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Greene Street NYC, Graffiti contra las pintadas en las calles


Pese a la evolución que ha experimentado el graffiti como movimiento de manifestación artístico, todavía existen amplios sectores de la población que consideran que se trata de intervenciones equiparables actos de sabotaje urbano, ejecutadas por descerebrados que tienen en común un perfil antisocial. Paradojicamente esta adversión se percibe con mas virulencia si cabe, en la ciudad donde se establece su origen, la ciudad de New York.

La iniciativa presentada por el colectivo Greene Street NYC, pretende dar una respuesta positiva, diferenciando lo que es una muestra de arte urbano de lo que es una vulgar pintada. Partiendo de esta premisa han desarrollado un programa que a través de actividades relacionadas con el graffiti embellecer aquellas muestras de "vandalismo urbano", realizando obras de arte urbano. 

Fruto de la colaboración de la marca lifestyle SPƎNGLISHla artista Chris Choi y la directora de arte Veronica Menéndez Utilizando plantillas que reproducen diferentes motivos relacionados con la ciudad, se suporponen en las áreas con pintadas se quieren eliminar, tras rociarlas a presión con una mezcla de arena y agua, se revela un diseño grabado sobre la pared. 

Este proceso denominado reverse graffiti (graffiti inverso) transforma el espacio publico aplicando tecnicas de arte urbano, al mismo tiempo que ofrece una solución con la que tratar el problema de la suciedad y la contaminación de forma artista. Para financia el proyecto han abierto una cuenta de crowfunding a través del que pretenden obtener el capital necesario con el crear una cooperativa de trabajo, especializada en ofrecer servicios relacionados con reverse graffiti.

Da Mind Tree, limpiando el Everest con arte


El pico Everest en la cordillera del Himalaya en las ultimas décadas ha pasado de ser un reto  simbolizado por ser la montaña mas alta del planeta tierra, a convertirse en un destino turístico para espíritus libres. Como consecuencia se ha pasado de la organización de unas cuantas expediciones por temporada, en las que el reto deportivo se mezclaba en ocasiones con la investigación científica, a una  situación insostenible desde el punto de vista ecológico, debido  a la acumulación de residuos abandonados por las decenas de expediciones que se organizan anualmente. 

Para reducir la mancha ecológica y el impacto medioambiental sobre un área de especial protección, se puso en marcha la iniciativa  Saving Mount Everest Clean-Up Expedition llevadas a cabo durante las primaveras de 2011 y 2012 por la Everest Summiteers Association, una expedición formada por 65 porteadores recogieron y trasladaron en yaks hasta ocho toneladas de basura.

Tras realizar una selección de piezas quince artistas nepalies realizaron 75 esculturas, que fueron las que han formado parte de la exposición Proyecto Everest Art 8848 organizada por Da Mind Tree en la ciudad de Kamandu. Las piezas de diferentes tamaños salieron en subasta a precios que oscilaban entre los doce y los cien mil dolares.

Según la responsable del evento  Kripa Rana Shahi, el propósito es crear concienciar respecto a un área de especial protección como es el monte Everest y su entorno,  y que mejor que hacerlo que a través de una actividad artística, donde se combina el reciclaje y la creatividad.

Entre los muchos restos que se rescataron, un helicóptero que se estrelló en mil novecientos setenta y cuatro, mientras llevaba comida para los escaladores italianos. En total más de cuatro mil personas han escalado los 8.848 metros de altura que alcanza el coloso blanco, que se extiende entre Nepal y China, y cuya cima fue conquistada por primera vez por Edmund Hillary y Tenzing Norgay en 1953. 


Una pieza monumental que se instalará en el Museo Internacional de las Montañas en Pokhara. El título de este trabajo ya ha sido anunciado como "La Puerta del Himalaya".



The Recycled Orchestra, la historia humana de la Orquesta del Reciclaje



Las primeras formas de música de las que se tiene constancia se interpretaron utilizando instrumentos, elaborados con técnicas muy rudimentarias y materiales que por sus propiedades ofrecían unas prestaciones muy limitadas. 

Seguramente Bach hubiera tenido serias dificultades para crear composiciones tan sublimes y delicadas como su emblemático Preludio numero I, con este tipo de instrumentos tan rudimentarios y arcaicos. 

Pero sin embargo para los miembros de la jovencisima orquesta The Recycled Orchestra (La Orquesta reciclada), representa no solamente un handicap o reparo. Sino todo un aliciente interpretar sus partituras con instrumentos fabricados con materiales procedentes de reciclaje. 

