plácida caminata. Opción que no suele ser muy recomendable, pues en todo el perimetro que rodea el término municipal en un radio de treinta kilometros a la redonda desde la zona cero. Las fuerzas de seguridad ucranianas han establecido un fuerte dispositivo de seguridad y video vigilancia. 


Por lo que al igual que casi las 70000 personas que se estiman que se adentran cada año en las diferentes áreas restringuidas que forman parte tanto de la ciudad como de su entorno más proximo. Antes contrataron alguno de los denominados comandos furtivos, que operan principalmente desde Kiev


Y que por una módica cantidad te garantizan una visita segura a algunos de los muchos puntos de interés, además de proveerte de un contador geyger con el que podrás evaluar los diferentes niveles de particulas radiactivas que emiten en diferentes areas. Lugares que pese a la persistencia del tiempo y los estragos que ha producido en el conjunto del mobiliario de esta ciudad todavía se pueden visitar salvo excepciones. Deterioro que se aprecia a un más en los días plomizos, cuando las temperaturas descienden de forma drastica debido a los vientos gélidos provenientes de noreste siberiano. 


Cuya fuerza azota a la cada vez más numerosa vegetación que en muchos casos ha conseguido no solo camuflar sino engullir literalmente muchos de los edificios de esta singular ciudad. Algo que llama poderosamente la atención. Pues los altos índices de radiación que observaron los científicos en las semanas inmediatamente posteriores a la fuga.


Las ruinas relativamente recientes de la ciudad de Pripyat evocan a la vez que desafían a los instintos más primitivos sumergiendote en la exploración de un lugar donde los espectros inertes nos susurran un pasado que no se debería repetir. 



Afectaron principalmente tanto a la fauna como a los densos bosques que se encuentran en el entorno próximo a lo que hoy es el sarcófago, experimentando un descenso drástico en su población. A los que sobrevieron se les acabo aplicando el apelativo del Bosque Rojo. Tonalidad que finalmente se ha convertido en el fenotipo dominante en la zona. 


Y que se puede apreciar con más contundencia cuando declina el día y el sol se dibuja en el horizonte. Fenómeno que en menor número se aprecia en la vegetación que devora todo tipo de edificaciones, aunque se suelen endocitar aquellos que por su aislamiento presentan unas parcelas cuyas extensiones de terreno son mayores.


Cómo en la que encuentra el Hotel Polissya,  uno de los edificios más altos de Pripyat, que casi se puede divisar desde casi cualquier de una ciudad, que se empezó a construir en 1970 y que esperaba alcanzar los 80000 habitantes en su máximo apogeo. Lo que la convertiría en la segunda localidad más poblada de Ucrania, superando incluso a Sebastopol. Siendo uno de los símbolos del desastre nuclear. Fue construido en 1975 para alojar principalmente a los operarios especializados que trabajaba de forma temporal en la central. 

Treinta y cinco años después de la tragedia el hotel Polissya presenta una estampa fantasmal

O el cine Prometheus de Pripyat que era uno de los lugares más populares de la ciudad para reunirse y tener una tarde de ocio viendo películas o disfrutando de su cafetería interior. Aunque la programación estaba compuesta por un catálogo de películas seleccionadas tras haber pasado la rigurosa censura soviética. De sus instalaciones cinematográficas, apenas queda algunos restos del mobiliario como son algunas filas desdentadas de butacas del aforo, o la pantalla de exhibición que raida por la mitad parece que va ha desplomarse en cualquier momento. 


Según avanzas hacia el centro de esta ciudad también conocida como la ciudad de las rosas, seudónimo con la que se bautizo porque a todos y cada un los vecinos que se añadían a su censo. Se les entregaba como presente de bienvenida un rosal, al cual se le asignaba un lugar de cultivo en unos de los cientos de jardines que había por todo el área metropolitana. 


En las escasas butacas de lo que en principio se iba a llamar el cine Uranio se dice que se ha visto algunos de los espíritus de la alta jerarquía sovietica

Zonas y espacios verdes que fueron los primeros en desaparecer fruto de las sucesivas oleadas de radiación, que transformaron de forma radical de la noche a la mañana. Y que por mucho que te empeñes apenas puede imaginar. Aún llegando a las inmediaciones de amplias avenidas como la de los Entusiastas y la calle de la Amistad de los Pueblos.



