Ingarden & Ewý Architects - Małopolska Garden of Arts, un nuevo centro cultural para recuperar el paisaje social de Cracovia



Seleccionado como uno de los proyectos del año Building of the year por parte del magazine digital especializado en arquitectura Arch Daily

El nuevo centro cultural Małopolska Garden of Arts en la ciudad polaca de Cracovia, es un magnifico ejemplo de como utilizar volúmenes arquitectónicos ya existentes como base que permite revitalizar un entorno en desuso desde hace decadas.

En este caso se trata de una antigua escuela de hípica de siglo XIX abandonada desde la hace más sesenta años. La nueva construcción esta ubicada en una zona arbolada que formaba parte de uno de los polígonos de la ciudad en lo que era un área industrial. Enorme superficie formada por decena de miles de metros cuadrados, que tras ser urbanizada con una diversidad de equipamientos ha sido para usos residenciales.
 

Diseñado por el estudio local Ingarden & Ewý Architects, el nuevo edificio esta proyectado en forma de ele, el complejo socio cultural integra en el ala oeste el Teatro Juliusz Slowacki y Sepioł Janusz. Un equipamiento cultural que ha trasladado sus instalaciones desde el centro de la ciudad al actual emplazamiento.

El cual un futuro próximo contará con conexiones con el resto del área metropolitana gracias a una línea de autobús además contará con varias paradas de tranvia. En total se ha actuado sobre una cantidad de terreno equivalente a más de cuatro mil metros cuadrados. 

En el ala opuesta se ha instalado la Biblioteca Voivodeship Malopolska,  cuyos contenidos se los reparten los más cien mil volúmenes que son los que se pueden consultar en su registro. Además cuenta con una mediateca, con contenidos multimedia y música. Y una sala de exposiciones donde se realizan exhibiciones y talleres de arte. 


El edificio polivalente también cuenta con una sala de cine con cien plazas, una cafetería y las instalaciones para la organización de las actividades educativas.

Según palabras de los autores, la forma del edificio es un juego contextual entre la mimesis y la abstracción. En la práctica, esto no significa que el edificio sea un simulacro del contexto, sino que se inspira en el código de formas contextuales que hacen referencia a la geometría de los tejados y el tejido de las estructuras vecinas. Formadas por las composiciones geométricas abstractas de las fachadas de su entorno.


El edificio delicadamente empuja a los transeúntes con la hábil manipulación de la forma, ya que a primera vista el visitante tiene la impresión de ir más allá de las fronteras de un jardín. Un invernadero que se convierte en el mejor reclamo de la actividad que se realiza dentro.