Nunca imagino que estaría redactando su segundo fresco que finalmente se acabaría en un volumen de viajes titulado Russian Journal. El primero había sido la que quizás sea su mas famosa novela junto Al este del Eden y que al igual el diario ruso se apoya indirectamente en el trabajo de otro icono de la fotografía como es Dorothea Lange.
Que retrato en imagenes las nefastas consecuencias que supuso para la clase media americana acontecimientos como el crack del 29 y su consiguiente sequía que arruino campos y cosechas, hechos que provocaron la mas importante inmigración interior ocurrida en los Estados Unidos durante el Siglo XX, siendo un excelente material para narrar las muchas adversidades de la familia protagonista de las Uvas de la ira.
DEL PASADO AL PRESENTE EN IMAGENES
Ahora, cuando se cumple el 70 aniversario de aquel mítico viaje, en estos momentos presididos por la transición y la incertidumbre, donde desde diferentes posiciones se esta sosteniendo, que en términos políticos y geo-estrategicos Occidente se esta encaminando hacia los que muchos denominan ya como la nueva guerra fría.
El fotógrafo de la agencia Magnun (de cuya puesta en marcha también se celebra el 70 aniversario) Thomas Dworzak y el escritor Julius Strauss, reeditan todas y cada de las escalas del primer tour completado por Steinback y Capa.
Radiografiando una región cuyas fronteras fueron redefinidas tras la caída del muro de Berlin, pero que en muchos aspectos aun hoy en día guarda algunos paralelismos heredados del estalinismo.
Similitudes que se pueden observar en diferentes ámbitos sociales y económicos, pero donde son mas evidentes estos viejos modelos de gestión son en lo mecanismos relacionados con las diferentes esferas de poder y su administracción, continuidad que se acentúa en estamentos como el militar, el mediatico o el de la gestión de los recursos naturales.
Sectores donde ya sea por el aumento de la inversión como en el caso del estamento militar, o del monopolio ejercido por la administración en el control de los medios de comunicación, supone que la tan ansiada democracia se haya convertido en una manifestación folkclorica, donde el ejercicio del derecho es en la practica muy limitado.
Habiendo cedido terreno frente a un entorno económico influenciado por el neo-liberalismo, paisaje económico donde las desigualdes se han acentuado, estimuladas por miles de supuestas oportunidades, lo que ha provocado una fuerte ascensión de las diferentes sensibilidades nacionalistas que han emergido en las diferentes repúblicas ex-sovieticas en las ultimas décadas.
ENTRE EL BLANCO Y EL NEGRO Y LA ERA DIGITAL
Otra de las notables diferencias de las que se puede percatar el observador al comparar las mas de 4.000 fotografías realizadas en blanco y negro en 1.947 por Capa, y las instantáneas en color tomadas en formato digital a lo largo del año pasado por Thomas Dworzak.
Aparte de las transformaciones (en ocasiones mínimas) producidas tanto en el paisaje rural como urbano y su arquitectura, son las protagonizadas por los habitos y las enormes transformaciones que si se han producido en el ámbito de las relaciones sociales.
En las cuales finalmente se ha impuesto el concepto de individualidad sobre el de la gestión colectiva, tanto de los recursos materiales, como humanos, como afectivos y familiares. Tansformación social que al contrario que en la mayoría de los países Occidentales, todavía no se ha acompañado de una diversidad ni cultural ni racial.
Esto es debido fundamentalmente a que geograficamente se trata de países que están distanciados de las rutas migratorias, a lo que hay que añadir sus patrones climatológicos donde predominan las temperaturas extremas. Todo esto hace que las sociedades cuya matriz eran las antiguas repúblicas sovieticas no presenten una heterogeneidad comparable a los sustratos de las sociedades Occidentales, ofreciendo un retrato que aunque atractivo y colmado de expectativas, todavía le falta algunas piezas para completar su transición que le proporcione la estabilidad y credibilidad necesaria, disipando algunas de las muchas interrogantes que existen.
Aparte de las transformaciones (en ocasiones mínimas) producidas tanto en el paisaje rural como urbano y su arquitectura, son las protagonizadas por los habitos y las enormes transformaciones que si se han producido en el ámbito de las relaciones sociales.
En las cuales finalmente se ha impuesto el concepto de individualidad sobre el de la gestión colectiva, tanto de los recursos materiales, como humanos, como afectivos y familiares. Tansformación social que al contrario que en la mayoría de los países Occidentales, todavía no se ha acompañado de una diversidad ni cultural ni racial.
Esto es debido fundamentalmente a que geograficamente se trata de países que están distanciados de las rutas migratorias, a lo que hay que añadir sus patrones climatológicos donde predominan las temperaturas extremas. Todo esto hace que las sociedades cuya matriz eran las antiguas repúblicas sovieticas no presenten una heterogeneidad comparable a los sustratos de las sociedades Occidentales, ofreciendo un retrato que aunque atractivo y colmado de expectativas, todavía le falta algunas piezas para completar su transición que le proporcione la estabilidad y credibilidad necesaria, disipando algunas de las muchas interrogantes que existen.
Relacionado: Viviendo en un ferry de cien años en New York
Dividido en tres entregas la excelente crónicas tanto visual como escrita del trabajo A Russian Journal Retold, Part 1: On Aeroflot to Moscow, nos ofrece la oportunidad de echar la mirada atrás tomando conciencia de los cambios, que se han producido en una de las zonas del planeta que arroja mas incógnitas de cara al futuro.