De las ocho variedades de la especie baobab que hasta ahora se han catalogado, la conocida como Adonsonia Digitata es la única que se encuentra en South África.
Suele prosperar en climas más secos donde la frecuencias de lluvias se puede considerar moderada, aunque suelen crecer en agrupaciones existen ejemplares como el que acoge las instalaciones del Sunland Baobab Pub, que crecen aislados.
También conocido como el Teen Pub, este peculiar mesón lleva sirviendo al publico desde su fundación por un cuáquero en 1.933. Habiendose convertido en un lugar mundialmente conocido.
Debido a esta expectación el acceso de vistas ha tenido que ser regulado a través de visitas organizadas, con el propósito de evitar su deterioro y el del entorno natural donde opera.
Ubicado en una finca en las afueras de la localidad de Modjadjiskloof. Un poblado cuyos primeros asentamientos datan de 1.920. Situado al norte del país también es conocido entre los lugareños por el nombre de La Garganta del Diablo.
Apenas poblado por 2.000 habitantes que sienten verdadera veneración por la presencia del baobab en sus tierras. Con un diámetro de 108 metros de circunferencia, recientemente uno equipo de técnicos medio-ambientales ha datado su antigüedad.
Operación que requirió de las habilidades de los agentes forestales a su cargo, teniendo que recurrir a una datación por carbono, estimando que tiene una antigüedad que podía alcanzar los 6.000 años de edad. Lo que le convierte en un de los mas antiguos que se conoce hasta el momento.
Ya en el interior de su frondoso tronco cuya corteza exterior llega a tener hasta tres metros de ancho, el visitante experimenta una sensación familiar. Decorado con motivos étnicos y elementos heredados de su época colonial.
El Baobab presenta una planta de cincuenta metros cuadrados suficientes para soportar un aforo de hasta 25 personas, capacidad qu permite la celebracion de festejos, además de oras actividades socio-culturales.
Hay una leyenda relacionada con el árbol que no narra que los Bosquimanos creían que el Baobab había ofendido a Dios y, en venganza, Dios plantó el árbol al revés. Desde luego, cuando llega el invierno, el Baobab se asemeja a una masa de raíces apuntando hacia el cielo en lugar de estar bajo tierra.
La presencia del Baobab también se ha asociado con muchos mitos, misterios y el folclore popular. Los Bosquimanos tienen la creencia de que cualquier persona que arranque las flores que cuelgan de su generosa copa (en las que habitan los espíritus de sus antepasados). Sufrirá una maldición siendo víctima del ataque de los leones, que todavía vagan por la zona en busca de carroña con la que alimentarse.