Corren malos tiempos para el correo ordinario, los buzones se han convertido en simples depósitos donde se acumulan los panfletos de publicidad, las facturas relativos a los consumos domésticos y las notificaciones de hacienda. Pero todavía los hay osados que utilizan la misiva epistolar, para transmitir sensaciones. Además del remite del destinatario y los sellos de facturación el dibujante Mark Powell personaliza cada sobre de envió con el dibujo del retratado. Son misivas cuyos semblantes (en su mayoría), están dibujados utilizando el clásico bolígrafo bic, donde destacan lo detallado del trazo sobre todo cuando enfatiza los surcos del rostro, mostrando gran habilidad en el manejo de las sombras.
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