Una experiencia singular a la vez que comprometida con su comunidad, la que tiene su origen en una pequeña aldea llamada Cateura, uno de los barrios más pobres de América Latina. 


Situado justo en las afueras de Asunción, Paraguay. Cateura está construida sobre un vertedero. Aquí, la gente vive en un mar de basura siendo la principal fuente de ingresos para buena parte de la población. 

De entre todos esos recolectores de basura uno, Nicolás Gómez (conocido como "Cola") encontró un objeto entre los restos de un contenedor de basura. Que por su forma parecía un violín y se lo llevó al músico Favio Chávez.

Guitarrista ocasional y que había sido destinado como técnico de medio ambiente, para realizar un estudio. Cuyo objetivo era el desarrollo de un proyecto de reciclaje en la zona.


Siendo el embrión y origen de la formación The Recycled Orchestra, una agrupación que desde su creación ha sido fiel a su concepción. Fabricando todos y cada uno de sus instrumentos. 


Formada exclusivamente por miembros en edad escolar, compaginan sus estudios con su participación en las actividades con la orquesta. En las que muchos de ellos han encontrado una familia donde apoyarse.

Esta historia de superación esta ahora siendo documentada a través de un proyecto audiovisual titulado Landfill Harmonic. Una idea que nace como consecuencia de un viaje realizado por los productores Alejandra Amarilla Nash y Juliana Penaranda-Loftus.

Que en 2009 en el transcurso de un viaje quedaron entusiasmados con las piezas interpretadas con estos instrumentos reciclados. Tras cuatro años de buscar financiación infructuosamente, deciden recurrir a este instrumento mágico llamado Internet para producir el documental. 

Logrando los recursos económicos con los que rodar el documental, que en estos momentos esta en fase de rodaje y del que ahora podéis ver AQUI un pequeño extracto del mismo.

En Landfill Harmonic se nos muestra desde un punto de vista humano, aparte de la historia de la orquesta. El proceso de diseño y elaboración de cada instrumento. Desde la recolección de los materiales hasta las pruebas de sonido y afinación. 

En otro bloque del documental se centra en realizar un retrato de los componentes de la orquesta en clave testimonial, narrando lo que supone para ellos participar en la orquesta. La mayoría de los chicos que participan en el rodaje son de Cateura, un pueblo esencialmente construido sobre un vertedero.

Por lo tanto la mayoría son recolectores de basura, que navegan entre los deshechos buscando chatarra o cartones. Siendo un lugar donde la precariedad representa el caldo de cultivo perfecto, para que los niños corran el riesgo de involucrarse con drogas o las numerosas pandillas que hay en la zona. 

Por lo que la orquesta les ha ofrecido a estos niños y jóvenes, una nueva alternativa de ver el mundo desde otra perspectiva alternativa a la que ya conocen enriqueciendo sus vidas.

 

Proyecto Carma, como convertir un Mercedes en una bicicleta

Cada año millones de vehículos son desguazados, triturados y prensados, coches viejos o abandonados que tras cumplir su ciclo vital se transforman en laminados para diferentes industrias. 

Proyecto Carma es una iniciativa que hace algo parecido, pero en su caso aplican la artesanía para a partir de las piezas extraídas de los vehículos fabricar bicicletas únicas.

Esta actividad que comenzo como un hobby en el que dos amigos empleaba buena parte de su tiempo libre, debido a la expectación creada se ha convertido en un prospero negocio, que utiliza como materia prima todo el material reciclado de todo tipo de vehículos.


La idea empresarial desarrollada por el emprendedor Leo Burnett, es fruto de la colaboración del colectivo ciclista Ricl a Bicicleta y la publicación especializada B-Culrura da  Bicicleta con sede en Lisboa (Portugal) y que se edita trimestralmente.


El proceso para la creación de cada bicicleta, se inicia con el diseño y la selección de las piezas de los vehículos, con las que se montara cada modelo único. Al ser modelos únicos su diseño y montaje son encargos particulares cuya entrega precisa la colaboración del cliente.


Aparte cuentan con una linea de accesorios para ciclistas, como por ejemplo guantes, viseras o bandoleras a precios muy económicos. Los servicios que ofrece Carma, se completa con un taller de reparaciones donde arreglan cualquier tipo de marca aparte de las propias. El objetivo es mejorar la movilidad de la ciudad y ayudar al cuidado del medioambiente.


