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Patti Smith, buscando un refugio al lado del Oceano


Mientras mantenía surrealistas conversaciónes con cowboys y hacia viajes a lo más profundo de la selva amazónica buscando un poco de redención en una prisión abandonada en Isla del Diablo en la Guayana Francesa, donde creyo ver en un claro de la jungla el espíritu de Papillion columpiandose en una diana.  

Todavía una anónima Patti Smith soñaba con abrir su propio cafeteria en Greenwich VillageA ser posible en las proximidades de su añorado Cafe Ino en el West Village, un local de lo más bohemio en Bedford Street via aledaña a Becker Street que se ha convertido en lugar de peregrinación para los muchos fans de la autora de Because the night y que se encuentra cerrado desde 2013, dirigiendose como alternativa al Café Dante.

Local, el Ino, que la trovadora de pelo platino frecuento durante décadas y de cuyo mobiliario se llevó como recuerdo la silla. Donde de forma maratoniana escribía durante horas mientras tomaba una taza de café tras otra ensimismada, observando como discurría la vida más cotidiana al otro lado de la luna del bar. Unas veces de forma pausada, y otras, la mayoría bajo el pulso de la aceleración que marcaba el estrés que se percibía en el exterior.

Actividad que alternaba con su otra gran afición que es la de escribir, recogiendo notas, redactando esbozos de letras para futuras canciones, o simplemente atrapando recuerdos de sus numerosos viajes por medio mundo acompañada de algún libro como: el casi enciclopédico 2667 de Roberto Bolaño o la obra debut un Murakami que releia una y otra vez mientras visitaba Kioto y Tokyo de forma compulsiva.

En el que de forma muy ceremonial rendia tributo ante los mauseleos de escritores malditos japoneses como Mishima, o Dazai o del director de cine Akira KurosawaO se iba a Tanger a buscar los restos de otra generación maldita como fue la que reunierón a los autores de los Beat, entrevistando a su último superviviente el celebre escritor del Cielo Protector posteriormente adaptada al cine Paul Bowles, que entre pregunta y pregunta le contaba mil anécdotas de otros coetaneos suyos.

Y admirados por ella como Jean Genet del que posteriormente visito el sitio de su última morada muy cerca de alli. Y de William Burroughs, por el que finalizó su viaje en la ciudad mexicana de Veracruz. Tras hacer una primera escala en México D.F. para dejarse deslumbrar por el legado de la artista Frida Khalo, el cual tuvo la oportunidad de descubrir entre las paredes de la Casa Azul

Fachada principal del Café Ino, donde se escapaba cada vez que tenía un momento libre

Porque según afirmaba William, allí y debido a su altitud y a su patrón de temperaturas se cultivaba el mejor café del mundo, algo que tuvo de comprobar in situ la propia cantautora mientras caminaba por calles sin asfaltar. Viajes de lo que regresaba a su apartamento en la gran manzana, un lugar donde formo una familia junto a su pareja Fred Smith conocido como Sonic, al cual conoció en Detroit antes de que formará parte de los legendarios MC5.


Un espacio de convivencia donde paso buena parte de su primera etapa vital en la ciudad de los rascacielos y donde recibía a la mayoría de sus vistas y amigos más íntimos como el fotógrafo Robert Mapplethorpe. Del que fue una de sus principales musas, posando para el fotógrafo en numerosas ocasiones en diferentes contextos y puntos de la ciudad. 

Una vivienda que situada entre los distritos del Soho y Chinatown, que la permitía estar comunicada con la vibrante escena que se cocio a lo largo de más de tres decadas, convirtiéndola en el principal ente creador del mundo. Tabiques donde se encerraba cuando finalizaba alguna de sus numerosas giras para aparte de reponer y pasar tiempo en un entorno familiar y acogedor.


Artista polifacética y seminal donde las alla, Patti Smith, además viajo por medio mundo reuniendo recuerdos y souvenirs, los cuales revelan aspectos de su fuerte personalidad y de su compromiso con la vida. 


