Con una frecuencia que oscila entre los cuatro y seis años se celebra una exposición universal, en esta edición a punto de finalizar la ciudad organizadora ha sido Shanghai una de las mega urbes del sureste Asiático, un área geográfica que esta en plena expansión económica.
Tal como están enfocados este tipo de eventos en la actualidad uno de sus máximos atractivos reside en las propuestas arquitectónicas que realiza todas y cada una de las las 180 delegaciones, que en esta edición representan a otros tantos países.
Mediante el diseño que presentan de la sede que albergan las instalaciones donde desarrollan el calendario de actividades que ofrecen al publico que asiste, se puede radiografiar el estado del país al que representa, en el caso de Dinmarca esto es una constante que se refleja en el edificio, que han seleccionado para esta edición.
Estéticamente es un edificio que carece de aristas y que desde el exterior debido a su forma curva y pulida, puede recordar a un nave espacial o a un velódromo, impreso en su superficie porosa a modo de cenefa se puede ver un skyline de rascacielos.
Construido con criterios de sostenbilidad, en la base se ha contemplado la instalación de un estanque donde se expone el símbolo mas representativo de la cultura Danesa una replica de la sienita del escultor Edvard Eriksen.