Compuesta por cinco paneles en los que se muestra la evolución de una nube, el espectador pasea entre ellos seducido por un azul celestial deslumbrante, limpio, casi inocente. Nuvem es una instalación creada por el artista brasileño Eduardo Coimbra, realizada para el programa el Arte en la Ciudad, iniciativa que parte de la administración publica de la ciudad de Sao Paulo, que desde su inicio en 2.010 tiene como objetivo promocionar el arte en el espacio publico.
Como muchas de sus obras Nuvem es una instalación específica, una piezas de gran formato que explora la idea del paisaje como construcción sintética que representa la realidad. Su trabajo está relacionado con el espacio en un sentido más amplio, muchas veces forzando los límites entre el interior y el exterior de patrones ordinarios de exhibición.
Para la creación de Nuvem, el artista utiliza la impresión de hierro, lona traslúcida, lámparas fluorescentes, y espejos, que se distribuyen en cinco módulos de luz que mide unos diecisiete metros cuadrados cada uno. Durante el día, los paneles de espejo reflejan las luces brillantes de un día soleado, mientras que en las últimas horas. Los paneles se iluminan para imitar ese mismo brillo, en contraste con la oscuridad de la noche.
LA POSIBILIDAD DE TOCAR Y CONTEMPLAR EL CIELO
Eduardo Coimbra nacido y residente en Rió de Janeiro, comenzó su carrera en la década de 1990, con obras en las que los objetos familiares fueron rescatados del anonimato mediante el uso de pequeños motores, luces y mecanismos eléctricos. Con los años, sin embargo, el foco de la acción del artista se ha desplazado gradualmente hacia a las grandes obras.
LA POSIBILIDAD DE TOCAR Y CONTEMPLAR EL CIELO
Eduardo Coimbra nacido y residente en Rió de Janeiro, comenzó su carrera en la década de 1990, con obras en las que los objetos familiares fueron rescatados del anonimato mediante el uso de pequeños motores, luces y mecanismos eléctricos. Con los años, sin embargo, el foco de la acción del artista se ha desplazado gradualmente hacia a las grandes obras.
De acuerdo con estas premisas, se puede decir que el artista reflexióna sobre el paisaje, más concretamente en la representación del paisaje, con ramificaciones interminables, en particular, la relación entre el paisaje naturalista y el paisaje imaginario, y el lugar de producción en la historia contemporánea de una iconografía clásica.
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