La zona de baja California es desde hace mucho tiempo tierra propicia en la que cultivar viñedos de los que obtener excelentes caldos, que son exportados a medio mundo.
Una de las poblaciones donde se concentra mas actividad vinícola es el valle de Guadalupe. Donde el viajero en su recorrido puede observar como se alternan las cepas de viña y sus correspondientes fincas con las bodegas donde puede degustar su increíble variedad de vinos.
Una de estas muchas explotaciones es la del Ombligo. Que para sus nuevas instalaciones en México, han optado por recurrir a la utilización de materiales de reciclaje para construirlas.
Diseñada por el estudio de los arquitectos Claudia Turrent y Alejandro Acosta. La nueva bodega en la que han empleado viejos cascos de barco, que tras ser restaurados se han convertido en lugares excelentes donde procesar y almacenar los toneles donde se contiene el preciado liquido.
El proyecto pretende vincular las actividades tradicionales pesqueras muy presentes todavía en la costa próxima. Y el sector del vino, mediante el uso de deshechos pesqueros y la cultura estética de la arquitectura predominante, adaptandolas lo máximo posible al paisaje.