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René Maltête, un outsider de la fotografia social desde una optica irónica y surrealista


René Maltete fue un fotógrafo, que se distinguió por la ironía que empleaba realizando sus instantáneas, poseía la capacidad de reflejar situaciones marcada por la tragedia, desde una perspectiva amable, pero sin caer en la condescendencia ni en la obscenidad.


Esta forma de positivar la realidad le supuso la critica y el párvulo de los sectores mas reaccionarios de su profesión. De formación autodidacta, comenzó a la temprana edad de dieciséis años ha realizar sus primeras series, resultados de las incursiones urbanas en el Paris de posguerra donde se traslado en busca de trabajo.


Ciudadano comprometida con el tiempo que le toco vivir, milito en la causa proteccionista por el medio ambiente. Además de la fotografía cultivo la poesía que se recogió en varios volúmenes en los que alternaba lirismo y material grafico.


René Maltête, fotógrafo y poeta francés, dejó una huella indeleble en el mundo de la fotografía urbana, debido a su particular forma de fijar su mirada. Capturando situaciones que se caracterizaban por su ironía, en ocasiones esperpentica pero siempre casual. Nacido el 8 de mayo de 1930 en Lamballe (Francia), Maltête empezó a hacer fotos a los 16 años con su primera cámara, una Pontiac 6×9.

Su obra abarca principalmente la decada de los años 50 y 60 del siglo XX. Reflejando a traves de miles de imagenes la esencia de la vida cotidiana en Francia, a menudo con un toque humorístico. En una de sus mas iconicas fotografías titulada Seven Deadly Sins capitals (Los 7 pecados capitales), Maltête captó una escena en la que aparecían monjas frente a un cartel que describía los siete pecados capitales: lujuria, gula, ira, envidia, orgullo, avaricia y pereza. Aunque es difícil precisar qué monja encarna cada pecado, la que lleva el bolso al fondo representa con humor la avaricia.


Las imágenes de René se basan en la incongruencia y la sorpresa: el humor está siempre presente, pero más que una imagen, a menudo hay una dimensión filosófica.


Aunque no es su fotografía más famosa, la de Maltête titulada Canon se reconoce al instante. Juega con la luz y la sombra, una técnica familiar para los que se hacen selfies hoy en día. Su capacidad para captar momentos cotidianos con ingenio y creatividad le distinguen como maestro de la fotografía.