Buena parte debido a la gran explosión demografica que experimento en la década de los 80´s del Siglo Pasado. Convirtiendo Mindelo su principal nucleo en la segunda ciudad mas habitada tras la capital Praia.
Espectacular crecimiento que se ha producido por la proliferacion de una incipiente industria turística, que ha conseguido desarrollar una oferta sostenible, cimentada en su patrimonio natural muy bien conservado al igual que su legado arquitectónico de estilo colonial, y sus numerosas playas. Que situadas ambos lados de lo que se conoce como la media luna, un malecon que recorre parlelamente la costa.
PAISAJE COMO ANTECEDENTE ARQUITECONICO
Perímetro marítimo que como el resto de la isla es de origen volcánico, pudiendo ofrecer al visitante que desembarca por primera vez en el aeropuerto de Cesarea Evora, en alguno de los muchos vuelos que fleta a diario desde Lisboa la compañia Tap Portugal.
Unas vistas panorámicas espectaculares de practicamente los 272 Km2 de superficie con los que cuenta el enclave insular, territorio practicamente deshabitado y cuya altitud media de 132 metros permite recorrerla con relativa facilidad, ya sea por cuenta propia o contratando alguna de las muchas excursiones organizadas a través de las que se puede conocer sus numerosas especies autóctonas tanto de flora y fauna.
Oferta que completa con su intensa actividad cultural, gracias a un extenso calendario que abarca buena parte del año, y que le ha supuesto que sea conocida como la capital cultural del archipiélago.
UN EDIFICIO SOSTENIBLE FUSIONADO CON SU MATRIZ COLONIAL
A lo que hay que añadir que goza de un excelente clima tropical debido a que se encuentra en la franja del Ecuador, que disfruta a lo largo de practicamente todo el año a pesar de estar expuesta a las periódicas tormentas de arena que desde el desierto del Sahara afectan principalmente al conjunto de Islas de Barlovento.
Circunstancia que sin embargo no ha sido óbice para que el diseño del estudio de arquitectura de Ramos Castellano, haya conseguido completar su ampliación del establecimiento hostelero Terra Lodge Hotel.
Al contrario ha supuesto un reto que se ha solventado con una construcción modular compuesta por doce bloques que gracias a sus techos y fachadas polivalentes, diseño termodinámica que permite que se pueda blindar frente a las ráfagas de arena a la vez de disponer de luz natural todo el día.
Para la construcción tanto de los doce módulos como de la pasarela que desde el palacete original, que a su estilo colonial hay que añadirle su herencia Manuelina en los acabados domina toda la bahía, se ha empleado diferentes maderas, con las que además se han elaborado de forma artesanal el mobiliario de cada habitación.
Separados en cuatro volúmenes de diferentes alturas los bloques cuentan con un sistema pasivo de energía que permita regular la temperatura en su interior, además se le añadido recientemente una instalación fotovoltaica que garantiza su autonomía energética, y una bomba depuradora que permite utilizar el agua de lluvia para uso domestico o para el riego de los jardines que en el interior de la finca rodean un patio tradicional, convirtiéndolo en el sitio ideal donde hospedarse y conocer la historia de la isla a partir de su arquitectura.
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A lo que hay que añadir que goza de un excelente clima tropical debido a que se encuentra en la franja del Ecuador, que disfruta a lo largo de practicamente todo el año a pesar de estar expuesta a las periódicas tormentas de arena que desde el desierto del Sahara afectan principalmente al conjunto de Islas de Barlovento.
Circunstancia que sin embargo no ha sido óbice para que el diseño del estudio de arquitectura de Ramos Castellano, haya conseguido completar su ampliación del establecimiento hostelero Terra Lodge Hotel.
Al contrario ha supuesto un reto que se ha solventado con una construcción modular compuesta por doce bloques que gracias a sus techos y fachadas polivalentes, diseño termodinámica que permite que se pueda blindar frente a las ráfagas de arena a la vez de disponer de luz natural todo el día.
Para la construcción tanto de los doce módulos como de la pasarela que desde el palacete original, que a su estilo colonial hay que añadirle su herencia Manuelina en los acabados domina toda la bahía, se ha empleado diferentes maderas, con las que además se han elaborado de forma artesanal el mobiliario de cada habitación.
Separados en cuatro volúmenes de diferentes alturas los bloques cuentan con un sistema pasivo de energía que permita regular la temperatura en su interior, además se le añadido recientemente una instalación fotovoltaica que garantiza su autonomía energética, y una bomba depuradora que permite utilizar el agua de lluvia para uso domestico o para el riego de los jardines que en el interior de la finca rodean un patio tradicional, convirtiéndolo en el sitio ideal donde hospedarse y conocer la historia de la isla a partir de su arquitectura.
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