El fotógrafo y creativo alemán Frank Kunert crea pequeños mundos que se deslizan en el reino de lo surrealista y lo magico. Sus creaciones suponen un desafío para nuestros ojos, que se dejan seducir por su particular universo.
Provocando que agudicemos la vista y nos haga mirar un poco más allá de la historia, que se desarrolla casi sin percatarnos, de forma muy sutil. Convirtiéndonos en cómplices y en actores que establecemos diálogos con sus propuestas.
Composiciones fotográficas de las miniaturas y de los dioramas que previamente ha elaborado, las que destacan por presentar un realismo que asombra. Hay lirismo en cada captura así como silencios deliberados, además de algo de ironia y zonas más grises.
Las maquetas están hechas a partir de escenas domesticas y cotidianas que replica de forma minuciosa. Obras en las que trabaja durante largos periodos de tiempo que puede abarcar varios meses.
Labor que culmina cuando ilumina el set encendiendo las luces y tras pulsar el disparador de la cámara se hace la magia captando todos y cada uno de los elementos, que forma parte de la miniatura. Inspiradas por todo lo relacionado con las construcciones.
Se trata de crear la ilusión de narrar una historia visual en fotografia. A menudo, este relato es un juego de palabras que va cobrando sentido, según enfoca y va realizando disparos a discrepción.
Tanto puede actuar de modelo un edificio de apartamentos que se encuentra al borde del mar, como un monumento o un edificio que forma del patrimonio histórico de una ciudad en concreto.
Sus obras en miniatura son un signo de interrogación sobre nuestras percepciones, escenas que se abren al mundo que nos rodea, revelando un mundo tan sugestivo como enigmatico. Induciendonos un estado de sueño inquietante que nos atrapa en cada instantanea.