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El documental Face and Places navega entre encuentros, retratos y paisajes de la memoria


Hace poco mas de un año se estrenaba uno de los documentales mas interesante de las ultimas temporadas, producto del encuentro (termino que se repetirá varias veces a lo largo de este post) de la directora de cine belga Agnes Varda y artista urbano JR.

Titulado Faces and Places (rostros y lugares), al fin y al cabo supone un relato en imagenes a traves del retrato, del encuentro o re-encuentro (según la perspectiva temporal, cronológica y generacional que se aplique) de una cineasta que se encuentra en el ocaso de su carrera y que ha cultivado con habilidad inusitada sus facetas.  

Primero como musa de un movimiento cinematografico como fue el de la Nouvelle Vegue a finales de los años 50´s del Siglo pasado, del que enseguida se emancipo para pasar a convertirse en figura de culto, quizás la ultima de toda una corriente de realizadores que órbitan y nutrieron algunos de los acontecimientos sociales y políticos del los últimos 60 años.


UNA INTERPRETACIÓN INTERGENERACIONAL DESDE DOS PERSPECTIVAS DIFERENTES
 
Y es que aunque su filmografia no adolece precisamente de poseer lo que se podría considerar una impronta o contexto político, si se observa un fuerte compromiso social sobre todo con aquellos extractos de la sociedad, que casi siempre y sobre todo en la actualidad suelen ser tratados de forma secundaria.

O cuando menos bajo una óptica naif, de esta forma en Faces and Places, se retrata con obreros en una factoría, con granjeros que denuncian como el entorno rural en Francia esta siendo paulatinamente desmantelado fruto de unas políticas nefastas, que están provocando que muchos de los pueblos y aldeas estén practicamente despoblados.

O con mujeres que con las que en muchos casos se reencuentra retratandose juntos en grandes murales en blanco y negro, siempre bajo la mirada atenta y enfoque de JR con el comparte en un furgoneta algo mas que una experiencia nómada, donde se mezcla el trabajo en un entorno creativo rodeado de un halo de complicidad, donde el artista urbano adopta el papel de confidente convirtiéndose en el guia de unos ojos que debido a los avatares de la edad (89 en el momento del estreno) se están quedando ciegos.


DE GODARD A BUÑUEL COMO DISCURSO VISUAL VITAL

En este recorrido de retorno donde aflora la entropia y el sentimentalismo Agnes en un acto de regresión homenajea a su admirado Jean-Luc Godard, para reencontrarse con el pasado artístico de ambos en un ritual, para eso reproduce una de las escenas mas memorables Band of Outsiders, ambientada en una de las salas del Museo del Louvre y donde en clave de parodia la vuelven a registrar pero esta en vez en silla de ruedas.



Candidata al Oscar en el apartado de mejor documental Faces and Places, representa un canto a la vida tanto pasada como presente, donde sus autores prescinden de lo accesorio de la nostalgia, para quedarse con  lo familiar y cercano de las miradas y gestos de decenas de personas anonimas que a través de la mirada se proyecta como un paisaje a través de la memoria.

Tono ameno o directamente humor negro que se repite en varios momentos a lo largo de la cinta, como en la secuencia en la que acuden al oftalmólogo para recibir los resultados de unas pruebas, y emulando El Perro Andaluz de su admirado Buñuel arrebata una aguja que hay sobre la mesa y en un ataque de coprolalia amenaza con cruzarse el ojo.

Y es que una iconoclasta como Agnes autora de títulos como Le Boheur (1965), Lions Love...and Lies (1969), Vagabond (1985) o The Beaches of Agnes (2005), el sarcasmo representa el mejor antidoto a la hora de conjurar y desafiar todo lo bueno o malo que pueda deparar el porvenir.
 
RELACIONADO: The Monolith, arquitectura emocional entre las ruinas del paisaje





Pablo Zaramella - Luminaris, volando hacia la luz, la historia del hombre bombilla


Preseleccionado para la ultima edición de los Oscar, el cortometraje Luminaris, reune varias características que coinciden, con la producción francesa The Artist, cinta que a la postre ha sido la gran triunfadora de este año en la entrega de premios de la academia

Su planteamiento narrativo homenajea al cine mudo de los años veinte, revival que reedita en lo estético, ambas cintas se ambientan en épocas cercanas, las diferencias estriban en los aspectos tecnicos y por supuesto en el guión, Luminaris nos cuenta una historia diametralmente opuesta a The Artist.


Aunque guarda algún paralelismo en el mensaje optimista que trata de transmitir. Filmada en formato stop motion, Luminaris ha sido escrita y dirigida por Pablo Zaramella, director especializado en la realización de cortos de animación, con los que obtenido numerosos premios.


Con títulos como El Guante y Viaje a Marte, que están en visión en la dirección de su productora, donde además podrás ver una nutrida selección de su excelente trabajo.  Aunque Luminaris  conserva muchos de los elementos de sus trabajos animados, el rodar con actores de verdad representa un enfoque totalmente nuevo sobre en relación a sus trabajos anteriores.


Luminaris que podeis ver AQUI es la historia de un hombre que vive en una sociedad controlada por la energía. Cada mañana, sus habitantes se despiertan y se dirigen a su trabajo en la compañía. Nuestro protagonista trabaja en una fábrica de bombillas eléctricas, pero tiene grandes ambiciones, esta estudiando sobre un nuevo sistema de generación de energía. 


La película utiliza un collage de estilos, combinando estilo art deco, el tango, el surrealismo y neorrealismo. Esta mezcla de influencias está directamente relacionada con la historia de Buenos Aires: la ciudad y su propia población es una mezcla de diferentes culturas, reflejados en el corto.  


The Fantastic Flying Books of Mr. Morris Lessmore, una animación sobre el amor a los libros


Inspirado por acontecimientos como por ejemplo el episodio del huracán Katrina, el personaje central de la historia representada en el corto de animación titulada The Fantastic Flying Book of Mr. Morris Lessmore.

Se creo en homenaje al actor de cine mudo Buster Keaton, presentando narrativa mente y visualmente una atmósfera similar a la de Up el filme de Pixar. El protagonista en esta ocasión en vez de ascender al cielo entre globos.

Es un empedernido lector que llevado por su imaginación vuela entre las lineas de los muchos libros que ha leído. Tomos que conserva como si fueran incunables en su libreria.

 
Se trata de una historia de personas que dedican su vida a los libros por los muestran una auténtica devoción. Morris Lessmore es una alegoría conmovedora y algo ironica sobre los poderes curativos de las buenas historias que te puedes encontrar entre las páginas de un libro. 

Usando una variedad de técnicas (miniaturas, animación por ordenador y animación en 3D), el galardonado ilustrador y creativo William Joyce y el co-director Brandon Oldenburg contando con la producción de Moonbot.

Una experiencia audiovisual que se remonta a las películas mudas o musicales clasicos de MGM. Morris Lessmore ha sido  nominada para la próxima gala de los Oscar en el apartado de mejor corto de animación y cuya historia podéis ver AQUI.