Pero si por algo se caracterizan y destacan sus murales es por que se han convertido en una crónica socio-cultural de los Estados Unidos. Describiendo con exactitud la esencia del carácter de un país, en ellos se registran los valores y principios sobre los cuales se cimenta y en definitiva su razón de ser.
Sus escenas cotidianas, su simbología, su fe en el individuo, que combina con referencias de diferentes episodios de la historia de la historia Norte Americana vertebran y forman de su extensa obra. Asistido en ocasiones por su mujer Eric Grohe hace de su trayectoria artística una road movie en la que mediante sus murales hace un recorrido explorando las raíces de un pasado tanto subjetivamente como colectiva mente del país en el que creció y en el que ha pasado la mayor parte de su vida.
Entre sus datos biográficos destaca que es veterano de la guerra de Vietnam, conflicto en el que participó tras finalizar su servicio miltar. Ya de regreso de prestar servicio en el frente a su lugar de residencia habitual se incorpora como colaborador a un estudio de arquitectura.
Ambas experiencias se reflejan tanto en el ámbito creativo, el cual se caracteriza por una selección de colores intensos como en el conceptual en las que se deja llevar por su sentido épico y grandilocuente. Siendo éstas pautas sobre las que giran buena parte de sus intervenciones.
En las que las que el espacio publico actúa como discurso paisajistica realzando cada obra. Creando una atmósfera de comunidad que hace alusión a un sentimiento de fuerte compromiso respecto a su país. Tanto en el sentido arquitectónico que aplica en la proyección del dibujo sobre el muro, donde las grandes dimensiones llegan a crear una sensacion de ilusión óptica en el que la contempla.
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