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La Biennale presenta la instalación Grasslands Repair Linda Tegg y Barraco Wright, la arquitectura como reparador paisajistico


Los diferentes ecosistemas que conforman los parajes de los GrasslandS en el estado de Australiano de Victoria, han servido de inspiración para que la artista Linda Tegg y el arquitecto Barraco Wright.

Recreen este habitat peculiar trasladando sus características únicas a un espacio cerrado, en concreto a los casi mil metros cuadrados de superficie que ha ocupado la instalación titulada Grasslands Repair, en la nave central del Lido Veneciano.
  
Siendo la propuesta de la delegación Australiana participante en la celebración de la ultima edición de la Biennal de Arquitectura de Venecia. Una de las mas atractivas conceptualmente de cara al publico asitente, y cuyos múltiples actos han ocupado buena parte del año pasado. 

Siendo la adaptación de la practica arquitectónica al medio un tema central a lo largo de toda la muestra, tratando de relación entre la arquitectura y sus posibilidades respecto al conservacionismo y el medio-ambiente asi como sus posibilidades paisajisticas.


UN HABITAT COMPLETO RECREADO EN UNA SALA DE EXPOSICIONES

 
Concepto que en mayor o menor medida ha sido el catalizador en todos cada uno de  los pabellones que se han podido visitar en la isla. Siendo las 10.000 plantas que representaban a las 66 especies, buena parte de ellas endémicas de un ecosistema tan singular como el de las grasslands, el que mejor simboliza este concepto.

Y cuya reproduccion a escala real han servido como eje narrativo para que tandem Barraco-Tegg. Por una parte realicen un alegato denunciando del deterioro que ha sufrido este espacio singular desde mediados del Siglo pasado, habiendo perdido desde entonces la mitad de su masa forestal.


Grasslands Repair recurre a un enfoque multidisciplinar compuesto por la aquitectura, el paisajismo y el arte, con el objetivo de propner soluciones viables y coherente contra el cambio climático.


Y por otra parte ciñendonos mas a la practica arquitectónica y a los beneficios que puedo aportar, a través de aplicar técnicas propias que favorezcan en términos arquitectonicos a esos entornos naturales. En los cuales en principio el ritmo de los ciclos medio-ambientales son diametralmente opuestos.


ARTE Y ARQUITECTURA PARA SALVAR EL PLANETA

Un binomio que según Linda ofrece diferentes posibilidades a la hora de desarrollar estrategias conservacionistas eficaces. Y que la creadora ya había explorado en obras precedentes, eso si, a a través de planteamientos de mucha menor embargadora.

Como en la instalación titulada Grassland(s) en singular, un sucedáneo realizado en exterior encargado de la Biblioteca del Condado de Victoria, en cuyos jardines situados enfrente de la fachada principal. Se cultivaron durante meses los matorrales bajos característicos de la zona.




Algo que contrastaba con los setos perfectamente recortados y las zonas ajardinadas con esmero del perímetro exterior. Accion que según su autora suponia devolver algo de su aspecto original a un lugar que en tiempos primitivos había formado del paisaje autóctono. Y cuya imagen ha tratado de reproducir esta vez en un espacio acotado donde las condiciones tanto lumínicas como climatológicas, por omisión están controladas, lo que influyen en los ciclos naturales de un paisaje cautivo que sin embargo se consigue domesticar adaptandose a un dispositivo artificial
.

   

 

Julie Gonce entre paisajes de cristal


Como gotas agua que se depositan una tras otra hasta que fruto de las bajas temperaturas se congelan adquiriendo las mas caprichosas formas, las esculturas híbridas formadas por las ramas y el cristal fundido a una temperatura que ronda los seiscientos grados.

Del artista Julie Gonce emergen como paisajes de formas transparentes que sin embargo parecen ocultar un misterio o quizás un tesoro, que solo descubrirá aquel que recurriendo a su imaginación.

Se sumerga entre las tonalidades de sus aristas a través de las que se pueden percibir de forma tenue, el reflejo del paso del tiempo de una naturaleza que transmite paz y belleza, y cuyo sonido cristalino rebota desde el fondo como un eco que viene del pasado.


UN BOSQUE DE CRISTAL DENTRO DE UNA CONCHA

Mostrándote una época en la que la naturaleza dominaba un paisaje en perfecto equilibrio encontrándose en todo su esplendor. Aunque Julie domina la amplia variedad de técnicas que existen para trabajar con el vidrio, en su estudio utiliza principalmente la de fusión o soplado, aunque en ocasiones también aplica las de grabado.