Devorar las muchas series policíacas protagonizadas por detectives descreidos. Una de las escasas aficiones que se conoce de la autora de Gloria, y que ya forma parte de su extensa discografia que abarca casi cinco decadas. Período en el que escribe algunos de los más significativos libros de su generacion, títulos como como Babel, Eramos unos niños o su libro de memorias M Train. Y viaja a Islandia donde entrevista poco antes de morir al ajedrecista Bobby Fischer. Un período muy fructífero que sin embargo decide dar por concluido cuando con el cambio de siglo en una de las escasas excursiónes que realiza a una de las zonas costeras con las que cuenta la ciudad.

Descubre tras recorrer la práctica totalidad de la playa del distrito de Rockaway en Queens, Situada al final, en uno de los extremos al lado de las vías del ferrocarril, mientras alza la vista y ve la estela que deja uno de los vuelos que ha despegado del aeropuerto JFK, cuyas instalaciones se encuentran ubicadas en este área de Queens. Parcialmente oculta entre la maleza, una casa de madera rústica que inundada por la maleza y las malas hierbas se levanta sobre dos alturas.

Aspecto ruinoso que lejos de disuadirla la seduce hasta el extremo de que convierte la presencia de la casa en algo más que un desafio, un nuevo proyecto de vida que apenas puede compartir con su pareja. Pues fallece al poco de reunir los pocos más de sesenta mil dolares que necesita para evitar ser víctima de una hipoteca y poder reformar tanto la parcela exterior como las estancias del interior.

Patti Smith posando en su apartamento de Manhattan para Robert Mapplethorpe

Una labor casi artesanal que su inquilina percibe como un ritual al que dedica sus cada vez más horas libres, acompañada de sus tres gatos que mantiene y cuida como si fueran sus propios hijos. Inundando todos y cada uno de sus rincones con los mil y un recuerdos que ha ido recopilando a lo largo de una vida marcada por la luminosidad, la curiosidad y la intensidad.

Recuerdos donde su actividad profesional dentro de la escena musical, ámbito en la que se la puede considerar una pionera. Habiendo sido su figura determinante en algunos momentos clave de la historia de la cultura Pop contemporanea, como no podía ser de otra manera tenía que tener un lugar privilegiado. Aunque para ser justos y precisos hay que acotar que entre todos esos efluvios nacidos de la memoria, cabe destacar los relacionados con la existencia del club Continental Drift Club.

Formado por un selecto y escogido número de socios, un círculo en el que ella ocupaba el puesto 23. Y que mientras estuvo operativo honro honores y memoria a una eminencia de la geologia que respondía al nombre Alfred Wegner. Siendo conocido principalmente por sus estudios relacionados con el cambio climatico. Sus fervientes devotos se reunía de forma itinerante siguiendo un patrón de citas más o menos regular hasta su desaparicion.


Un destartalado bungalow junto al mar en Far Rockaway, lo transforma Patti Smith en su refugio a donde se dirige desde el próximo Manhattan casi siempre en tren siendo testigo de como cambia el paisaje.


Recuerdos que estuvieron en franco peligro de desaparecer cuando un aciago día de 2013, el huracan Sandy prácticamente asoló toda las costa noreste de los Estados Unidos, siendo una de las áreas más afectadas el distrito de Rockway. Episodio que por fortuna pillo a la autora de Horses lo suficientemente lejos de su propiedad por lo que los daños, aunque cuantiosos no dejaron de ser prácticamente materiales.


Pues los felinos debido a su instinto y a aún pronuciado sentido común lograron en el momento, instate antes de poder perecer ahogados guarecerse en un porche de otra vivienda. Tras huir a través del cristal roto de una ventana situada en la parte posterior, estando protegidos hasta que retornaron en el momento que intuyeron que el temporal mostraba claros signos de debilidad buscando sin duda la presencia de su dueña y comida pues se encontraban hambrientos y desnutridos.




Cuando tras varios intentos infructuosos Patti Smith logró regresar y cruzar de nuevo el umbral de la puerta que batiendo a bandazos la recibió, contemplando el desorden que se tendía a sus pies. Un suceso que en vez de hacerla recapacitar sobre la conveniencia de buscar un lugar más habitable y sobre seguro donde residir, provocando su mudanza más o menos inmediata.

