Los noruegos han aprendido a disfrutar y explotar su patrimonio natural, sin alterar con excesos urbanísticos el paisaje, que pese a las dificultades que presenta el terreno. Lo han convertido en una floreciente atractivo turístico.
Armonizando la actividad económica, con el respeto por el entorno natural donde se desarrolla la actividad. Debido a este equilibrio entre lo ecológico y económico han conseguido incrementar de forma espectacular pero sostenible el numero de turistas.
Que atraídos por su riqueza medio ambiental y paisajística exploran y contemplan sus increíbles vistas sin producir masificaciones, que a la larga deterioran los ecosistemas debido a la presión que se ejerce por una mala gestión de sus recursos.
Ofreciendo al visitante una experiencia mágica y divertida, a la vez que establece una relación visual con el paisaje. A causa del alto grado de inclinación del camino que conduce a la playa, los arquitectos diseñaron una solucion con el fin de salvar la pendiente y facilitar el transito al mayor de personas posible, independientemente de sus características físicas.
Diseñado por el estudio local Reiulf Ramstad Arquitectos, de los que ya os mostramos el proyecto de pasarela mirador Trollstigplatået. El mirador monumental Havoysund, es una estructura que serpentea sobre una pequeña cala frente al Mar Ártico.
Una espacio-mirador al aire libre que ofrece a los visitantes del lugar protegido un suave descenso a la playa, así como un sitio para descansar. La estructura de hormigón imita las formas sinuosas de las montañas detrás de él, ya que serpentea hacia el mar.
Ofreciendo al visitante una experiencia mágica y divertida, a la vez que establece una relación visual con el paisaje. A causa del alto grado de inclinación del camino que conduce a la playa, los arquitectos diseñaron una solucion con el fin de salvar la pendiente y facilitar el transito al mayor de personas posible, independientemente de sus características físicas.
Ubicado en un paraje remoto al norte de Noruega en un área de difícil acceso y poco desarrollado. El terreno posee una belleza natural semejante a un paisaje lunar, incluido dentro de la Ruta Turística Havoysund. Los visitantes pueden sentarse en cualquiera de las paredes curvas de la vía a la que han añadido bancos, y contemplar en la quietud un ocaso ártico o escuchar los sonidos de las especies que habitan la zona.
La idea general era crear un enclave de referencia para visitantes en la inmensidad del paisaje dominado por escapados saliente y vertiginosas paredes casi verticales de decenas de metros de altura.