Elaborado a partir de los restos recogidos de un ejemplar único de abeto, cuya edad estimada rondaba los ciento cuarenta años. La escultura orgánica Middle fork reproduce su estado de deterioro, cuando se encontraba tendido en un claro del bosque.
Por el que se obtiene una repilca, un clon casi idéntico de la muestra original que yace en el lecho del río donde quedó postrado tras colapsar y derrumabar. Tras decenas de años de permanecer erguido proporcionando sombra y vida a los miles de organismos pertenecientes a una diversidad de especies.
Las secciones ensambladas a partir de troncos de cedro recogidos en el mismo bosque, la piel rugosa de la corteza reproduce fielmente la superficie resquebrajada del tronco original. Ofreciéndonos la oportunidad de asistir como testigos a un proceso, a un ritual de comunión con nuestro entorno natural.
Donde el paisaje original se transforma muchas veces de forma artificial, manteniendo al margen el patron metabólico por el que los elementos orgánico se desarrollan conformando la diversidad de ecosistemas que conforman nuestro tu patrimonio natural y biologico.