Con el propósito de atender a su cada vez mas amplia clientela en el centro de Londres. Los responsables de la granja urbana City Farm Hackney han abierto un punto comercial.
Cuya estética y re-utilizacion de materiales de residuo, obedecen a unos criterios sostenibles y ecológicos con los que se identifican buena parte de sus usuarios. El proyecto llamado Sill-a-Sill es el producto de la colaboración por un elenco de jóvenes diseñadores usuarios habituales de los servicios de City Farm Hackney.
Inspirándose en la arquitectura tradicional que predomina la zona donde se ubica, y siendo conscientes de las características que debía reunir el local. Atendiendo al perfil tanto sociológico como estético de los usuarios que acuden, con el objetivo de adquirir una gama de productos de origen ecológico.
Con todos estos datos el reto consistía en armonizar el paisaje arquitectónico de la zona dominado por casitas centenarias, y las preferencias que representan un consumidor concienciado con el medio ambiente y de como los habitos de consumo. Provocado por una formula mercantilizada, que causa un enorme impacto medio-ambiental.
Construido a partir de un armazón de madera, la estructura de la tienda se apoya sobre un muro de carga situado en su parte posterior, delimitando su superficie útil. El tejado diseñado a retazos acristalados permite la entrada de luz natural en su interior, reduciendo el uso de energía.
La fachada principal se alternan las vetas de madera con ventanas de diferentes tamaños, que adornadas con diferentes tipos de vegetación bioclimatiza el local. Configurando en su conjunto en una solución estética definida en relación al contexto arquitectónico donde ejerce su actividad. Ofreciendo una atmósfera cálida y de aspecto familiar.