Donde de manera infructuosa, como otros cientos quizas miles de visitantes que te precedieron a ti. buscas un letrero con el eslogan «átomo pacífico» (en ruso: мирный атом, mirny átom). Un nudo georgiano de difícil interpretación a la par que sugestivo, y que en todo caso indica las profundas connotaciones sociales y políticas a partir de las que se expandió una ciudad. 


Que fue idealizada por las élites soviéticas proyectandola como ejemplo urbanístico y social, de lo que en un futuro debían ser los principales argumentos políticos y arquitectónicos que proyectará la Unión Sovietica. Que se tendrían que contemplar a la hora de crear uno de los muchos asentamientos que estaban planeados realizar en décadas venideras. 


A día de hoy existen diferentes proyectos que planean la utilización del suelo en esa zona de Chernobyl para generar energía mediante paneles solares, toda una paradoja histórica. 


Sitios más llamativos donde estilos como el Brutalismo compartirían su protagonismo incorporando referencias más occidentales de las que sus arquitectos no se podían abstraer. Detalles sutiles de los que apenas queda algún vestigio. Pero que podrás imaginar si te has documentado antes de visita por ejemplo el Centro Cultural Energetik. Se trataba de un pabellón multiusos que contaba con un edificio de administración adyacente. Donde se intentó dinamizar el espacio a través de grandes ventanales. 


O el café Prípiat (que se encontraba cerca del río), único y en el centro de la ciudad, cerca del Bulevar Lenin. Se trataba de lugares altamente frecuentados en un enclave que había sido planificado como lo que se conoció posteriormente como una ciudad dormitorio. Donde las distracciones y los momentos de ocio y el tiempo libre se circunscriben actividades realizadas principalmente en el exterior.

Cristalera interior del bar de Pripyat, una mezcla de Art Nouveau y arte sacro

Percepción de los usos del tiempo libre que pudo variar sustancialmente si poco días antes de su cuando el 26 de abril estalló el reactor 4 de la Central nuclear de Chernóbil. Pues la inauguración oficial del parque de atracciones estaba programada para el uno de mayo de 1986, coincidiendo de esta forma con el Día del Trabajador, fiesta nacional en la entonces Unión Soviética.


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¿Abandonado?, documental con mas de mil lugares abandonados en Europa


Parque cuyas atracciones han sido colonizada por numerosas aves y algunas manadas de lobos que merodean por los alrededores. La imponente noria que se levanta como testigo mudo, de lo que iba a ser el resurgimiento del sovietico. Y que proyecta su larga sombra por otro de los equipamientos emblematicos con los que contaba sus ciudadanos, siendo utilizada principalmente los fines de semana. 


Se trataba de la piscina cubierta Azur, quizás el principal lugar de reunión, sobre todo en los meses a lo largo que transcurría el frío y crudo invierno. Construida dentro del programa marcó de actuaciones iniciado en 1970. Estamos ante uno de los pocos edificios que mantuvo su actividad después de la catástrofe nuclear. Estando en fncionamiento hasta 1998, Doce años después del accidente. Durante aquel tiempo, las instalaciones de la piscina fueron utilizadas por los bautizados como liquidadores. A pesar de los altos niveles de radiación del área, la piscina está considerada uno de los puntos más limpios de la ciudad,​ sin embargo, tanto esta como la cancha de baloncesto adyacente está en un avanzado estado de deterioro.


Si nos alejamos un poco la ciudad nos toparemos con la majestuosidad del Radar Guda, un casi intimidante muro de acero que alcanza los 700 metros de largo y una altura máxima de cien metros cuya contemplación en toda su extensión puede provocar vertigo. Y que debido a la enorme financiación que habría que invertir en su desmontaje. Se mantiene en pie, aunque ya hay alguna sección que por efecto de estar muy expuesta a los rigores del clima se ha desprendido. Por lo se recomienda a los incautos que no escale hasta su cima, la que por otra parte ofrece una panorámica excepcional del todo el área que abarca la ciudad hasta divisar la glaciar figura del sarcófago sobre cuya superficie plateada despuntan los rayos del sol.