Quizas el mayor problema para que el coche eléctrico acabe implantándose y sustituyendo al parque móvil suministrado por combustible fósil, no sea otro que la ralentizacion en la recarga de las baterías que actualmente se están comercializando en el mercado, la media de recarga de una batería esta en unas ocho hora, aunque existen prototipos que han rebajado esa duración hasta las cuatro, en todo caso son intervalos de tiempo que en computación con la brevedad que presentan los surtidores de combustible en las estaciones de servicio.
Tratando de homologar el tiempo de duración en la recarga de una batería en relación a la de un deposito de combustible, ingenieros de Centro de Investigación de Recursos y Consumos Energéticos (Circe) de la Universidad de Zaragoza en colaboración con la hidroeléctrica Endesa, han desarrollado un prototipo sostenible de recarga de coches eléctricos, cuya duración máxima de recarga de un pila de combustible rondaría los quince minutos.
Bautizado como proyecto CRAVE, el punto de suministro eléctrico para vehículos promete revolucionar la percepción que hasta hoy ha tenido el consumidor respecto eliminando los argumentos que se esgrimían para adquirir un vehículo de recarga eléctrica. El propósito cuando finalice esta investigación dotada con un presupuesto de 500.000 Euros es haber creado un punto de recarga eléctricos autónomo, accesible y rápido en el suministro de electricidad.
La idea es que el poste de recarga se alimente de lo que se ha denominado una electrolinera que almacenaría con los excedentes de luz que se generan preferentemente en horario nocturno, para posteriormente suministrar las baterías de 16Kilowatios que son con las van a contar los modelos eléctricos comercializados en España, proporcionando una autonomía de cien kilómetros.
Además se esta trabajando con el propósito de crear un punto de recarga que se suministre con la energía de origen renovable producida por células fotovoltaicas o aerogeneradores eólicos instalados en las inmediaciones de las tomas de recarga, Así, se logrará minimizar el impacto de los dispositivos de carga rápida en las redes de distribución de baja tensión.