Con las que esculpe una variedad de motivos todos relacionados con el reino animal su otra gran pasión, que ha cultivado desde que era joven. Combinandola con la actividad artística que siempre estuvo presente en su casa, suponiendo un acicate para que al final se decantara por sus estudios de bellas artes.

Los que finalizo cuando el Siglo XX daba sus ultimos coletazos y las nuevas corrientes artísticas emergentes como la protagonizada por el Land Art se hacia un hueco, como la expresión estética de los movimientos y organizaciones ecologistas tan en boga por aquella época.  

Y donde los reiterativos avisos acerca del deterioro de los diferentes ecosistemas que forman el planeta, pasan de ser un rumor apoyado en estudios y estadísticas de dudoso criterio a convertirse en un clamor y por lo tanto en una de las principales preocupaciones sociales, algo que también se refleja a través de la esfera artística.


UN MUNDO DENTRO DE OTRO MUNDO

Preocupación por su entorno que comparte Julie metabolizandola a través de paisajes anidados, donde los colores turquesas del mar se fusionan con una fiesta de tonalidades entre las que destacan, los verdes, los amarillos y los rojos.

Con los que crea composiciones donde la precision en la realización de cada detalle, en composiciones esculturicas en las que puede llegar ha emplear hasta un mes de tiempo, trabajo concienzudo que revela pliegues y matices que en un primer vistazo desapercibidos.

Aunque puede emplear todo tipo de vidrios Julie se decanta por vidrio borosilicatado por contar con propiedades como su durabilidad y su resistencia calórica y química. Debido a que se trata de un material que presenta el vidrio un coeficiente de dilatación de aproximadamente un tercio del vidrio común.

Lo que le confiere esta propiedad de resistencia y flexibilidad que otros vidrios al choque térmico no le garantizan, aunque también puede rajarse o quebrarse al someterse a variaciones rápidas de temperatura, Julie cuenta con una dilatada experiencia en su manejo lo que le permite trabajarlo con habilidad para conseguir modelar la forma deseada.

Relacionado:  Michael McGillis, el arte del paisaje como mensaje ecológico

Las esculturas de cristal y materia orgánica de Julie Gonce exploran los caminos y conexiones entre el diseño, el arte y la naturaleza a traves de una danza de colores y formas.



The Florence Experiment, arte y ciencia que nos acerca al universo emocional de las plantas


Si hay algo por lo que es mundialmente conocida la ciudad italiana de Florencia, es por ser considerada la cuna del Renacimiento, una época de esplendor, conocimiento y creatividad que a lo largo de dos Siglos, fusiono en una misma entidad lo mejor de la expresión artística y la investigación científica.

Legado que ha llegado hasta nuestros días a través de iniciativas tanto relacionadas con  el arte, a través de la extensa oferta de actividades y exposiciones que se organizan cada temporada, como de los cursos y conferencias de caracter científicp que se convocan a taves de la extensa graciasred de centros de investigación con los cuenta la región de la Toscana

Siendo uno de los mas innovadores el LIVN (International Laboratory Plant of Neurobology), instituto dirigido por el neurobiologo Stefan Mancuso, que se dedica a estudiar la expresión neural de las plantas en campos como el comportamiento, la inteligencia y la comunicación.


EL ESPÍRITU DEL RENACIMIENTO EN EL SIGLO XXI
 
Y cuyos reveladores y sorprendentes resultados están sirviendo para que poco a poco se modifique la percepción que se tiene del reino vegetal, pasando de ser considerado un ecosistema donde sus miembros carecen de capacidad para comunicarse y expresar emociones, 

A ser una comunidad que crea una identidad  cultural propia, a través de las relaciones que se establecen entre las diferentes especies de vegetales que la componen.

Sinergias que han servido para inspirar el proyecto titulado The Florence Experiment del artista belga Carsten Holler, y que se ha podido visitar hasta finales de Agosto. Teniendo como espacio expositivo las instalaciones del incomparable Palazzo Strozzi, obra arquitectónica cumbre del renacimiento italiano.

Construido en 1489 por encargo Filippo Strozzi, uno de los muchos rivales de los Medici, una de las familias mas influyentes de la época en todo Occidente y que tras muchos avatares se ha convertido en uno de los hervideros culturales de la ciudad.


DESLIZÁNDOSE POR UN TOBOGAN DE EMOCIONES

Siendo el lugar idóneo para albergar un proyecto cultural-científico que a pesar de su embergadura y su aparatosa logística, tan solo consta de dos instalaciones. 