Provocó para asombro de una mayoría de miembros pertenecientes a su círculo de amigos más próximo el efecto contrario. Abriendo un proceso de reconstrucción, experiencia que por una parte la dejó extausta, pero que en términos generales supuso que su vínculo con los cimientos de la casa y de lo que representaban se fortalecieran aún más y su frágil arquitectura. Reconstruyendola hasta convertirla según sus propias palabras y siendo testigos sus gatos en su Álamo particular.

Carmen Laforet, encuentros en el Trastevere.

 


Nada fue algo más que un libro, fue la historia que mejor representó el drama al que se enfrento toda una generación traumatizada, como consecuencia de la fractura provocada por la guerra civil. Ademas reflejaba el desconcierto e indefension de su autora frente a un escenario al que pese a las adversidades trataba de adaptarse denodadamente. 


Aunque en infinidad de ocasiones Carmen Laforet que cuando escribió el borrador original, de cuya primer edición original de la que se le amputo tres capitulos enteros dos dedicados a su amiga Linka de origen polaca y un tercero dedicado a una militante anarquista que por motivos relacionados con la incipiente de la censura de la época. 


Nego que en la redacción de Nada se incluyera datos autobiográficos alguno. Cómo en la siguiente declaración realizada con motivo de una de las entrevistas de presentacion «No, yo no soy Andrea, ni tengo nada que ver con ninguno de mis personajes. Me siento totalmente desligada de ellos. Los he creado, pero les he dejado vivir libremente, sin pretender imponerles mi voluntad. Me divertía tanto viéndoles surgir...». En otra ocasión la escritora responde -.No es, como ninguna de mis novelas, autobiográfica, aunque el relato de una chica estudiante, como yo fui en Barcelona, e incluso la circunstancia de haberla colocado viviendo en una calle de esta ciudad donde yo misma he vivido, haya planteado esta cuestión más de una vez.


En todo caso no se puede negar, que el lector que conozca un poco de la vida de la autora percibirá que al manos a nivel inconsciente la autora que en el momento de completar su escritura contaba con 23 años. Si reflejaba rasgos de su personalidad relacionados con lo que ella denominó su espíritu nómada o deseo de vaganbudear. 


Cómo ella misma confesó en alguna ocasión, «Por eso, porque me siento incapaz de adquirir costumbres, es por lo que no me quedo». Actitud que propicio que Laforet no se quedara mucho tiempo en ninguno de los muchos domicilios que tuvo a lo largo de su vida en España. 

Desde el Castello di Uzzini la escritora programa conocer Florencia

Y quizá por eso en todas sus novelas el dotonante es un viaje de el protagonista, o si se quiere una huida precipitada, cuya estancia estará determinada por las caracteristicas tanto paisajistas como humanas del entorno. Impulso de explorar nuevos lugares qué finalmente transgrede los límites del papel y de territorio español, por lo que a finales de los años 60's. 


Comienza un periplo de escalas que le lleva a visitar sitios tan diversos como la ciudad de marroquí de Tanger,  en la que residió entre 1959 y 1962, ya que su marido fue el director del diario España en esa ciudad. Esta fue una época feliz y fértil para la escritora, ya que allí conoce a Truman Capote y el fotografo Paul Bowles, además de relacionarse con músicos contemporaneos como Jimmy Hendrix o Jim Morrison, o el dramaturgo Tennessee Williamsque vivían allí integrando un sólido grupo de intelectuales. Jane Bowles dijo de ella que tenía “el encanto irreal de las hadas. ”


París. Ciudad en la que sopesa establecer su residencia habitual opción que finalmente deshecha. Así como Varsovia y Cracovia en Polonia, donde tiene la oportunidad de conocer guiada por su amiga Linka, en un viaje que alarga casi dos meses un país que aquel entonces estaba bajo la esfera del régimen sovietico. 


O de completar su primera gira de conferencias por Estados Unidos, que tenían como escenario los paraninfos de otras tantas universidades. Aventura intelectual que tras muchas dudas finalmente se decidió a realizar, entre otras cosas alentada por la mediación del escritor Ramon J. Sender. Con el que hacía relativamente poco había iniciado una relación epistolar, una de las fecundas de la literatura española del siglo XX. 


