Y es que la subida de La Gran Via Ferrata de Loen con sus 950 metros de altitud, aparte de ofrecer unas vistas extraordinarias de lago que hay entre las localidades de Oled y Stryn, dos pedanias que en conjunto suman apenas 1500 habitantes.
Permite divisar en los días claros el avance casi perpetuo del glaciar Briksdal una inmensa lengua de hielo cuyo mayor desafió es tratar de no menguar hasta desaparecer debido a los rigores del cambio climático.
UN RECORRIDO EXIGENTE PERO CON UNA VISTAS UNICAS
Pero antes de llegar a divisar el constante flujo de hielo y la caida vertiginosa del fiordo Innvikfjorden el viajero tendra que completar una serie de etapas cuyo grado de dificultad oscila entre un nivel k2 de sus primeros tramos mas suaves, que se inician en lo que conoce como la plataforma de madera alcanzando el k4 en sus tramos mas duros. Plataforma a la que se accede tras recorrer el camino de 200 metros al que se llega desde la carretera entre que va de Oled a Stryn, suponiendo el inicio oficial de la ascensión.
Aunque no esta todo lo bien señalizado que deberia sobre todo en su recorrido de retorno si ofrece los anclajes y medidas de seguridad necesarios, para que un escalador que presente un estado físico correcto y una experiencia media tenga garantizado el poder completarlo con éxito.
La Gran Via Ferrata de Loen es una ascensión que al contrario de otras muchas excursiones que en Noruega tienen como aliciente sus increíbles paisajes y su rico patrimonio natural no presentan a día de hoy todavia una excesiva afluencia de excursionistas.
RECOMENDABLE MADRUGAR Y LLEVAR UN TENTEMPIÉ LIGERO