De carácter inmersiva en ambos casos, en la primera parte, Carsten recurre a su mas conocido logro estético, para trazar una red tuberías que inicia su recorrido en la fachada exterior de donde se adentra hacia el vestíbulo hasta el patio interior donde se completa un ciclo. 

La estructura que reproduce la forma helicoidal del ADN sirve para medir desde un punto de vista lúdico parámetros como la fotosintesis o las fluctuaciones emocionales de las plantas a nivel molecular, que se producen en función de las exaltaciones que provocan los visitantes al deslizarse por las tuberías.

La segunda parte alberga el experimento emocional de la muestra, instalada en uno de los salones, se trata de una pequeña sala que alberga un proyector de cine y que ha sido acondicionada con un aforo de butacas, donde el espectador experimenta diferentes estados de animo dependiendo del argumento de la película.

Emociones que según Mancuso dependiendo de su intensidad y origen producen diferentes reacciones químicas, que repercuten a su vez en la expresión emocional con las que sin ser conscientes están vinculados entre si y con las plantas.  

  
Relacionado: The Monolith, arquitectura emocional entre las ruinas del paisaje

The Florence Experiment analiza  arquitecturas orgánicas con diferentes cargas emotivas  conectando los espacios internos y externos con el objetivo de ampliar nuestra comprensión ecológica de nuestro entorno natural.



El artista urbano Pejac cultiva el paisaje de NY con arboles de ladrillos


Ya hacia tiempo que no aportaba nada a este gran proyecto llamado Nómada Q, el cual afronta esta nueva temporada cargado de nuevas historias que acercarte y con las que asombrar a la vez que entretener a nuestros estimados lectores.

Por mi parte comienzo haciendome eco de una de las ultimas intervenciones de uno de nuestros artistas de cabecera estos últimos años, el barcelonés Pejac, del que ya hemos mencionado al menos un par de intervenciones. 

A las cuales volveremos mas adelante en esta entrada, por ahora nos vamos a centrar en lo que hizo durante su reciente visita a New York a principios de este año, una estancia muy fructífera creativamente con cuyo proceso y realización nos volvió a sorprender.


MARES DE NEUMÁTICOS Y VIDRIERAS COMO ALEGATO ECOLOGISTA
 
Utilizando como en otras ocasiones las constantes de lo que con el tiempo se ha convertido en su palimpsesto personal, a través del que describe de forma elocuente las causas y los desastrosos efectos del cambio climático en terminos medio ambientales.

Preocupación que ya reflejaba en dos de sus intervenciones mas conocidas y que tuvimos oportunidad de comentar por aquí. La primera titulada Heavy Sea nos trasladaba a un deposito de neumáticos, que convertía en un mar purpura en el que destacaba un salvavidas que no encontraba naufrago.

En la segunda titulada Camouflage se inspira en una escena silvestre casi bucólica protagonizada por un niño, cuyo único afán es derribar los pajarillos cuyas siluetas troqueladas sobre una vidriera de una vieja fabrica se encuentran en plena desbandada.


NATURALEZA ABRIÉNDOSE PASO HACIA LA LUZ MOSTRADA COMO UNA ILUSIÓN ÓPTICA

En sus dos obra en New York, la primera titulada  Fossil intervención de ejecución aparatosa y de resultado conmovedor a la vez que delicado, donde las ramas de un árbol emergen literalmente de entre los ladrillos previamente extraídos de una pared, de uno de los muchos edificios de Bushwick.

Árbol pixelado cuya visión nos hace esbozar una leve sonrisa de complicidad. Como en Chinatown’s Inner Strength (la fuerza interior de Chinatown), intervención donde la antítesis de materiales compuesto por una rama de cerezo que se abre paso rompiendo la verja de un cierre de un comercio en Chinatown.

Refleja la tensión entre lo orgánico y los elementos del mobiliario que nos ofrecen un paisaje urbano artificial, donde todo permanece estático, inmóvil, en su sitio, donde el desgaste de los materiales sustituye al envejecimiento prematuro de la escasa vegetación que hace acto de presencia en los lugares mas inesperados, de forma casual, casi anónima.

Relacionado:Michael McGillis, el arte del paisaje como mensaje ecológico

Tanto en Fossil como en Chinatown’s Inner Strength, su autor el artista Pejac, nos describe la lucha dramática de la naturaleza por adaptarse a un entorno tan ajeno y hostil como el de una gran ciudad como New York.