La adolescente que quiso ser pintora, la chica rara como se definía. Fue un espíritu nómada, una vagabunda que creyó encontrar la continuación de Nada en las calles taciturnas de Trastevere en Roma. 


Pero es su primer viaje a Italia, en el transcurso del año 1972. En principio una visita en la que tras hospedarse en la casa de una amiga en la localidad de Pescara,  tendría una segunda escala en Roma. Ciudad en la que la escritora sería acogida como una turista más hospedandose en un hotel durante un periodo de ocho días, periodo que tras finalizar la devolvería a España en un vuelo. 

 

Regreso que a última hora no se produjo debido a que la escritora se dirigió al popular barrio de Trastevere donde por aquel entonces residía una de sus hijas. Alojándose sin embargo en casa del matrimonio Aza, que situada en el centro de  Roma, en la elegante Via Leutari. Le permite desplazarse hasta el cercano barrio de Trasteveré. 


Donde por aquel entonces y desde que practicamente se declaró el fin de las hostilidades tras la guerra civil. Vivían exiliados algunos de los más relevantes intelectuales Españoles de la epoca, figuras como Rafael Alberti y María Teresa León, su esposa con los que enseguida congénio. Asistiendo de forma discreta a uno de los mucho encuentros informales, que improvisaban en alguna de las muchas tascas de la zona. 

En primer plano la estatua de Giorgano. Bruno, con una vista parcial de la Piazza de Fiori

Ambiente que sin duda sedujo a la escritora. Quizás entre otras cosas porque el urbanismo que presentaba este característico barrio le recordaba a la película El Ladrón de Bicicletas, film que ella consideraba como el anticipo de lo que posteriormente el neorrealismo italiano. 


Un ambiente caracterizado por una mezcla de bohemia y decadencia que le recordaba al que describía en la calle Aribau de Nada. Y donde además de relacionarse con la filósofa y mistica María Zambrano o el actor Paco Rabal. Laforet creyo encontrar el lugar idóneo en el cual reencontrarse con ella misma como escritora. Reiniciando por enésima los bosquejos de lo que sería la segunda entrega de su citada trilogía Tres pasos fuera del tiempo, cuya continuación, Al volver la esquina, publicó Destino tras su fallecimiento en 2004 y que comenzó con una primera entrega titulada Insolación. A la postre único título que publicó en vida. 


El estado anímico era tan estable que un mes después veía las cosas muy diferentes declarando: «Roma me encantó, Roma me repelió, Roma me ha vuelto a gustar muchísimo», le dice a Sender entusiasmada. O «He encontrado en Roma un ambiente intelectual entre españoles y extranjeros que es el mío. Y amistades constructivas y posibilidades de trabajar en paz. Todo esto quería deciros y que, al fin, después de quemar tantas etapas»

Fachada principal del. Hotel. Portoghesi, que se ha conservado prácticamente desde la época en que se hospedó Laforet 


De esa etapa al final solo nos llegaron algunos relatos como el inacabado Encuentros en el Trastevere, los posteriormente reunidos en un volumen, El Gineceo, Rebelde en carroza. además de Jaque Mate, el título con el que la escritora pensaba concluir su trilogía, y que tras varios bocetos, la historia finalmente iba a estar Inspirada por su instancia en el Trastevere. Y cuyo borrador original conjunto de legajos que guardo la autora en una maleta tras cuya recuperación faltaban perdiéndose (hasta ahora) para siempre. 


En todo caso fueron cinco años en el transcurso de los cuales la escritora encontró al menos en un primer momento cierta estabilidad y sosiego. Siendo el Hotel Portoghesi, un céntrico hotelito de tres estrellas en la estrecha pero encantadora calle de los portugueses, muy cerca de la Piazza Navona donde se instalo dispuesta a vaganbudear por sus calles repletas de gatos. 