Jason Bruges, jugando en el hospital


La sala de espera de cualquier hospital debido a su función asistencial se caracteriza por ser un lugar neutro, donde los pacientes citados suelen pasar largos ratos sumidos en el tedio e incertidumbre, este estado en el caso de los usuarios infantiles se acentúa. 

Para paliar esta desagradable situación el  Hospital Great Ormond Street para niños, en Londres, encargo al artista visual Jason Bruges una instalación que amenizaran las estancias de los niños que asisten a su sección de pediatría. Con el titulo de Nature trail, su creador quiso desde un principio que su utilidad excediera lo meramente visual y estético.

La instalación que representa al mundo natural, es un mural digitalizado equipado de sensores que ante la interactividad de los peques, reproducen en sus paneles escenas protagonizadas por animales tanto salvajes como domésticos perfectamente reconocibles, lo que provoca el juego y la curiosidad de los niños que de esta forma permanecen distraidos.

Nature trail, está formada por setenta paneles de LED integrados donde se reproducen las escenas en modo gráfico. Los sensores de movimiento detectan la presencia de visitantes y pacientes, la activación de las pantallas muestran las siluetas de los animales en acción en su propio hábitat.


La idea era diseñar e instalar una obra de arte que distrajera a los pacientes hasta ser atendidos por su facultativo. La inspiración vino al obsevar a los pacientes como trataban de abstraerse leyendo o dibujando. De esta forma Jason traslado esta idea, interpretando las paredes del hospital como un lienzo natural.



Solar-Agri Park, invernaderos solares tras las cenizas de Fukushima


Minamisoma es el nombre de una localidad que salto a los teletipos de todas las agencias de noticias, debido a que fue una de las zonas mas afectadas por los que provoco el tsunamia que asolo la costa este de Japón en 2.011. Situada a poco mas de 15 kilómetros de la central nuclear de Fukishima, sus autoridades fueran las primeras en tomar conciencias de las consecuencias que suponía vivir próximos a una central nuclear. 

Dos años después apenas se perciben señales físicas de la catástrofe, la mayoría de los edificios se han reconstruido, las infraestructuras se han restablecido y buena parte de las familias han vuelto a sus hogares, e incluso se ha reforestado una parte considerable de los bosques arrasados por el maremoto, habiendose recuperado el equilibrio ecológico. Pero una cosa si ha cambiado, el grado de concienciación respecto a los peligros que supone residir al lado de una central nuclear.

Eiju Hangai era un alto ejecutivo de una gran empresa energética relacionada con la gestión de la central nuclear de Fukishima, cuando vio como desaparecía lo que mas quería a raíz del tsunami. Tras renunciar a su puesto en la ejecutiva decidió emprender un proyecto socio-económico basado en las energías renovables y la agricultura urbana, como pilares fundamentales a partir de los que transformar su entorno y tejido social.

El proyecto denominado Solar-Agri Park, representa una iniciativa a largo plazo que a través de la colaboración de los miembros de las comunidades afectadas pretenden desarrollar un nuevo modelo basado en la economía social. El nuevo  Solar-Agri Park, se encuentra a unos 25 kilómetros de Fukushima, formado por más de 2.000 paneles solares y dos invernaderos en los que cultivar agricultura ecológica.

Además de proporcionar energía a los agricultores locales para producir cultivos y hortalizas, los paneles solares también cubrirán la demanda energética de las urbanizaciones próximas a SAP. El proyecto tiene como objetivo acelerar el proceso de recuperación de las comunidades afectadas por el desastre en la zona y ayudar a Fukushima en su esfuerzo por convertirse en completamente autosuficiente en 2040.  

Debido a la contaminación nuclear que presenta el suelo que rodea la planta de Fukushima, no es seguro para cultivar la tierra. Por lo que se ha optado por una solución cubierta, elaboradas con nylon flexible las cúpulas facilitan el aislamiento del exterior a la vez de que no impide su normal 
crecimiento.

En el interior las bóvedas crean un efecto invernadero mediante el se crea las condiciones idóneas, las cúpulas que poseen un diseño único esferico, este diseño adapta los cultivos que irradia desde el centro a intervalos regulares. Esto significa que los agricultores no tienen que recorrer arriba y abajo para sembrar y cosechar. Un sistema hidropónico asegura el suelo reciba todos los nutrientes que precise,  un sistema por ordenador regula las condiciones climáticas del recinto.

Una importante cadena de supermercados ya ha acordado comprar 64 toneladas de productos cultivados en Solar-Agri Park, que contara con un centro de formación para dar a conocer el funcionamiento de las energías renovables entre los escolares de las comunidades afectadas.