Al contrario que en sus intervenciones interdisciplinares realizadas en exteriores, para las que precisa de un importante despliegue logístico de medios, como en SPUR de 2015, para la que se adentra en una cueva y cartografía el interior de una gruta de lava.
Formada por un volcán en un lugar conocido como Craters of the Moon National Monument, situado en Sun Valley en el estado Americano de Alaska, utilizando medios digitales cuyos datos posteriomente utiliza, para crear un armazón en un molde.
Que bien podría ser los restos de un paquidermo o de una ballena, de las que hace millones de años surcaban resoplando por estos paisajes que en la actualidad se muestran nevados, cuando estaban cubiertos por las aguas del océano.
Armazón que John deja asentarse integrándose en el entorno que lo acoje mediante un proceso que el denomina descomposición del paisaje, periodo de tiempo en cuyo transcurso la obra se modela adquiriendo la esencia de aquellos elementos del paisaje con el que se relaciona.
Con los que se ha establecido un vinculo cuya huella pasa a formar parte de la génesis de la obra, integrándola como parte de su expresión estética. En la que la influencia de los elementos naturales forman parte de una narración donde la memoria y el paisaje se yuxtaponen.
PAISAJE QUE SE CONVIERTE EN MONUMENTO
Estableciendo un dialogo espacio temporal con la materia, pudiendose contemplar finalmente los restos de un supuesto dinosaurio suspendido pero de cuya superficie original se habían borrado todas las marcas y heridas resultado de la sucesión de estaciones y periodos climáticos.
En los que había estado expuesto a los elementos con los que convivía en su hábitat. Un trayecto de ida y vuelta que a John y su equipo le gusta aplicar con regularidad en la mayoría de sus trabajos, ya sean destinados a exhibiciones en galerías.
La idea era como en su ultima intervención titulada Reservoir servir de suplemento alimenticio a las aves que alli habitan. En este caso una enorme lampara natural formada miles de piezas colgadas de una polea se desliza verticalmente, cuando en época de lluvias el peso de las gotas colman de agua la lampara desciende hasta al suelo, de la cual beben los pajaros y el resto de animales terrestres.
Que debido a la forma cóncava de las piezas de la lampara logran perdurar en el tiempo unas cuantas semanas, hasta que se vuelven a producir precipitaciones, cumpliendose el mismo ciclo una y otra vez en armonía con la naturaleza.
En los que había estado expuesto a los elementos con los que convivía en su hábitat. Un trayecto de ida y vuelta que a John y su equipo le gusta aplicar con regularidad en la mayoría de sus trabajos, ya sean destinados a exhibiciones en galerías.
Las esculturas paisajisticas de John Grade combinan dos sucesos el temporal y sus efectos sobre la materia, y el vital por el que la materia se transforma a través de procesos metabolicos en alimento creativo.
O como en el caso tanto de HOST (2008) para cuya elaboración John se traslada a los parajes indómitos de Kaibab National Forest, con el propósito de crear un estructura orgánica con las semillas molidas y la pulpa de arroz que por secciones creaban un circulo, cuyo diámetro rodeaba varios arboles.La idea era como en su ultima intervención titulada Reservoir servir de suplemento alimenticio a las aves que alli habitan. En este caso una enorme lampara natural formada miles de piezas colgadas de una polea se desliza verticalmente, cuando en época de lluvias el peso de las gotas colman de agua la lampara desciende hasta al suelo, de la cual beben los pajaros y el resto de animales terrestres.
Que debido a la forma cóncava de las piezas de la lampara logran perdurar en el tiempo unas cuantas semanas, hasta que se vuelven a producir precipitaciones, cumpliendose el mismo ciclo una y otra vez en armonía con la naturaleza.
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