Las ilustraciones del australiano Adam Oehlers, con sede en la ciudad de Norwich en el Reino Unido, se empiezan a conjugar en los primeros estadios del sueño, en la fase de duermevela. Cuando la consciencia esta a punto de desconectar de la realidad de una intensa jornada de experiencias.
Así como el cableado que forman los circuitos neuronales se están sumergiendo en una mar de recuerdos y vivencias, los cuales se simbolizan en fantasías irreales y deseos en muchos casos inconfesables. Ultimamente esta embarcado en la pre-producción de la película de animación Dear little Emmie, en la que la protagonista principal es una niña, que se traslada al mundo de los sueños llevada en los brazos de Morfeo, y que esta basada en un cuento del mismo autor.
Y es que el universo onírico esta muy presente en la obra de Adam, tanto en su faceta como ilustrador, como en la de escultor. Entre sus influencias se encuentran escritores con Neil Gaiman, Edgar Allan Poe, Arthur C. Clark o Richard Adams, entre otros. Aunque el cita en su biografia al ilustrador inglés del siglo XIX Arthur Rachman Adscrito al movimiento Victoriano y a Edward Gorey, autor americano que tuvo cierta notoriedad a comienzos del siglo pasado.
Influencias con las que seduce al espectador para que se transporte de nuevo a cuando era un niño. Para que recurra a su memoria y se acuerde de los cuentos que le contaban en su hogar al calor de la familia. Siendo historias gráficas cuya acción transcurren a menudo en entornos doméstico y por lo tanto reconocibles para una mayoría de nosotros.
Las ilustraciones de Adam Oehlers son relatos realizados casi de forma artesanal y con un enfoque mitológico en el que se esfuerza por establecer un diálogo complice con el espectador.
En los que les gusta poner a gente normal en una situación extraordinaria, sacándola por un momento de su zona de confort, y dándole la oportunidad de experimentar una situación desconocida para esa persona. Las historias también y en otro sentido poseen su lado más oscuro y sombrío, pero son los pequeños elementos de esperanza dentro de esas historias los que capturan la imaginación.