Descubierto casi por casualidad el estado de Michoacan, es una región que desde que tuve la oportunidad de conocerla por la ciudad de Morelia y su festival de cine me ha cautivado. Asomada al océano Pacífico y situada entre los estado de Jalisco y Guerrero al Sur.
Se hizo mundialmente famoso por ser destino final de una mayores migraciones que se conoce, la que protagoniza las mariposas Monarca. Que tras completar una odisea de más de 4000 kilómetros, desde sus lugares tradicionales de cría en Estados Unidos y Canadá, y sorteando númerosos obstáculos, los cuales han provocado que se reduzca drásticamente su población.
Llegan finalmente tras bordear buena parte de la costa, dejando atrás la península de baja California. A la Reserva de la Biosfera Santuario Mariposa Monarca que está situada en la Sierra de Chincua, más concretamente en las afueras de la localidad de Rosario. Edén natural que se ha convertido en un lugar de estudio donde acuden cientos de biólogos cada temporada, sobre todo coincidiendo con su llegada al bosque en Octubre.
Además de ser un atractivo mas que se suma a la gran cantidad de espacios protegidos con los cuenta toda la region. Pero en esta ocasión nos vamos a desplazar un poco más al Norte de la region, a poco más de 63 kilómetros de la capital del estado ubicada como hemos dicho Morelia. Donde veremos como el paisaje se transforma de forma radical, debido fundamentalmente a una enorme masa de agua que ocupando una superficie que abarca poco más de 260 kilómetros cuadrados.
Contiene ocho islas, de las cuales siete están prácticamente inhabitadas, pero que sin embargo si poseen un interés desde el punto medio-ambiental, como veremos más adelente. Siendo la principal, un peculiar enclave que recibiendo el nombre de Janitzio, cuya superficie está urbanizada en su práctica totalidad convirtiendo todo su territorio en una sucesión de calles. Isla cuyos primeros asentamientos fueron protagonizados por la etnia de los Purepecha que se asentaron en la region, y de cuya presencia todavía se pueden visitar reliquias a lo largo del denominado corredor de la cuenca del lago Pátcuaro.
Pero antes de comenzar nuestro sinuoso recorrido por el islote principal de este singular archipielago, orientar a posibles navegantes que en un futuro quieran ascender hasta arriba de la isla para obtener una vista panoramica del entorno, algo que sin duda merecerá la pena.
Indicar que el acceso y vía principal al conjunto de islas es por carretera, a través de la carretera secundaria catorce. En total son 55 kilómetros de litoral que están en franco retroceso medio-ambiental, debido a causas relacionadas con el cambio climático como la eutroficacion. Y reducción de la agua embalsada que se puede observar al aproximarnos al embarcadero, donde se aprecia como ha retrocedido uno cuantos metros así como ha descendido su nivel.
Donde tras adquirir los tickets para uno de los númerosos servicios que a lo largo de toda la jornada conectan la placa continental con el muelle principal de Janitzio. Un agradable recorrido que se cubre en poco más de cuarenta minutos, y que habitualmente se ameniza con una banda de musicos. Que a ritmo de corridos o rancheras mexicanas, hacen que el ya de por sí breve viaje pase en un suspiro.
Y si por lo que sea no te resulta suficiente aliciente la banda sonora que te acompaña, siempre puedes fijar la atención en la deslumbrante vegetación (principalmente pinos), donde habitan tlacuaches, tejones, ardillas, conejos y zorras grises. O mirar entre las aguas donde se pueden pescar especies nativas como el famoso pescado blanco o Chirostoma que se encuentra en peligro de extinción, tres tipos de charales (blanco, prieto y pinto), acúmara, tiro, chegua, tirípichos o Skiffia y allotocas; así también como tres especies introducidas, como la lobina negra, la tilapia y la carpa.
La isla de Janitzio en mitad del lago Pátzcuaro en Michoacan se ha convertido en un lugar donde el turismo de masas se combina con la historia de Mexico.
A se me había olvidado la localidad desde la que deberás embarcarcarte en los ferry es Pátzcuaro, saliendo regularmente a lo largo de prácticamente de toda la jornada. En época precolombina era una de los asentamientos principales de la comunidad indígena de los Purépechas. En la actualidad Patzcuaro forma parte de la selecta red de pueblos Mágicos de Mexico.
Entre sus numerosos lugares de interés que se pueden visitar aparte de sus números templos entre los que cabría destacar, el dedicado a Nuestra Señora de Guadalupe, un santuario de estilo neoclásico del siglo XIX y la iglesia del Sagrario. Así como la Casa del Gigante que con su megnifico pórtico, fue construida en el siglo XVII, la fuente del Torito que se localiza en la Plaza Gertrudis Bocanegra o la estatua de Tzintzicha Tangáxoan emplazada a las afueras de la ciudad obra del autor Guillermo Ruiz.
