Cuantas veces haciendo senderismo o simplemente paseando por la montaña o adetrandonos en el bosque. Alzamos la mirada hacia el horizonte y nos llegamos a sentir cautivados, por el increíble espectáculo que la naturaleza nos ofrece.
Emociones visuales que en una mayoría de ocasiones se completan con elementos sonoros, que bien pueden ser el canto melodioso emitido por un pájaro posado en un árbol.
O trasladandonos al extremo opuesto los desagradables sonidos producidos, por una amalgama de sonidos urbanos. Por los que nos llegamos a sentir agredidos auditivamente.
La fotógrafa publicitaria Anna Marinenko ha registrado todas estas frecuencias trasladandolas de forma visual. Convirtiendo las ondas de sonido en material estético de los paisajes que visita. Tanto pertenecientes a entornos urbanos como a los realizados en entornos naturales. Obteniendo como resultado una expresión creativa hibrida, en cuyas fotografías se alternan la imagen con todos sus elementos y su traducción en formato de frecuencias.
Titulada Nature Sound Form Wave, cada imagen representa de forma simétrica, las oscilaciones dibujadas por las ondas sonoras que se funden con las cadenas de montañas recortadas o el perfil de un skyline urbano. Consiguiendo crear un efecto de continuidad que puede llegar a pasar desapercibido, en unas composiciones donde se muestra la imagen y su replica sonora.