Alquilando una habitación de reducidas dimensiones pero agradable, clara y silenciosa en la que puede colocar sus escasos libros y sus revueltos papeles. Impresiones que reunió en una de las muchas cartas que envió a Sender ese mes de febrero de 1973. En la que le dice que eso le había dado ánimos para instalarse en una casa vacía, en la localidad de Castelnuovo di Farfa, en el Lazio. Situada en lo alto de una colina de viñedos, y que estaba escribiendo mucho allí. 


Cómo en muchos otros lugares, en su estancia en Roma la escritora convierte la exploración de la ciudad en una búsqueda de si misma. tratando de esquivar su destino. 


Estancia que se alterna con escapadas a Napoles y Florencia donde se hospeda en el  Castello di Uzzano invitada Margarita Alexandre. Al llegar a Castello di Uzzano (a unos cuarenta kilómetros de Florencia) Alexandre la instaló en una casita ubicada en la entrada de la finca para que estuviera independiente. Castello di Uzzano dispone de una situación privilegiada al estar la pequeña villa de origen renacentista ubicada en un promontorio desde el cual se domina la campiña toscana. Cuyo acceso estaba flanqueado por hileras de cipreses con el adriático al fondo 


Ya de vuelta en Roma fue invitada por Maria zambrano en su casa de Piazza dei Fiori una tarde de marzo de 1973. Un encuentro que por un malentendido fue más breve de lo que hubiera deseado la escritora. Donde pudo admirar la estatua del filósofo  Giorgano Bruno. Cuyo trágico final se produjo un jueves 17 de febrero de 1600 fue quemado vivo en la plaza acusado de herejia. 

 

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Su periodo en Roma se alterno con continuos viajes a España con el propósito de gestionar diferentes trámites con su editorial. En uno de esos regresos ya de vuelta para atender a su hija Silvia, a punto de dar a luz su primer hijo, Liberto (con el tiempo el actor Liberto Rabal). En un primer momento se alojó en casa de Silvia, en un apartamento ubicado en el Trastevere, en el 19 de la calle Viccolo della Penitenza, a la espera de que naciera


Y tras ser acogida de forma momentánea en casa del matrimonio Aza. Pero parece que ha llegado el momento de la paz y de la estabilidad. Ha tomado la decisión de alquilar un apartamento, que a estas alturas tiene el alcance de un refugio, de dos habitaciones y un lindo cuarto de baño en el Trastevere, en el piso superior de una casa de dos plantas, con suelos de madera, calefacción central. El apartamento con vistas a una placita frente al Tíber (la Piazza in Piscinula). Un lugar en el que poder decir «mío», finalmente. Escribe a su «hermana» Linka comunicándole su nueva dirección (Via dell’Arco de Tolomei, 9): «Aquí te pongo mi dirección que al fin es la de mi casa. 

En la parte superior fotografía de Vía Tolomei tomada en 1887, abajo aspecto actual

Época de relativa tranquilidad porque la escritora ya mostraba claros síntomas de que en su fuero interno ya engendraba la necesidad de cambiar de aires.  «No porque Roma no me guste, sino por vivir en otro sitio otro tiempo indefinido. Se ve que nací para vagabunda». Aún así antes de regresar definitivamente a España. Tuvo la oportunidad de entablar una agradable relación con una joven hispanista llamada Giuliana di Febo. Aquella la recibió en su casa de Parioli, un piso luminoso con cristaleras a un jardín particular. O en ocasiones se reunían en la plazoleta que quedaba enfrente de Via Tolomei donde algunos días a la semana instalaban un mercadillo. Allí pasaban horas, tomando café en los alrededores. 


Una de las últimas cosas que hará desde su domicilio romano en Via dell’Arco de Tolomei es escribir al hispanista Gérald Brenan. Confesandole su desazón ante los acontecimientos y circunstancias que le afectan, consternada le explica que está pensando trasladarse a otro lugar, algo que finalmente se produce en 1977. Aunque la escritora tuvo la tentativa de volver en alguna ocasión, finalmente ese reencuentro con la ciudad eterna no se produjo. 



Leonora Carrington, odisea Surrealista en México


Cuando sobrevolaba contemplando desde la ventanilla del avion que la trasladaba desde su primera escala en New York, donde en 1940 habia participado en la primera muestra feminista integramente dedicada al movimiento Surrealista.


