Empleando un vector como correo que transporta los farmacos que se administran habitualmente en las sesiones de quimioterapia y radioterapia, investigadores pertenecientes al Laboratorio de Física Médica e Imagen Molecular, creado por la UNAM y el Instituto Nacional de Cancerología (INCan) en Mexico, han conseguido desarrollar un método que actúa solamente sobre las células canceriguenas, evitando dañar el tejido celular sano, reduciendo los efectos tóxicos que padece el paciente con cancer tras ser sometido a sesiones continuas de quimioterapia y radioterapia.
En el diseño del vector se empleo un liposoma que no es mas vesícula coloidal de a escala manométrica formada por moléculas anfifílicas, que al entrar en contacto con un elemento liquido se agrupan generando esferas donde se puede depositar el farmaco, que posteriormente sera transportado a la zona canceriguena donde actuara seleccionando las células tumorales, liberando en su interior el farmaco, evitando dañar las células sanas.
Este liposoma representaba un cuerpo extraño en el organismo del paciente, pudiéndose presentar una respuesta de origen inmune que lo rechazara, tras varios ensayos el equipo dirigido por el doctor Luis Alberto Medina Velázquez, probaron con compuestos vegetales (en este caso la soja), observandose como el organismo no producía una señal de rechazo y como el fármaco queda protegido dentro de él, reduciendose la posibilidad de reacciones químicas e inmunológicas dentro del cuerpo, y disminuyen la toxicidad y su rápida eliminación.
Este liposoma representaba un cuerpo extraño en el organismo del paciente, pudiéndose presentar una respuesta de origen inmune que lo rechazara, tras varios ensayos el equipo dirigido por el doctor Luis Alberto Medina Velázquez, probaron con compuestos vegetales (en este caso la soja), observandose como el organismo no producía una señal de rechazo y como el fármaco queda protegido dentro de él, reduciendose la posibilidad de reacciones químicas e inmunológicas dentro del cuerpo, y disminuyen la toxicidad y su rápida eliminación.
Llegado a este punto tras cinco años de investigación, el siguiente paso es aumentar la especificad del liposoma que evite la permeabilidad de la vasculatura que se produce en la evolución del tumor, con este fin se ha anticuerpo anadidomonoclonal en la superficie del liposoma, escogiendose como candidato al Receptor del Factor de Crecimiento Epidérmico (EGFR, por sus siglas en inglés), que se expresa en mayor proporción en la superficie de diferentes tipos de células cancerosas.
Otra vía de investigación es desarrollar un liposoma híbrido que transporte en su interior un tratamiento combinado de radioterapia y quimioterapia, para realizar esta técnica se ha pensado emplear radionúclidos terapéuticos, mas concretamente Tecnecio 99m y el conocido Renio 188 en ambos los resultados invitan al optimismo, aunque hay que seguir con los ensayos para perfeccionar esta posibilidad.
Una vez marcada la formulación liposomal de cisplatino con radionúclidos, el investigador universitario espera ver en una siguiente fase su biodistribución y respuesta terapéutica en un modelo tumoral en animales transgénicos (ratones). Quizá en tres años más, con recursos, se podrán hacer los estudios clínicos en pacientes con la formulación liposomal de cisplatino, con el anticuerpo monoclonal y con los radionúclidos terapéuticos, o desarrollemos tecnología para desarrollar tratamientos menos invasivos en la lucha con el cancer.