Las maquetas urbanas de Alan Wolfson, son replicas de postales hiperrealistas que bien podía haber firmado el artista americano Edward Hopper. Las recreaciones representan fragmentos extraídos de los barrios bajos de la ciudad donde la cultura americana esta muy presente. Donde los halcones de medianoche se apostan en la barra de algún diner, mientras ven pasar su vida en vaso de whisky con hielo. Poseen una atmósfera taciturna particular debido al tratamiento de la iluminacion que resulta un elemento fundamental en el proceso de realización de cada una de las esculturas.
De padres artistas, Alan creció visitando museos en el New York de la década de los cincuenta, esta circunstancia reflejada en el conjunto de su obra. Originario del barrio de Brooklin donde ha residido la mayor parte de su vida, se formo artísticamente asistiendo a cursos y seminarios donde tuvo la oportunidad de relacionarse con la sociedad intelectual de la época.
Es a partir de que se traslada a California para trabajar en la industria del cine, cuando empezó ha realizar las primeras maquetas en miniatura que se empleaban en los rodajes, que cultivo el hobby de elaborar maquetas hasta que una galería muestra interés por exponer sus piezas, exposición que supone un éxito. De vuelta a la gran manzana abre un estudio donde desarrolla su carrera desde entonces, exponiendo habitualmente.
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