Exhibición que estuvo comisiriada por la que quizas sea la mayor coleccionista de arte moderno del Siglo XX, la magnate Peggy Guggehim. Las primeras estribaciones de Mexico D. F. ciudad que en ese momento comenzaba a ser con casi 300.000 de habitantes una mega-urbe que alcanzaria la cifra de los casi 2.300.000 millones de almas en poco más de diez años.


Una aturdida Leonora Carrington que reposaba su cabeza en el hombro de un marido circunstancial y furtivo, nunca imaginaria que convertiria las diferentes residencias en la que residió en la capital azteca, tanto a nivel personal como profesional. En uno de los epicentros en terminos creativos de una corriente como el Surrealismo.


Cuyos principales iconos se embarcaron en una diaspora provocada por todos los acontecimientos y antecedentes relacionados con los prologomenos de una Segunda Guerra Mundial. Cuya malevica y perversa sombra se extendia en todas las direcciones y ambitos, ya fueran sociales, economicos, intelectuales o cientificos.

Colonia Roma reunió a un nutrido grupo de intelectuales huidos de la guerra

Dispersandose en primera estancia con destino a la gran Manzana, para posteriormente recalar en un rosario de ciudades y lugares. En el caso de Leonora Carrington o PRIM (sobrenombre con el que se dio a conocer desde muy joven). Se podria atribuir su decisión final de pasar el resto de su luenga vida (noventa y cuatro años a tan solo seis de su deseo de convertirse en centenaria.)


En la floreciente Colonia Roma, distrito creado a comienzos del Siglo XX debido a la iniciativa de un empresario dedicado a montar espectaculos circenses, que invirtio buena parte de su fortuna en desarrollar urbanisticamente lo que era un lodazal. Asignando en un acto de romanticismo los nombres de las localidades donde giraba con sus circos.

Foto perteneciente a la serie titulada Oda a la Necrofilia

A todas y cada una de las pocas calles de un barrio que con el paso de las decadas se convertiria en uno de los que reuniría a las familias  mas adineradas del pais y que en la actualidadad atrae a mas turistas por su amplia oferta de negocios hosteleros y todo tipos de comercios. A la celebre cita del no menos celebre autor del Manifiesto Surrealista.


(A proposito texto que nunca acabo de leer Leonora.) Andre Breton que equiparo la ciudad de Mexico D.F. con el maximo exponente de lo que el consideraba debia ser una ciudad que simbolizara las cualidades y cumpliera con los requisitos, atribuidos a la imagen idealizada de lo que representaria en terminos urbanísticos y artisticos la gran capital del surrealismo.

Obra narrativa expuesta en el museo nacional de arqueología 

Efimeride que aunque muy sugerente y reveladora dista mucho de las verdaderas motivaciones que la llevaron asentarte en la Avenida Alvaro Obregon, teniendo mas bien con la nacionalidad de su segunda pareja estable (la primera fue que ni mas ni menos que Max Ernxt, con el que convivio en diferentes localizacione en Francia hasta que le hicieron preso por su condicion de Judio.


Escribiendo algunas de las paginas mas voluptousas del mundo del arte.) Y su primer marido, en este caso un enlace de conveniencia formalizado en la embajada de Lisboa en la que se refugio tras huir de Madrid en 1941, formalismo burocratico gracias al que logro huir de su pesadilla en España, en cuyo estancia fue violada en grupo y posteriormente internada en un psiquiatrico en Santander.

El cocodrilo, quizas su escultura más representativa

Hechos que de alguna forma fueron representados decadas despues en la serie de fotografias titulado "Oda a la necrofilia", en las que Leonora, la cual se habia acabado de trasladar a lo que seria su residencia definitiva en el barrio, poso para el objetivo de Katie Horna. Su principal discipula y con la que tuvo una estrecha relación artistica.


Considerada por muchos el maximo exponente femenino del Surrealismo de Siglo XX en Europa, no fue sin embargo hasta cuando aterrizo en la Colonia Roma en Mexico D.F., cuando Leonora Carrington pudo construirse una identidad creativa propia. 


