Si tuvieramos que definir Viena como ciudad, la identificariamos con términos como elegancia, distinción, pulcritud, limpieza... Arquitectonicamente es una ciudad poblada por edificios palaciegos heredados de la época en la que Viena era la capital del imperio Astro/Hungaro.
De lineas sobrias donde destacan las casas modernistas de principio de siglo XX, habitadas por gente con un alto poder adquisitivo. Condicionada por el rió Danubio, su desarrollo urbanístico ha corrido paralelo al cauce del rió.
En la actualidad la ciudad esta viviendo una segunda juventud arquitectónica que se inicia a partir de la caída del muro del Berlin. Entonces comienza una fase de modernizacion, dejando que nuevas corrientes y propuestas de las que hasta ese momento se conocían se asentaran en la ciudad.
La casa Hundertwasser con su abundante vegetación se encuentra a poca distancia de la Kunst Haus Wien
Cuyo máximo exponente es el edificio Kunst Haus Wien que alberga la colección de arte moderno Museum Hundertwasser y la casa de Hundertwasser (Hundertwasserhaus). El museo construido entre 1983 y 1986, es seguramente uno de los edificios más sorprendentes de la capital austriaca, fruto de la colaboración del tambien arquitecto Joseph Krawina. En principio alberg fue la sede de la fábrica de muebles Thonet.
El segundo edificio en la actualidad esta dedicado a uso residencial, estructuralmente esta concebido teniendo presente el manifiesto Enmohecimiento.
Todavía más si entiendes la filosofía ecologista y artística que se oculta detrás de su creación. Permite comprender por su autor renuncio a cobrar por su diseño. Guiado por este principio proclama la negación del racionalismo, de la línea recta y de la arquitectura funcional y afirma la libertad de construcción. El manifiesto describe la trinidad que, según su punto de vista, debe reunir el constructor: arquitecto, albañil, morador. El texto introduce la idea de enmohecimiento como proceso de proliferación lenta sometido a una ley orgánica de expansión.
La metáfora del enmohecimiento se convierte así en imagen parabólica: “la casa a la que el hombre va dando forma según su voluntad, cual extensión de su piel biológica”. Por lo que estamos ante un edificio de formas irregulares, cuyo tejado esta recubierto de tierra y vegetación, y grandes árboles creciendo en las instancias interiores de las viviendas, lo que le convierte en una construcción orgánica y sostenible. No quería que se construyera algo horrible en el lugar y por eso cedió su ingenio gratis para dar luz a un edificio tan magico como surrealista.