Desde el preciso momento en que desembarcamos en Janitzio, aunque habría que puntualizar que su nombre original proviene de la raíz purépecha Janitsïo o Flor de trigo o maíz. Nuestra principal referencia visual será el monumento que a modo de guía parece vigilarnos desde el punto más alto de la colina que domina la localidad. Y que no es otra cosa que la estatua (que a modo de cristo de Corcovado en Rio de Janeiro), fue levantada en homenaje del héroe nacional que citaré más abajo.
Un monumento singular que desde la lejanía no parece que presente una gran altura, hasta que según te aproximas a ella completando la leve pero constante pendiente del camino que le da acceso, te percatas de su verdadera magnitud. Con su brazo derecho alzado y su puño cerrado, reproduce la figura de José María Morelos y Pavón, un libertador que se levanto contra los colonizadores españoles a principios de siglo XIX, recuperando amplias regiones del sur.
Pero lo que más asombra es lo que uno tiene la oportunidad de descubrir cuando penetra en su interior, jalonado por una escalera de caracol, que pegada a su interior te llevará desde la base hasta un pequeño mirador. Desde el que se puede otear el resto de las islas del lago. Este monumento contiene ademas en su interior una colección de pinturas que describen la biografía del héroe mexicano y sus hazañas.
Una de las fechas más señaladas en su calendario, es el celebre Día de Muertos, festividad que se celebra entre el uno y el dos de Noviembre. Organizandose en sus calles una ofrenda de flores a los difuntos. Una festividad, que recordemos que tiene que ver con la etnia de los Michuaques, que consideraban a los lagos como la puerta de entrada a su cielo 'el inframundo'. Lugar sagrado donde iban las almas de los muertos, conducidos por un perro (una nutria, llamada también el perro del agua), a reencontrarse con la divinidad. Su interpretación mitológica es "Donde están las piedras (de los dioses) a la entrada de donde se hace la negrura".
Recorrer las calles de esta singular ciudad isla, te traslada a otra epoca, a un lugar único en muchos aspectos, cuyos acontecimientos históricos alumbraron el nacimiento de una nacion.
También se le puede por extensión darle la interpretación de "La puerta del cielo" o bien "La entrada al paraíso". Que engalana este pequeño pueblo de alrededor de unos pocos cientos de lugareños que se dedican principalmente a la actividad turística, de la que obtienen el grueso de sus ingresos, al igual que la mayoria de los alrededor de 60000 habitantes con los que cuenta Pátcuaro.
Recorriendo sus estrechas calles, encuentras decenas de puestos donde te venden toda una variedad de artesanias, desde las más tradicionales como los bordados realizados con los más variopintos motivos, hasta los más comunes como los dedicados a la venta de las perturbadoras a la vez que las llamativas Catrinas. Y que no son otra cosa que las mascaras, a cuyo proceso de fabricación puedes asistir in-situ. O los puestecillos donde comprar las famosas Flores de Cempasúchil, que se emplean fundamentalmente para decorar las puertas de las casas o los altares que te asaltan con una sinfonía de olores por sus calles.
Si lo que buscas es degustar su gastronomía, no puedes dejar de probar el pescado blanco, que te lo preparan principalmente a la plancha. U otras delicias locales como los charales, los ucelos o el celebre entre los los lugareños el tamal de ceniza siendo el único que se cocina a la ceniza. Elaboración que no deja de otorgarle un sabor peculiar. Aparte cuentas con pequeños bares donde te sirven todo tipo de bebidas refrescantes algo muy a tener en cuenta si vas en temporada alta.
Del resto de siete islas, las más relevantes son La Pacanda y la que recibe por nombre la de Yunuén, ambas deshabitadas en la actualidad. En todo caso de esta segunda que significa "Media Luna", ha llegado hasta nuestros días una leyenda cuyo relato nos narra lo siguiente. La leyenda habla de una hermosa princesa llamada Daniela Yunuen que solía habitar la isla. Un día la princesa se entera por medio de sus hermanos que la quieren secuestrar y llevar a casar con el monarca de un pueblo guerrero. La princesa desconsolada busca ayuda en el lago, quien, según la leyenda, la amaba y no podía estar sin ella. Finalmente creen encontrar una solución. Que consiste en que el lago le propone a Hapunda saltar en el centro de él, y que de esta dorma nunca se separarán. Hapunda accede y al caer la noche se sumergió en el centro del lago y salió de nuevo convertida en una garza. Así, según la leyenda, cuando dejen de haber garzas en el lago, éste estará tan triste por perder a su amada, que se secará. Profecia que se está cumpliendo, por lo que el número de la población de garzas también se ha visto afectado, debido a que la cantidad de agua de la que se nutre el lago se ha reducido considerablemente, fenómeno que ha repercutido negativamente afectando a la biodiversidad del lago.