Frenetica actividad creativa que no se redujo a una bicefalia y en la que tuvo un protagonismo especial otra artista exiliada, que respondiendo al nombre de Remedios Varo, huia del regimen fascista instaurado por el General Franco. Establecio tambien en las proximidades de la amplia casa que Leonora compartia con su segundo marido.


El fotografo hungaro Imre Weisz Schwarz, que tras salir precipitadamente de su pais natal acosado por los nazis y crear junto a Robert Capa la agencia Magnum. Y a la que asistia frecuentemente convirtiendose en algo parecido a una confidente, complicidad artistica que florecio a pesar de que sus trayectorias y criterios artisticos diferian en lo estetico.

Museo de Leonora en San Luis Potosi 

Pero que en lo esencial confluian, una relación que se retoalimentaba creativamente siendo muy enriquecedora para Leonora cuya producción se acelero con una variedad de obras divididas en etapas en las que destacan la incorporación de rasgos locales, como en el cuadro titulado "La casa de enfrente".


O ya en la decada de los años ochenta con su incursión en el ambito de la escultura fundiendo esculturas de bronce, selección de piezas de las que se puede citar la que lleva por titulo "Cocodrillo", estando expuesta en la actualidad en el Paseo de la Reforma, una de las principales arterias de la capital Azteca


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Periodo que culmina con el encargo que completo para el museo de antropologia. Un mural de grandes dimensiones que se puede visitar en el hall de la institucción. Titulado "El mundo magico de los Mayas",  donde se funden imagenes pertenecientes a la mitologia Maya extraidas del libro Popol Vuh con diferentes escenas cotidianas de las que Leonora habia sido testigo de la sociedad Mexicana a los que añadio elementos de la cosmologia Celta, por la que había sido influencia en su infancia.


Legado que desde su fallecimiento ha transcendido lo puramente artistico habiendo influenciado tanto esteticamente como conceptualmente en otros ambitos creativos como la musica, donde la tambien polifacetica Madonna grabo una canción escrita y compuesta por la cantante islandesa Bjork inspirada por la obra de Leonora Asi mismo en el terreno de la literatura ha influenciado a escritoras como a Ali Smith, gracias a la extensa colección de cuentos y relatos (de corte surrealista.) 


Que Leonora escribio en un barrio situado no muy lejos de la Casa Azul de Frida Khalo, con la que compartio numerosos encuentros a lo largo de su vida. Un conjunto de calles que paralelamente cobraban importancia hasta convertirse en uno de los emplazamientos mas visitados de una ciudad de la que tanto disfruto y a la que contribuyó con su actividad artistica y social.



Willie Sutton, las causas perdidas de un ladron y su mitologia


Ninguna persona puede ser feliz si piensa que el es lo mas importante, Ciceron. Celebre cita que explicaria de como uno de los atracadores mas celebres y pintorescos de los Estados Unidos puede acabar cuidando de la forma mas esmerada que te puedas imaginar las petunias de un adinerado judio.


Potentado que respondia al nombre de Untermyer en su jardin de Greystone, azote de magnates como J.P. Morgan o el mismisimo Rockefeller, quizas tenga que ver con el significado o la interpretacion de esta frase, o de que este Willie ademas era un emperdenido lector que era capaz de cerrar las bibliotecas por la tarde tras atracar alguna sucursal bancaria a primera hora de la mañana.

O de que utilizando las mas refinadas tecnicas de como abrir la caja fuerte de una joyeria en Brodway, tecnicas aprendidas de un ladron de un ladron de guante blanco y gustos esquisitos apodado Doc, que le enseño el oficio con dedicacion y un estescopio por herramienta, valoraba tanto su vida como la de los empleados que intimido en sus centenares de atracos.

Una flagante contradicción porque segun palabras textuales del mismisimo Willie Sutton -.No soporte nunca en exceso la presencia de la gente. Y es que este tipo de origen irlandes que habia crecido en las calles sin asfaltar del ghetto irlandes de Irish Town en Brooklin a principios del Siglo XX, maltratado atrozmente por sus hermanos mayores los cuales les envidiaban por las excelentes notas que sacaba en el colegio.


