Mr. Brainwash vuelve a casa y lo hace en gran formato, el lugar del feliz retorno ha sido la fachada en la esquina La Brea y Santa Monica, en Hollywood, en las mismas calles donde a comienzo de este siglo comenzo realizando pequeñas intervenciones (en su mayoría), donde influenciado por el art pop, caricaturizaba algunos de los iconos mas representativos de la cultura americana del siglo XX.
Se tratan de tres murales en gran formato, el primero un stencil en donde un niño clónico nos hace la misma foto sucesivamente, a continuación en un graffiti, un hombre acomodado en un sillón trata de eludir el chorro de spray que proviene de un aerosol que imita una lata de Campbell de Andy Warhool. Por encima en blanco sobre negro Mr. Brainwash recupera su eslogan característico que dicta Life is Beautiful (La vida es bella).
La verdad parezca que nada haya cambiado, salvo algún matiz como las dimensiones del lienzo, y algún matiz en vez de emplear el retrato de reconocidos personajes, tira del imaginario para transmitir a través de personajes antónimos.