Nomada Q : avenida

Cuando hace casi cuatro siglos sus habitantes comenzaron a plantar cedros, una especie autóctona en y muy abundante en la zona, seguro que en ningún se plantearon la posibilidad de que su gesto terminara convertido en objeto de atracción turísticos.

Algunos de estos ejemplares que llegan a medir mas de cincuenta metros de altura configuran un muro natural, que abarca una distancia de 37.000 metros o lo que es lo mismo 37 kilómetros y medio de longitud. En la actualidad después de cuatrocientos años, lo que era un camino comarcar por donde circulaban carros y algún rebaño, se ha convertido en una avenida, que recibe el nombre de la Avenida del Cedro, aunque entre los lugareños recibe el nombre de Sugi.

Ubicada en la localidad japonesa de Nikko, la totalidad de los arboles que componen la población, y que su presencia supone una muestra increíble de naturaleza urbana, fueron plantados en el transcurso de un periodo de veinte años a partir de 1.625, no habiendo efectuado ninguna campaña de repoblación mas. Por lo que el aumento que ha experimentado a lo largo de todo este tiempo, se debe exclusivamente a causas naturales.

Según el ultimo censo realizado por la administración se estima que esta asombrosa masa forestal esta compuesta por 13.000 cedros, cantidad que se ha visto diezmada domésticamente debido a estar expuestos a numerosas plagas y enfermedades a lo largo de todo este tiempo, siendo en un inicio de 200.000 unidades.

Flanqueando la gran avenida los cedros trazan senderos naturales que los visitantes, han convertido en rutas que recorridas en soledad o en grupo, suponen excursiones mediante las que descubrir los tesoros naturales que ofrecen los diferentes ecosistemas de la región. Además de haberse convertido en una reserva ecológica donde se estudia su biología y conservación.