Patio central de la vieja carcel de Sing Sing donde aprendio jardineria

Madurando en Sands Street al calor de una prostituta apodada Alita (por carecer de un brazo), en el fondo era un romantico que incluso llego a cumplir condenas repartidas entre los penales de Sing Sing y Dannemora, por colmar las expectativas del gran amor de su vida Elizabeth (para los "amigos" Bess).

Hija de un acaudalado astillero que emigro desde Hamburgo y al cual se le atribuye el dudoso merito del estigma de pariah de Sutton, el cual fue persuadido por Bess para que en compañia de Happy uno de sus contados amigos forzaran la caja fuerte del despota de su padre, huyendo con 16.000 Dolares, un botin nada desdeñable para la epoca.


Willie Sutton el hijo de un herrero irlandes siempre sera recordado por la elocuente respuesta que dio a un periodista de un medio sensacionalista cuando este le pregunto -.¿Por que usted atraca bancos señor Sutton?, y este de forma franca y concisa contesta - Pues porque en los bancos esta el dinero.     


Huyendo a renglon seguido por carreteras polvorientas hacia Canada, donde esperaban comenzar una nueva vida alejados de las continuas fluctuaciones economicas de un pais donde se estaba librando una batalla sin cuartel por el control del flujo de capital entre los bancos. Anhelos de libertad que quedaron truncados el dia en que Willie y su prometida Bess.

Se disponian a formailzar una relación que se forjo entre las atracciones y casetas de feria de Broadwalk Street en Coney Island, siendo capturados y exposados por la policia del estado cuando se aproximaban muy ufanos a las oficinas del juzgado de la pequeña localidad de  Poughkeepsie al Norte del estado, suceso que definitivamente acabo con una relación.


Vista lateral de Sands Street a principios de Siglo XX y zona de tugurios en Brooklin

Que salvo algun eventual e igualmente clandestino encuentro que tuvieron a raiz de que Sutton leyendo un tabloide tuvo noticia de que Bess habia huido de su marido al que acusaba de malos tratos, pero aquel intento de retomar una relación cuyo camino estaba lleno de espinas fue un rotundo fracaso, tanto que el final se redujo a la ayuda que recibio de Bess ya el conocido como Willie "El Actor" tras forzar las ocho cerraduras que le separaban de la libertad en su segunda "visita" a la penitenciaria de Sing Sing.

Provocando en Sutton que atravesaba por una de las peores etapas de su vida una catarsis que le llevo definitivamente a retomar su carrera como delincuente cuando fue despedido de su puesto de jardinero para Funck e hijos y la negativa del señor Untermyer a contratarle de nuevo (entonces Sutton sintiendose traicionado por este), y habiendo perdido su empleo como millones de ciudadanos americanos tras el crack producido en el fatidico año de 1929.



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Provocando hambre y desesperación en una población que por otra parte asistia atonita ante el hecho de que las elites economicas cuando menos lograban mantener su estatus economico, desigualdades que convertian los atracos perpetrados por Sutton y Marcus (uno de los ayudantes de Doc) a ojos de una opinión publica sumida en la miseria.

En poco mas que menos que actos de justicia similares a los llevados a cabo por Robin Hood o un Don Quijote apocrifo, que en el fondo tan solo buscaba que Bess le correspondiera), debido a entre otras cosas a que trataban de evitar cualquier acto de violencia prefiriendo renunciar al botin en el caso de que las cosas se pusieran feas.

Aunque a Sutton nunca le gusto que le asignaran por parte de los medios el papel de heroe o justiciero social, definiendose en mas de una entrevista publicada posteriormente como un antiheroe o un buen samaritano. Sin embargo llego acumular una fortuna estimada en mas de 2.000.000 de Dolares, dinero que guardaba en frascos de cristal y enterraba por las noches en diferentes parques de la ciudad de New York, metodo no muy ortodoxo pero que segun el propio Sutton, seguro enriquecio a mas de un afortunado que tras observar como su perro hundia su hocico en el cesped que previamente habia afanosamente excavado, hallaba de forma inesperada un monton de dinero de dudosa procedencia.