Un ejemplo es la red nacional que constituyen los Bosques Nubosos de Guatemala, un conjunto de reservas localizadas en su mayoría en el Norte del país y de cuya existencia desde el punto de vista turístico apenas se sabia hasta hace relativamente poco. Siendo por lo tanto un área poco masificada y que pese al desarrollo todavía conserva buena parte de sus atractivos naturales vírgenes.
Localizados la mayoria de los siete bosques nubosos en un área que comprende el estado de Vera Paz, se trata de un enorme área que debido a su altitud y sus relativamente buenas comunicaciones con la capital del país o la ciudad mas próxima de Antigua no supone mas de tres horas de viaje en vehículo privado por carreteras bien asfaltadas. Aunque se recomienda por su relación calidad precio efectuar el trayecto abordo de lo que popularmente conocido como un shuttle bus ( una furgoneta adaptada como pequeño micro-bus) y cuyo uso por los lugareños es muy popular.
Quetzal, cascadas de agua y bambú
Aunque entre su enorme diversidad de flora y fauna destaca como máximo exponente de su patrimonio natural, habiendose convertido en un emblema para los guatemaltecos el Quetzal, es un ave tropical que forma parte de su insignia y que simboliza el amor de sus ciudadanos por la naturaleza a la que veneran a través de la encarnación de la que es conocida como el ave del paraíso por sus vivos colores.
Aunque se puede avistar a lo largo de todo el año, es recomendable visitar las zona de máxima concentración durante los meses de Primavera y Verano, cuando los múltiples saltos de agua y cascadas están en su máximo esplendor. Provocando un efecto que se contagia al resto de los habitats que lo componen.
Donde destacan sus extensas plantaciones de bambú cuya alta densidad en algunas zonas apenas deja ver el resto de la vegetación, obligando al caminante a no desviarse de la senda trazada por el guia mientras le describe todos y cada uno de los cientos de sonidos que convierten la selva en una sinfonía, donde a los olores, y los sabores hay que sumar su particular luz y los colores que tan generosamente deslumbra al visitante.
Hospedados en la mayor construcción de bambu de Centro-América
Aunque la oferta de establecimientos que todavía ofrecen alojamiento al intrépido viajero en el corazón de la selva el limitado por razones de coservación obvias. Existen lugares de hospedaje que por sus características y capacidad de adaptacion merecen la pena visitar.
Este es el caso del Eco Hotel Ram Tzul que en lengua nativa significa Q´eqchi traduciendose literalmente "corazón y espíritu de la montaña", y que desde que abrió sus puertas coincidiendo con el inicio del milenio han ampliado varias veces sus instalaciones construidas integramente en bambú. Además cuenta con una amplia oferta de actividades relacionadas con el tiempo y el ocio libre, a lo que hay que añadir su excelente selección gastrónomaica que esta compuesta fundamentalmente por productos de origen vegetal cultivados bajo criterios ecológicos en las numerosas haciendas locales que hay en sus proximidades.
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