El proyecto se nutre de viejos autocares escolares que el estudio de arquitectura LGA Architectural Planners ha reciclado. Transformándolos en acogedores y funcionales puntos de venta ambulantes, que por sus características modulares y de movilidad.
Son el lugar idóneo con el que atender a los clientes que se acercan. Equipado con la tecnología que permite la conservación y transporte del genero independientemente de las condiciones climatológicas del exterior.
Cada vehículo cubre una zona de la ciudad cubriendo diferentes distritos a lo largo de los cinco días lectivos que comprende la semana.
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