Realizado con el corcho que se emplea para fabricar los tapones de las botellas, en la sala de proyecciones Centipede Cine el espectador accede al interior de un mini-cine introduciéndose por un orificio, en el que permanecerá de pie mientras se exhibe el cortometraje programado.
Con las luces apagadas y apoyado en el borde del tubo comparte una experiencia inusual con otros dieciséis expectadores, en la que el continente tiene tanto significado como el contenido. La inatalación concebida por el profesor Colin Fournier de la Bartlett School of Architecture de Londres.
Aunque también ha contado con la colaboración con la artista polaca Marysia Lewandowska y el estudio NEON, la experiencia pretende homenajear a la asociación CineClube que a pesar de la represión de la dictadura de Salazar de la década de los 50's consiguieron desarrollar una actividad cinematográfica en plena clandestinidad.
La estructura ha sido creada en el marco Capital Europea de la Cultura 2012 que se desarrolla en la ciudad portuguesa de Guimaräes, pudiéndose visitar desde el veinte de Octubre. En el diseño de cine hay una clara influencia del medio ambiente local y las industrias tradicionales de la zona.
Centipede Cine representa una experiencia inmersiva en la que el espectador tiene la oportunidad de asistir a una proyección cinematografíca adoptando otro punto de vista.